La Tierra, los océanos, dominan nuestro planeta.

Casi dos tercios de la superficie de la Tierra está cubierta por agua marina. Más de 360 millones de kilómetros cuadrados, 1300 billones de billones de litros. Pero si trimmer toda este agua. Aparecería un paisaje asombroso, al menos 100 mil volcanes llamados montañas marinas. La mayor cadena montañosa del planeta y veintidós fosas marinas, algunas más profundas que la altura del Monte Everest.

El fondo marino es una de las regiones geológicas más activas del planeta. Para comprender qué es lo que creo, deberemos sumergirnos hasta sus mismas profundidades, desde la superficie del océano hasta su cima más profunda.

Hay una distancia de once kilómetros.

Puede que no parezca mucho, pero llegar hasta allí es un asunto arriesgado y de aventureros.

Ha viajado más gente hasta la Luna que los que se han aventurado a las profundidades marinas.

El océano produce pavor a cualquiera. A todo el mundo.

La presión es intensa entre 270 y 340 atmósferas. Razón por la que es una de las últimas y grandes fronteras de la tierra. Aún por explorar. Para hacernos una idea de la verdadera magnitud de las profundidades. Imaginémonos a un buzo descendiendo hasta la mayor fosa marina. Le seguiremos en este viaje imaginario hasta el fondo del mar. Nos llevará hasta algunos de los accidentes geográficos más extraordinarios de la Tierra. Los tres niveles las cordilleras, las llanuras y las fosas del océano, culminando en el punto más profundo de todos.

A once kilómetros por debajo de la superficie, sería una misión imposible. Pero si fuere posible. Qué paisaje veríamos en el camino? Qué aspecto tendría este misterioso mundo submarino? Nuestro primer destino, no lejos de la superficie, será la plataforma continental.

Rodeando prácticamente a todos los continentes, la plataforma continental es un saliente poco profundo que se extiende una media de 80 kilómetros mar adentro. No es muy profunda, tiene un promedio de 130 metros por debajo de la superficie. Si levantáramos el Empire State Building sobre ella, aún sobre, saldría en la mitad del rascacielos. Pero alberga un paisaje sobrecogedor. Barrancos gigantescos jalonan la plataforma.

Son muy profundos. Muchos de ellos, como el Cañón de Monterrey, frente a las costas de California, se equiparan en profundidad y anchura al Cañón del Colorado.

La mayoría se creó en la última glaciación hace 20000 años.

El agua se congeló formando bañistas polares, algunas de varios kilómetros de espesor, conforme el agua iba quedando atrapada en el hielo.

El nivel del mar en todo el planeta llegó a descender hasta 120 metros. La plataforma continental costera se tornó terreno seco. Los ríos, que una vez desembocaron gentilmente en el mar, ahora tenían un desnivel extra de 120 metros. Se convirtieron en violentos torrentes que viven excavando cañones gigantes en las paredes de roca. Cuando la Edad de Hielo tocó a su fin, las placas de hielo se fundieron y los crecientes mares agregaron esta parte costera, creando la plataforma continental.

Los gigantescos cañones quedaron borrados del mapa donde acaba la plataforma continental. Se inició un ligero desnivel llamado talud continental. Y allí es adonde nos dirigimos a continuación. Conforme vamos descendiendo, la luz se va oscureciendo kilómetro y medio más abajo. La temperatura desciende bruscamente hasta los 4 grados centígrados y la presión se hace intensa.

Lo suficiente para reducir un balón de fútbol al tamaño de una pelota de béisbol. En este medio extremo, fenómenos extraños empiezan a ocurrir en el lecho marino. Década de los 80, los geólogos comienzan a explorar las plataformas y los taludes continentales con la ayuda de un sonar ver un rosario de extraños accidentes geográficos, cráteres gigantes pensaron que se formaban con los gases expelido repentinamente del lecho marino.

Hubo quienes especularon con que estos gases pudieron hundir barcos, lo cual explicaría el misterio del Triángulo de las Bermudas.

Los escapes de gas son ciertamente peligrosos.

Esta plataforma petrolera frente a las costas de Noruega se hundió en medio de un burbujeante mar de gas. Éste salió despedido cuando la perforadora alcanzó un yacimiento de metano. Contrariedades como ésta hicieron muy difícil a los geólogos explorar el fondo marino. En la frontera de la plataforma continental, en el Golfo de México, un equipo de científicos se prepara para zambullirse. Su misión. Investigar una extraña sustancia que puede estar causando emisiones de gas desde el lecho marino. Protegidos dentro de un batiscafo con una semiesfera de acrílico de 12 centímetros de espesor, se sumergen hacia el talud continental.

550 metros más abajo encuentran lo que andaban buscando un montículo de una sustancia amarilla y blanquecina llamada hidrato de metano.

Se forma sometido a una gran presión, a profundidades superiores a los 300 metros y además contiene gas en la Universidad Gery Twat, de Escocia.

El geólogo Rose Anderson estudia nitrato de metano, aunque nitrato de metano está compuesto principalmente de agua. Contienen una gran cantidad de dicho gas. Y Rose Anderson nos lo va a demostrar. Este gas arde. Pero no hagan esto en sus hogares. Es una ligera sensación de calor. Mi mano se enfría con el hielo derretido. Prevalece la sensación de frío. Pero si siento el calor de las llamas en la parte de mi mano que no está mojada.

El hidrato de metano contiene tanto gas que cada centímetro cúbico de hielo libera 160 centímetros cúbicos de metano en el talud continental marino.

El gas normalmente se mantiene seguro en su forma de hidrato de metano, pero si la temperatura y la presión cambiaran, el Liberato se fundiría y el gas escaparía. Esta liberación repentina haría explotar los cráteres, pero algunos piensan que incluso puede ser peor. Las investigaciones sugieren que incluso podría hundir una embarcación. En la Universidad Monarch de Australia, unos físicos llevan a cabo un experimento en un tanque de pruebas, lanzan una burbuja a escala del barco de referencia.

Si el barco está en el lugar y el momento inoportunos, se hundirá una y otra vez. Nadie ha visto nunca un barco hundirse a causa de burbujas de gas. Pero algunas personas piensan que el libreto de metano podría explicar la desaparición de barcos en el Triángulo de las Bermudas y el hidrato de metano atrae nuestra atención por otra razón.

Se calcula que por todo el mundo hay hasta 11 trillones de metros cúbicos de hidrato de metano enterrados en las plataformas continentales o en cualquier otra parte del océano.

Según algunas estimaciones, es más que el doble que las reservas energéticas existentes de petróleo, gas natural y carbón. Es difícil de extraer, pero esta extraña sustancia podría ser la fuente del combustible del futuro. La compleja geología de los taludes continentales produce uno de los elementos más extraños de nuestro planeta. 600 metros de profundidad en medio del inhóspito lecho marino. Nuestro batiscafo, el Jonson. Si Link encuentra algo que parece obviar las leyes de la física. Una laguna cuya superficie se nos muestra tranquila.

El biólogo Stealth Fischer, de la Universidad de Pensilvania, estudia este extraño lago submarino conocido como El piélago salino.

Encontrarse con un piélago salino en el Golfo de México es una experiencia fantástica, pues estás tranquilamente en el fondo del mar, dentro de un batiscafo, totalmente convencido de que estás en un ocea.