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Electricidad estática. A principios del siglo XVIII, el mundo de la ciencia dedicó su atención al problema de la electricidad. Había una buena razón para ello. Hubo muchos científicos por entonces que ganaba su sustento dando conferencias o bien como itinerantes, que iban de ciudad en ciudad y hablaban ante cualquiera que hubiese comprado una entrada. O bien eran profesores universitarios. En ambos casos tenían que atraer al auditorio. Por supuesto, hoy los profesores tienen un público garantizado. Pero eso se debe a la obligatoriedad del curso, que fue un invento muy posterior.

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En cualquier caso, aquellos científicos tenían que atraer al auditorio y con ese fin necesitaban hacer demostraciones ostentosas y la electricidad era justamente perfecta para eso. Una demostración típica de esa época era conseguir un pilluelo de la calle. Un chiquillo de 8 o 9 años lo amarraba bien al techo con hilos de seda, lo cargaban eléctricamente con una máquina electrostática y hacían que la gente le sacara chispas de la nariz.

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Yo quería haberles hecho esta demostración, pero todos los golfilla se estaban ya ocupados, así que en vez de eso tendré que hacerlo con estas cosas.

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Pero antes de ningún experimento, quisiera explicarles algunos principios sencillos de electricidad.

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Esta tarde quiero mostrarles algunas cosas insólitas con objetos comunes que usamos normalmente. Aquí la primera marca.

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El profesor científico y el ilusionista en escena para nos tienen poco en común. Cartas 52.

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Las han contado y sin embargo no hay duda de que cada uno de ellos podría aprender algunos buenos trucos del otro.

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Buscamos los dos reyes negros. No tenemos más que hacer así a lo largo de las etapas de la historia.

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Si una persona ejercía la ciencia. La brujería dependía frecuentemente del punto de vista del observador. Muy bien.

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Una rojo. Que si no me equivoco creo que está exactamente en la mitad del mazo. Por lo tanto, lo que tengo que hacer es cortar la baraja por la mitad. Muy bien.

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Si se trata de pura ciencia como de pura trampa. Los antiguos griegos se dedicaban a ella con pasión. Eran tan rápidos en la ciencia como en los deportes. Muy pronto hicieron un asombroso descubrimiento sobre la naturaleza de la electricidad. Una simple varita de resina la frota sobre el conejo. Algunos materiales actúan como una varita mágica cuando se frotan con una piel de conejo y atraen pequeñas partículas de materia. Finalmente, los científicos serían capaces de explicar exactamente cómo funciona realmente este fenómeno.

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La electricidad. Y al contrario que el prestidigitador profesional, los primeros electricistas estaban deseosos de compartir los secretos de su oficio. Por ejemplo, una de las claves de la electricidad dejó de ser un secreto desde que Benjamín Franklin probó su habilidad en este campo. Difundió una versión que en inglés corriente era algo como esto, algo llamado carga la carga eléctrica es la causa de la fuerza eléctrica. Fue genial, con reservas. Pero cuál era la conexión entre carga y fuerza?

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Tanto en la ciencia como en la magia. La elección del momento adecuado lo es todo. Y en Francia, Charles Agustín Coulomb apareció con la respuesta.

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El experimento de Coulomb, que reveló la relación entre carga y fuerza, sería verificado por otros científicos y lo más importante es que sería descrito en términos matemáticos sencillos. La ley de Coulomb establece que la fuerza eléctrica es directamente proporcional al producto de las cargas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellas.

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Además, hay dos tipos de carga positiva y negativa. Cuando la electricidad actúa entre cargas de signo diferente, hace que se atraigan. Pero cuando actúa entre cargas de igual signo, éstas se repelen. Conforme a la ley de Colomba, la fuerza que dos cargas ejercen sobre una tercera es la suma vectorial de las fuerzas que cada una de ellas ejercería por separado. De hecho, las fuerzas ejercidas por cualquier número de cargas positivas y cargas negativas se suman como vectores.

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De manera que la fuerza total se sigue calculando, según la ley de Coulomb. Adviertan que las cargas positivas están representadas en rojo y las negativas en azul.

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La carga eléctrica ejerce a la vez que experimenta la fuerza eléctrica y la fuerza eléctrica obedece a la ley de culón. Parece tan simple como un aparato eléctrico del siglo XVIII y parece como si eso fuera todo lo que hay.

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Pero las cargas eléctricas no existen aisladas. Por el contrario, la electricidad reside en la materia, los sólidos, líquidos y gaseosos del universo. Y no importa en qué forma. Sólido, líquido o gas. La materia misma es esencialmente eléctrica por naturaleza. De manera que para entender la electricidad uno debe primero llegar a un acuerdo con respecto a la materia. Por otro lado, para entender la materia uno debe primero captar los fundamentos de la electricidad.

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De hecho, ninguna de las dos puede entenderse sin la otra. En su estudio, Franklin comenzó pensando en la electricidad como un fluido combinado de alguna manera con la materia. Si había demasiado fluido, suponía la materia cargada positivamente con fluido eléctrico. Si había demasiado poco fluido, suponía que la materia estaba cargada negativamente de electricidad. Por lo tanto, en la mente de Franklin la materia estaba en su estado normal, es decir, eléctricamente neutra y equilibrada sólo cuando contenía la cantidad correcta de fluido eléctrico.

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Franklin fue el primero en ver la electricidad en términos positivos y negativos, pero en lugar de ver dos tipos distintos de cargas, veía demasiada, muy poca cantidad del mismo fluido eléctrico.

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Y aquí está el dado. En buenas manos, el simple fluido eléctrico de França se convirtió en dos tipos de carga eléctrica y de estos dos, otros dos. Desaparecen de uno en uno, en el cubilete de falda larga y acumulando conocimientos pieza a pieza. Los científicos pudieron ponerlos juntos como una única estructura cuyos bloques básicos de construcción son átomos unidos por carga eléctrica positiva y negativa. En el centro de cada átomo hay un núcleo formado por protones y electrones. Los protones contienen su carga positiva.

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Los neutrones de los átomos no tienen carga, lo cual significa que son eléctricamente neutros.

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El núcleo, como en todo, está rodeado de electrones que tienen carga negativa y en conjunto cada átomo neutro tiene el mismo número de protones y electrones.

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La carga positiva de cada protón equilibra la carga negativa de cada electrón y están unidos por la fuerza eléctrica de atracción entre ellos, desaparecen de uno en uno en el cubilete de forma bastante misteriosa.

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Cuando vuelven a aparecer. Pero esta acción bastante especial de equilibrar como cualquier otra acción, no siempre es perfecta. En realidad, no todos los átomos son neutros. Algunos tienen demasiados electrones o demasiados pocos en cuyo caso reciben el nombre de iones.

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De hecho, los iones sodio con carga neta positiva y los iones cloro con carga negativa están unidos por la fuerza eléctrica, formando los cristales de sal común.

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Pero ya sea que sus átomos estén ionizado o no, los sólidos, los líquidos o los gases, toda la materia del universo está unida por la fuerza de la electricidad. Con una simple moneda, por ejemplo, podría cambiar nomás de materia de moneda. Ninguna muestra los efectos de la electricidad más claramente que los metales ésima c. Por otra de oro macizo oro la materia de la que están hechas los sueños.

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A lo largo de los siglos, los científicos han ahondado profundamente en la naturaleza de los metales y en su búsqueda han encontrado que todos los metales tienen propiedades parecidas. En primer lugar, todo metales, maleable y dúctil, con capacidad de cambiar de forma sin romperse. Otra propiedad secular es la del brillo. El grado con el que un metal luminoso refleja la luz.