Estos manifestantes creen ser los defensores de la democracia y la libertad. Durante la última década, millones de personas se han unido al movimiento antiglobalización para evitar la propagación del capitalismo global.

Todos queremos un mundo mejor, libre de la pobreza y las injusticias, pero con buenas intenciones, el mundo no será un lugar mejor. En este documental pretendo explicar por qué creo que el movimiento antiglobalización es ignorante y está peligrosamente equivocado.

En defensa de la globalización. Los manifestantes sostienen que la globalización genera pobreza. Están equivocados, todos los países eran pobres. Ha sido en la nueva era de la modernización. Cuando los países han empezado a librarse de la miseria en los últimos 50 años, 3000 millones de seres humanos se han visto libres de la pobreza. Esto es algo históricamente único. Lejos de hacer que el mundo sea un lugar más pobre e injusto. Mis investigaciones como escritor me han convencido de que el capitalismo global podría hacer que todo el mundo fuera tan rico y libre como lo es Europa en la actualidad, si se lo permitimos.

De hecho, la pobreza está en declive en aquellos países que se han integrado a la economía global.

Hace 150 años, mi país, Suecia, era más pobre que la mayoría de los países africanos en la actualidad, y esta bahía era poco más que el vertedero de los excrementos y basura de Estocolmo. Pero aceptamos la globalización y con ello me refiero a la economía de libre mercado, basada en el derecho a iniciar un negocio y comerciar sin restricciones. Y miren nuestro bienestar actual. Voy a iniciar un viaje primero a Taiwán para ver cómo la globalización está dando paso a la riqueza y la democracia, después a Vietnam, para averiguar lo que las multinacionales están haciendo por los países en vías de desarrollo y finalmente a Kenia para intentar saber por qué sigue tan desesperadamente pobre.

Voy a demostrar que el capitalismo global, lejos de ser una amenaza para la humanidad, es su salvación. Taipéi, la capital de Taiwán.

Hace tan sólo 30 años y la gente de este pequeño país del Este de Asia era más pobre que muchos africanos hoy. La malnutrición estaba ampliamente extendida y carecía de recursos naturales. En la actualidad, su pueblo es tan rico como el español. Las pruebas de la riqueza de Taiwán están por todas partes y cada vez son más. A los diez años de iniciar la modernización, los índices de pobreza de Taiwan se habían reducido en más de la mitad. En la actualidad la pobreza absoluta es prácticamente inexistente aquí y los salarios reales son diez veces más altos que hace 40 años.

Este milagro sólo pudo ocurrir porque el país aceptó conscientemente el capitalismo global, pero antes de que un país pueda hacerlo, debe practicar el capitalismo en casa. Y el primer paso para ello es la reforma agraria. Si la gente no es dueña de sus tierras, no tiene ningún incentivo para hacerlas más rentables. En la década de los 50 el gobierno taiwanés empezó a comprar tierras a la antigua élite para dársela al pueblo. La productividad se incrementó rápidamente y Taiwán dispuso de provisiones de alimentos, liberando mano de obra para la industria.

En otro tiempo, esto era una granja rodeada de arrozales. Es donde vivía el señor Wang y sigue viniendo para jugar al mahjong con sus amigos.

El señor Juan es un claro ejemplo de cómo Taiwán se benefició de la reforma agraria. Sus padres eran granjeros pobres, hasta que en 1968 el gobierno les dio las tierras. Una vez fueron suyas, el padre del señor Guan consideró que valía la pena construir una pequeña fábrica. En la actualidad, el señor Guan es millonario. Convirtió la pequeña fábrica de su padre en una gran fábrica en la que fabricaba esos juguetes baratos por los que Taiwán fue conocido en los 60.

Su viaje, desde sus orígenes rurales hasta el bienestar industrial, refleja cómo se ha desarrollado Taiwán.

En una casa de té cercana le pregunté al señor Juan cómo empezó todo. Con juguetes como las muñecas Barbie, bloques de construcción para niños, artículos de deportes como monopatines, tijeras de acero inoxidable y plástico.

Estás muy guapa. Juicio. Carmen precintado. Epping Kanka es una suma a eso.

Al principio trabajábamos 24 horas al día en varios turnos, hasta que la maquinaria delpasado causaba muchos accidentes.

También se hizo bien. Había que aprender lentamente. Por eso tengo los dedos así, porque desconocía su funcionamiento. Todo me pedían. Qué hora es? En estas primeras Fabrica se explotaba al obrero, pero en esos tiempos todo lo que Taiwán podía ofrecer era mano de obra barata y muchas horas de trabajo. El señor Juan me contó que el fomento del gobierno de la industrialización durante los años 60 animó a sus padres a construir su pequeña fábrica.

Si en esos tiempos del entonces vicepresidente animaba a la gente a dedicarse a la industria manufacturera diciéndonos tu casa es una fábrica y tu salón es una fábrica. Originariamente cultivábamos la tierra, que es el campo que trabajábamos. Se lo había dado el gobierno a mi padre. Pero el gobierno se estaba reformando en esa época quería alentar a la pequeña y mediana empresa. El gobierno decidió a qué tierras se daría un uso industrial, quizás lo que significaba que allí se podía construir una fábrica.

Papá, yo estoy decidido y a mi padre le dieron una oportunidad y como es lógico, aprovechamos la tierra y ahora nuestros hijos, que ya son mayores y hacen lo mismo.

La generación del señor Guan le dio a Taiwán fábricas en las que explotaban a los obreros produciendo productos para los mercados occidentales. Afeaba en el paisaje? Sí, pero no se pongan a ello, ya que fueron una etapa transitoria pero crucial en el camino de Taiwán hacia la riqueza.

Si el movimiento antiglobalización hubiera existido cuando la industrialización de Taiwán, habrían protestado contra las fábricas y nos habrían dicho que empleábamos mano de obra barata, sin duda habrían organizado un boicot y tal vez hubieran decidido no comprar productos hechos en Taiwán. Si muchos de ustedes hubiesen decidido lo mismo, Taiwán seguiría sumido en la pobreza.

A medida que el señor Guang y su generación fueron triunfando, aparecieron más y más fábricas, lo que significaba un incremento en la demanda de mano de obra. Una vez la industrialización ya era un hecho. La competencia por la mano de obra provocó un aumento en los salarios, por lo que sólo podían sobrevivir las empresas más competitivas.

Empresas como ISER prosperaron respondiendo a la competitividad con innovación. Es Dancy, director general ejecutivo de ISER, es conocido por haber inventado la primera calculadora de sobremesa de Taiwan y el primer bolígrafo reloj del mundo. En la actualidad, ISER es el séptimo proveedor de componentes informáticos del mundo de esta isla.

Esta es la primera máquina que exportamos al mercado internacional hacia 1981. Formamos a unos 3000 ingenieros en Taiwán basándose en este tipo de máquina. Por ello me siento muy feliz. Esto es genial.

Y este es el primer ordenador. A finales del 83 lanzamos uno de los primeros ordenadores compatibles de la región.

Y adónde lo exportaban? A casi todo el mundo.

El Señor sí me invitó a acompañarle en sus ejercicios a la hora de comer en el gimnasio de la empresa. Quería saber cuál era, según él, la clave del éxito de Taiwán. Era más fácil iniciar un negocio en Taiwán que en otros países?

Yo sí creo que sí. A la gente le gusta tener su propio negocio.

Eso hoy en la ciudad se cuenta un chiste de cada seis personas que vea en la calle. Una de ellas es presidente.

Si una de cada seis personas que ves en la calle es propietaria de una empresa, se debe a que hay menos burocracia o restricciones que en otros países.

Creo que si bien las normas gubernamentales son razonables y mucha gente inicia un negocio sin conocerlas todas.