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Amigos, voy a contarles algo que vamos a hacer si nada falla, la próxima semana pondremos en marcha un experimento, una aventura. Siempre estamos probando cosas que nos gustan y que creemos que pueden gustar.

Es un proyecto que surgió hablando con Javi Pérez Campos y con la ayuda de un aventurero berán para expresar un poco el por qué. Quizás tengo que remontarme, como siempre, en estas historias en las que no hago más que viajar por los universos de mi mente, buscando algún tipo de luz comprensible para todos.

Algo que me contaron hace quizás veinte años, veinticinco años más era la historia de un equipo de submarinistas, en este caso concreto de la Chancha en el País Vasco, y que entraban en un en un negro pantano oscuro en la noche de la provincia de Álava. Porque he vivido una desaparición de un niño. Un niño estaba cerca de la orilla y ya no estaba. Y buscaban y buscaban y no encontraron nunca al niño. Pero lo que sí vieron fueron unas sombras gigantes, unas sombras prolongadas, unas sombras que parecían casi autobuses de la umbría profundidad de ese lugar.

Salieron espantados y más o menos la frase que a mí me contaban era Nunca más volveremos a entrar ahí. Saludo. En aquel momento, una especie invasora, el gran siluro, ese ciruelo que existe al vino, existe más bien grisáceo, verdoso, esa boca redondeada, llena de dientes en forma de sierra, esa especie de visitante de otro mundo. Por qué otro mundo era más allá del telón de acero en los años finales de los 70 80, cuando llega este depredador voraz, esta especie de criatura que parece realmente por aspectos como un alien y que además alcanza unas dimensiones.

Lo saben bien, verdad? En Mequinenza, en el mar de Aragón, lo saben perfectamente en ese pantano impresionante que jamás haya verdaderos monstruos que de haberse visto años antes, serían poco menos que criaturas mitológicas. Sabes lo que ocurrió con el paso del tiempo y en tierras precisamente aragonesas? Escuché la misma historia una desaparición, porque el nuevo mal, el nuevo intruso, el nuevo. Sin más, que llegaba a un entorno y lo transformaba, era el siluro.

Desaparición, Guardia Civil, en este caso inversión, oscuridad absoluta y las sombras. Y tiempo después, incluso en tierras de Extremadura, también vi como me contaban con absoluta convicción la misma historia. Y yo me quedé con la sensación de que el pantano, como elemento concreto, como espejo profundo de nuestros miedos e inquietudes, representaba muchas cosas y se comportaba casi como una boca mítica que lanzaba su cantar a la humanidad.

A ustedes les impresionan los pantanos? A mí sí. A mí sí. Yo recuerdo. Cuando digo recuerdo, simple saludo hace casi treinta años, pero así fue la primera vez, el primer viaje donde llegamos al pantano de Gabriel y Galán. O sea, no llegar de cualquiera forma, no es lo mismo llegar en la noche y con mil historias en la cabeza es distinto. Y se presentó aquel lugar como una especie de mapa de agua donde había vido un montón de lances con el misterio.

Yo sabía que en las poblaciones próximas de Igal algunas personas habían tenido encuentros con luces que les habían causado grandes daños.

Claro, en épocas donde no había luz eléctrica y llevaba ya toda esa impronta, la región de donde aparece la luz, que es otro de los mitos varra, verdad? De estos pantanos surgen luces. Los científicos dicen que pueden ser una especie de emanaciones las llamadas luces de los pantanos a nivel racional. Pero el pueblo no cree eso y cree más en el espectro, en lo exógeno que ronda por ahí. Por qué no es bueno rondar por el pantano de noche?

Cómo me impactó a mí Gabriel y Galán y cómo me impactó!

Por ejemplo, Granadilla con una torro y una historia de fantasmas y un lugar común que está siendo reconstruido en las orillas de lo que parece un mar. Un mar muy especial.

Por este tipo de historias y por el impacto que me dan los pantanos y por las historias que me contaban, fui forjando la posibilidad de hacer algo muy bonito, muy hermoso, que van a encontrarse la próxima semana con unas imágenes, con unas imágenes impresionantes. Nuestro aventurero de cabecera es Paco Acedo, capaz de meterse en el hielo del Ártico, capaz de sumergirse en busca de los tesoros hundidos de la Segunda Guerra Mundial, capaz de llegar a la Isla de las Calaveras.

La historia nos ha contado aquí este joven pero valeroso emprendedor solitario. Y ahora me con Javi, con él nos dirigimos allí. Cuántos pueblos hay sumergidos en España? Cuántos pantanos tienen un pueblo? Cuántos de esos pueblos tienen historia y cantar? Cuántos cantares e historias tienen misterio? Caramba! Hay en España sumergida que clama una historia, que clama un saber, que clama algo remoto y perdido, pero muy presente en la memoria de quienes vivieron allí, de quienes tuvieron que irse, de quienes se apartaron de esa tierra que quedó un poco maldita por el desastre.

Por ejemplo, arriba del lago téntico cementerio. Después de lo que pasó, hay pueblos que han quedado así por decisiones burocráticas y el pueblo se han quedado así por la fuerza de la naturaleza. Hay ancianas que no quieren ser retiradas de su casa y se convierten en un espectro errante según la memoria popular. Hay silbidos, voces, apariciones, niños momificados, todo lo que se pueden imaginar en torno a un universo que muy pocas veces ha sido tocado y que quizá por el simple hecho de ser tan especial, una especie de lámina negra que refleja todos nuestros terrores, pues ha sido poco.

Pero bueno, aquí tenemos gárgolas.

Javi, que es el gran libro de la España mágica de en el 78, que Fernando lo sabe.

Hace mucho que no hablo con él, pero lo sabe. Pero llega el libro de la España mágica. Bueno, pues el pantano es como otro mundo, incluso para ti, marginal, misterioso.

Y me dice Paco Acedo. Bueno, vamos a hacerlo. Y hemos recorrido los pantanos españoles con una diferencia desde arriba, contando su historia, contando su eco inquietante que sigue hasta hoy, pero también metiéndonos allá abajo con Paco Acedo. Y qué ha encontrado Paco Acedo? Está en las ruinas del románico. Están los objetos perdidos y esas sombras alargadas. Pues sí, las ha visto. Las ha visto. Así que con mucha emoción y siempre pensando en cosas nuevas que a veces son viejas, pero con una visión diferente.

Pues para poder ofrecerles un argumento que cada día es más difícil y más complicado, que es que ustedes pasen una parte de su preciado tiempo con nosotros, en todo es más complicado.

Por eso no podemos quedarnos dormidos, pero sobre todo porque nos encanta lo que vamos a aprender. La España sumergida será una novedad muy interesante en Cuarto Milenio. Les espero para disfrutarla juntos, para sumergirnos. Le gustan los pantanos? Si no le gusta mucho, a lo mejor no es bueno verlo. O sí? O sea, nos quitará el miedo. Bueno, lo veremos. Si Dios quiere en siete días. Te está gustando lo que escuchas? Este podcast forma parte de iVoox originales y puedes escucharlo completo y gratis desde la aplicación de iVoox, instalarla desde tu store y suscríbete a él para no perderte ningún episodio.