Luis del Val se acuerda de todo y se olvida de lo que quiere.

Ha vivido tantas cosas que tiene derecho a escribirlas.

O también de no hacerlo. Si escribe un libro puede llamarlo autobiografía o puede aparecer en la sección de Historia, Memoria y olvido. Es esa reunión de cosas que han pasado, que le han pasado a Luis y a sus contemporáneos. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, humor, ternura, ironía.

Todo eso no, porque son propios de él. Como ustedes saben, después de tantos y tantos años escuchándole, venturosa mente, querido Luis del Val. Buenos días, querido Carlos.

Buenos días.

Me siento raro porque hoy no hay luz eléctrica y tengo la ventana de la habitación efficient do la luz del día. Y fíjate si estaría confundido, que me he puesto las gafas. Adivino que no tengo que leer nada.

Lo primero que recuerdo es en este libro es un carro, un hombre que carga con él ciertas gotas de sudor, un niño emocionado dentro del carro porque le parece una aventura. El niño eres tú y el hombre de gotas de sudor tu padre. A qué correspondía aquella fotografía?

Pues aún recuerdo muy nítido cuando yo tenía cinco años. A mí me aquello me parecía extraordinario, una aventura maravillosa. Era un carro de mano alquilado. En el carro de mano había unos o Mieres, unos, unos trozos de cama, unos armarios, porque nos teníamos que cambiar de casa, porque nosotros no teníamos abogados y el dueño de la casa en la que estábamos alquilados quería levantar una planta. Y aquel hombre que no sabía cómo iba a pagar el alquiler nuevo, mucho más caro que sudaba, pues debía tener treinta y cuatro años y aquel niño que corría tenía cinco.

A mí me parecía una aventura maravillosa. Para aquel hombre era una gran preocupación.

Así que un día escribí tres o cuatro folios y los dejé allí. Y otro día dije Mira ese niño, un día habíamos estado en una cena, perdona que me alargue hablando del silencio y yo creo que el silencio, los dos momentos de mi vida en que he percibido el silencio han sido tres en las cuevas de Val, porquero, en el en Auschwitz, cuando estás visitando lo que fue aquel lugar terrible de muerte y tormento. Y un día en el Congreso, cuando en la mesa de edad baja Dolores Ibárruri, la Pasionaria y se escuchaba el rozar de sus zapatos por la alfombra porque estaba bajando la historia de España.

Y entonces escribí otros tres o cuatro folios sobre eso. Un día dije se los voy a mandar a Ana Rosa Semprún, la directora de Escasa Calpe. Al día siguiente me dijo Oye, me gusta mucho, tenemos que hablar. Y de ahí salió el libro.

Por qué tu madre se empeñó en que empezaras a leer a los cuatro años? Pues no lo sé. Yo creo que quizá por ser hijo único. Dice José Luis Garci que somos de la misma cosecha del mismo año. Nacimos en el 44, que los hijos únicos están súper protegidos por las madres y que eso nos obliga a que nos dejan salir menos a la calle. Nos tenemos que inventar cosas y efectivamente, el sabio inventa un amigo y otro y eso dice que estimula la fantasía.

Entonces mi madre, al tener hijo único y saber que no podía tener más hijos, yo creo que se concentró tanto en mí que dijo este, este tiene que aprender a leer como sea. Hoy yo creo que la meterían en la cárcel por enseñar a un hijo, a un niño de batallas a leer.

Yo leía, yo leía, pero sin comprensión, desde ahí, sin ninguna comprensión. Pero leía, interpretaba los signos con, con los sonidos.

Tiene recuerdos de la escasez y el hambre.

Son recuerdos para olvidar, no son recuerdos. Para mí no iba a decir que gratos, pero son recuerdos de supervivencia, son recuerdos maravillosos. Cuando tú sabes que hemos vivido muchas etapas en esta en España, cuando empezó el boom de la gastronomía y los de los grandes chefs y tal. Yo muchas veces cuando hablaba del marida miento de tal cosecha de no sé cuántos son, con un manjar determinado, pues me acordaba mucho del pan con aceite, no el paqué, el pan con aceite, que con un poquito de azúcar nos nos libraba de poder, de poder no tener hambre.

Al fin y al cabo, ese aceite venía en una garrafa de cinco litros que el padre hacía cien kilómetros de ida y de vuelta para partirse.

Yo recuerdo los domingos, mi padre se marchaba de noche. Yo no lo veía salir hasta Alcañiz viene en coche. Ahora deben ser una hora y pico, pero él tardaba tres horas y pico para. Para llegar hasta Alcañiz, porque tenía que tomar dos trenes allí compraba de estraperlo la una, la lata de cinco en el garrafón de cinco litros, la lata de cinco litros se la embutida en la gabardina y procuraba pasar inadvertido ante la mirada de la policía, porque si no lo hubieran detenido, porque era estaba prohibido comprar, comprar víveres de estraperlo y cuando llegaba por la noche a casa demacrado, se levantaba la gabardina y mi madre cogía el aceite y lo ponía encima de la cocina económica.

Cocina con carbón y yo me acuerdo mucho de aquello.

Y creo que no es para olvidar. Creo que es para recordar. Tampoco para dar la paliza a hijos y nietos. De ninguna manera, pero sí para tenerlo presente y para saber de dónde venimos. Cuáles eran las puertas que te permitían escapar de la realidad?

La novela, el cine, la novela y el cine. No dice, dice Pedro Ruiz que el cine es el sitio donde durante dos horas. Afortunadamente los problemas son de los otros. Y la novela? La novela para mí era bueno.

Yo empecé leyendo a Marcial Lafuente Estefanía Novelar del Oeste. Luego me fui a Julio Verne, fíjate. Recuerdo que había una un detergente que se llamaba Mistol y en cada detergente había una letra. Cuando tenías la palabra Mistol, la editorial Molino te regalaba un libro. Y a mí aquel libro me parecía, me parecía maravilloso. Y la novela? Si, la novela fue una escapada maravillosa. Y también la libertad y los juegos. Es decir, que un niño siempre es feliz.

Yo recuerdo mucho a Chumi Humet que decir que escribió un libro que decía yo fui un niño feliz en la guerra y tenía de vez en cuando te hacía declaraciones que hoy en día considerarían políticamente incorrectas. Pero él decía nosotros, dice nosotros.

Allí en la calle jugábamos a fusilar. Porque los niños hacían lo que lo que veían y lo que oían no dejaban a todo claro. En el cine tuviste conciencia de que había ricos y pobres. Vosotros ibais al hall de reestreno y no al de estreno.

Sí, era un poco más caro, no? Sí, sí, la conciencia de ser rico. Ser pobre yo la tengo muy, muy a muy temprana edad. Yo un día, entonces el horario escolar era el jueves, era. Era fiesta por la tarde y. Y en cambio los sábados por la mañana y por la tarde íbamos a la escuela. Entonces un día mi mi, mi madre me dijo que me iba a llevar al cine y entonces nada.

Me puso un chaleco, una camisa recién plantada, un chaleco. Me peinó y yo le dije mamá, puedo bajar a la que dices si, pero no te manches y yo baje a la calle cuandolos. Los compañeros del barrio me vieron allí tan repentino.

A dónde vas? Al cine, les contesté. Y claro, con una sensación de envidia, porque al cine se ve y se iba una o dos veces al mes. Generalmente una.

No, no todas las semanas. Y a qué cine vas?

Y cuando dije al cine que iba la la envidia se trastornó en cierta decepción y cierto desprecio porque iba a un cine de reestreno. Había dos clases de cines, los de estreno, que eran más caros y los de reestreno, donde pasadas varias semanas y ya la película la había visto mucha gente, se iba ya para los barrios donde las personas más humildes podíamos ver las películas. Aquella película se llamaba Capitanes intrépidos. Creo que a Spencer Tracy le dieron, le dieron un Oscar y además habla de la historia de un niño, un niño hijo de ricos que que está a punto de ahogarse.

Lo recogen unos pescadores y allí conoce lo que es la pobreza.

Eras un niño carne de marxismo, pero no fue así. Por qué? Bueno, porque las diferencias de clases no te las tienen que explicar. Carlos Marx las las percibes, no las notas, las, las, las adviertes. Y eso te produce una especie de de deseo de de que eso tiene que cambiar, no? Y lo que lo único que se podía cambiar era lo más fácil era la parte izquierdosa. Y yo fui un compañero de viaje del PC de un PC y los que los mandos sabrían lo que hacían, pero los demás éramos bastante ingenuos.

Quiero decir que toda aquella generación don José Antonio Labordeta, Eloy Fernández, Clemente, todas aquellas gentes. Pues yo creo que sí, que éramos de izquierdas, naturalmente, porque había que ser de izquierdas y luego ya además no teníamos información. Luego ya nos dimos cuenta de que el mayor de los mayores genocidios no se habían producido en Auschwitz, que sino que se habían producido en la Unión Soviética. Y con la complicidad, por supuesto, de los intelectuales europeos, con Jean Paul Sartre a la cabeza, que nunca quiso que los demás nos enteráramos de las atrocidades que había detubo.

Experiencia en política. Estuviste en las Cortes? Cuál es un recuerdo para enmarcar y cuál para olvidar? Bueno. El recuerdo para enmarcar para mí fue el entrar en las.

Entrar en las cortes, no, eh, aquello fue, no sé, no me lo creía. Aquello era de verdad a la decisión del pueblo. Y luego tengo muchos recuerdos. He tenido la suerte de trabajar con con gente maravillosa, he trabajado con con Rafael Calvo Ortega, he trabajado con Carlos Robles Piquer, que era una persona muy inteligente. Yo creo que es más inteligente que Manuel Fraga Iribarne.

Lo que pasa es que como Carlos Robles Piquer era cuñado de Manuel Fraga Iribarne y él era más famoso, Fraga Iribarne parecía que era un enchufen o no. Carlos Robles Piquer era una persona extraordinaria, maravillosa y me alegro mucho de haber conocido a Adolfo Suárez, con el cual yo la verdad es que me negué casi a entrar en la coalición con Unión de Centro Democrático y el otro día se lo comentaba a su hijo Adolfo Suárez Illana, con el cual tengo una una comida para orar juntos.

La primera vez que conocí a Adolfo Suárez me me conmovió su empatía, su simpatía, su capacidad para atraer la atención, su seducción y su sinceridad. No era, no era un vendedor de baratijas. Era un político que quería hacer política y que la hizo bastante bien. La radio Cuando pasas de oyente me imagino en tu infancia a ciante.

Pues a los 15 años, desgraciadamente, desgraciadamente, porque no fue muy bueno aquello, pero ya hacía un pequeño programita de noticias juveniles en Radio Zaragoza y después ya no se me. La afición ya no se me fue nunca, porque tú sabes que que la radio es un medio caliente, que es el descanso de los ojos, el trabajo de la imaginación y que con el sonido, con la música y con la palabra se pueden forjar mundos maravillosos de todo lo que has vivido, porque ha sido hasta maestro de escuela, vendedor de enciclopedias.

La radio siempre ha permanecido, que es lo que te ha dado? Cuáles han sido los grandes momentos?

Bueno, la radio para mí. Yo no. Yo no. Los premios. Yo nunca. Uno nunca escribe para que te den un premio. No, no. Uno nunca va a la radio o al periódico a que te de un premio. A mí me gustaba vivir la radio. No estaba en la radio, sino vivir la radio. Y luego pues hay instantes en los que yo siempre recuerdo los momentos en los que la radio me ha emocionado. No, no, que te den el premio Ondas una vez o dos.

No, no.. A mí lo que me emociona es cuando notas que la radio entra dentro de ti y te come.

Yo recuerdo una vez ahí en la COPE, por ejemplo, que tenía un programa que se llamaba Sé que estás ahí, donde un día estaba entrevistando a un famoso payaso Tonetti. Su hermano se había suicidado a través de una depresión y estuvimos hablando, pues era una hora. Era una conversación, era una entrevista. Y Tonetti iba diciendo cosas de su infancia, del circo. Y bueno, cuando terminó la entrevista y yo con botones, era un personaje entonces muy conocido, habló hace muchos años.

Yo dije que si había personas que habían visto a Tonetti nos gustaría conocer su opinión y me llamó un oyente diciendo que tenía unos recuerdos inolvidables y de pronto llamó una chica y dijo Quiero darle las gracias a Tonetti, quiero dar las gracias a vosotros que le habéis traído. Y quiero dar las gracias porque creo que hoy, esta noche, he conocido de verdad a mi padre. Era la hija de Tonetti y yo vi la famosa, la famosa metáfora, el famoso tópico del payaso llorar.

Yo vi al payaso sin maquillaje que se echó a llorar. Esos instantes no sé, Carlos, yo creo que son los mejores los que los que te.

Los que te hacen pensar que la radio es un medio caliente, entre otras cosas porque lo primero, el primer sonido que escuchamos es la palabra. Y afortunadamente, la palabra a través de la radio no cambia mucho. Es decir, que no Kameni a través de un altavoz, a través de un medio, no cambia mucho.

Sigue siendo un ser humano el que habla de qué haces esfuerzos o en qué haces esfuerzos para olvidarte de las cosas desagradables, de sobretodo de las miserias, de las de las traiciones, de las de las tonterías. Tú eres mucho más joven que yo, pero ya irás observando que a medida que vas consumiendo calendarios, Blass, las vanidades te dejan cada día más frío, sobre todo las e, las vanidades de oropel, las vanidades superficiales. Y entonces, cuando observas aquellas cosas en las que.

Por vanidad has observado traiciones de amistades? Te tienes ganas de olvidarlas? Lo que pasa es que es muy difícil olvidarlo. Pero el olvido es necesario tanto como la memoria.

Yo me acuerdo cuando con 28 años y yo llegué a la cadena Ser. De eso hace o treinta y cinco. Yo estaba Luis del Val y pude trabajar con Luis del Val en aquellas mañanas de Radio Madrid en los que Luis daba su picotazo certero. Algunos de ellos preciosista, conservo. Te confesaré algunos originales que habías escrito tú, que luego los tirabas.

Él inexplicablemente. Y por cómo tiras eso? Y el yo me quedé algunos y los tengo por aquí en el despacho. De vez en cuando me asomo. Y para mí fue aquello una sensación de plenitud. Y fíjate, hoy, 35 años después, aquí seguimos aquí otra vez. Yo me acuerdo perfectamente de aquella etapa. La cuento en el libro porque no sé si recordarás yo de 8 a 10. Estaba con Iñaki Gabilondo y de diez a doce. Estaba con Carlos Herrera, que es como.

Cómo te diría yo. Como estar de Ejercicios Espirituales dos horas. Y luego en la Feria de Abril lo trador, no? Y yo digo en el libro y lo cuento, que si no me volví esquizofrénico en esa ocasión ya no me volveré nunca. No, porque nace, porque cada uno tiene una manera diferente de trabajar. Es decir, no yo hoy.

Yo hoy hablo mucho de que de lo que, de los esfuerzos he tenido la suerte, la inmensa suerte, Carlos, de trabajar con Luis del Olmo, de trabajar con Iñaki Gabilondo, de trabajar con Carlos Herrera, de trabajar con Ernesto Sáez de Buruaga, de trabajar con Ángel. He trabajado con Muzzy y tú y tu. Recuerdo muy bien que tú me descubriste porque llevaba muchos años en la SER, pero tú llegaste y con esa certera y con ese tino me descubriste el chiringuito al lado de la radio, donde hacían la mejor.

Tortilla de patata de Madrid. La sígannos, por cierto, las gracias. Por cierto, la última vez que estuve allí, la última que estuve allí, me dio un bolígrafo que tengo guardado y que ahora como no nos vemos. Pues no te puedo dar, pero que me lo regaló para ti.

Será maravilloso que el lugar era pequeño. Pequeñito.

Estaba al lado de la villa de Verin. Sí, sí, sí. Una maravilla. Qué maravilla! Qué maravilla! Se vea un lugar idílico. Tiene preguntas interesantes?

Goyo González Dicen que la distancia hace el olvido, pero usted no concibe esa razón. De quien seguirá siendo cautivo? De los caprichos de su corazón. De los caprichos de mi corazón. Pues yo seré cautivo de mis amigos, de mi mujer, de mis hijos, de mi familia.

No creo yo. Resucite alguien para compartir esa tortilla de patata y un vino. Nati Mistral, por ejemplo, era una persona encantadora, maravillosa, llena de gracia, llena, llena de ingenio, llena de de sal. Parecía mucha gente se creía que era, que era, de que era andaluza, era madrileña, pero era una madrileña que a ver que parecía que había pasado por, no sé, por la Almería, por la Sevilla. Y es y me encanta cuando decía yo tengo una carga y es que tengo que recitar siempre la la casada, infiel y esas cosas, no?

Y cuando cuando recitaba lo hacía de una manera maravillosa y cuando cantaba pa, ladeaba, ladeaba cada palabra.

Me acuerdo de Nati Mistral se jubilará algún día o eso es cosa de viejos? Yo creo que te jubila la vida, te jubila a la salud, te jubilan las arterias, te jubila de la falta de riego en el cerebro.

Pero yo no juego al fútbol, no tengo que hacer los 100 metros en 10 segundos o 9 segundos y décimas. Y mientras pueda escribir y pueda hablar y los demás me soporten y me aguanten. Pues yo creo que lo intentaré seguir haciéndolo.

Y ya por último, un clásico juraré no haberlo dicho nunca antes en estas entrevistas y no volverlo a decir después. Un horizonte lejano, su epitafio da Luise. Pues a mí me gusta mucho el de Joaquín Leguina, que ha elegido para él y yo la verdad es que sí creo que me siento compañero de Joaquín Leguina. Aquí yace un estudiante de inglés.

Tenía ganas de escucharlo rezar a hacer memoria y olvido. El libro ya en sus librerías favoritas. Querido Luis del Val. Un abrazo muy fuerte. Gracias por estar aquí esta mañana, queridos amigos Goyo y Carlos. Un abrazo muy fuerte y muchas gracias.

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Es la primera vez. Creo que hago una entrevista a las cinco y cuarto de la mañana, no en un programa que reivindica el trabajador nocturno en Buenos días.

Dónde estás ahora mismo? Debajo de una encina. En la dehesa cruceña, rodeada de ganado. Quédate aquí. Quieren contestarte y decirte buenos días a todos los ponedora. Espérate un poco, ya verás.

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El momento de escuchar a Fernando Salaverry, el auténtico, el verdadero, el Sin fronteras, el Sin fronteras. Saludos. Como tú sabes, Fernando. Ay, Dios mío, Dios mío, Dios mío, qué bien os veo! Qué alegría veros bien bonito.

Os ha gustado mucho? Vale.

No, lo que quiero deciros es que hoy, hoy, con permiso de todos vosotros, vamos a hablar del primer amor. Oh, esos amores maravillosos! Ya les cuenta que llega el 14 de febrero, el día de San Valentín está a la vuelta de la esquina, que es una fecha un poco raro todo el año, pero bueno, ahí está. Entonces ese es para mí es un privilegio que no es tuya, privativo solamente de adolescentes y jóvenes, sino también de los que tenemos ya una cierta edad.

Y por qué no podemos tener memoria de un primer amor, de una asignatura pendiente que más que dar no se ha tenido aquí?

Suqué No, Omara, Mapi, hombre, espera, no solamente lo he tenido Carlos, sino que espero seguir teniéndolos, no de que se mira se tiene uno, el primero se tiene o no se llama?

Sí, si, si, si, si. Además yo lo recuerdo con mucho cariño, con mucha magia, por ejemplo.

Bueno, vamos a ilustrar entonces Alberto Alberto no ha tenido, no ha tenido, yo he tenido, no tiene pasado. Ah, perdón, perdón, perdón.

Yo siempre digo que no tengo pasado, pero todos los amores son primeros amores, porque al final es sobre sus primeros años, de su primer paseo cogidos de la mano. Es sólo ahí vamos por el dinero que me compré yo.

Bueno, vamos a ver, madamas que yo me voy a ir si te parece Carlos a las playas de agua dulce.

Vale, a gusto. Sí, sí, ahí conocí yo al que fue mi primer amor. Yo tenía dieciséis años, yo tenía quince.

Se llama, se llama Miguel, porque sigue, sigue respirando.

Y esta canción nos acompañaba, nos acompañaba de fondo por él, por el paseo de esas playas. Echa un poco de trampa porque la canción que nos acompañaba era una GLE Medeiros, pero luego, según Blain, exactamente. Pero luego fui creciendo y me di cuenta de que había una original. O sea que Medeiros había hecho pues una versión muy especial de un señor que luego adoraría, que es Dios Benson y que cantaba algo tan, tan monia, tan monia como éste.

No tienes chains meido follow. Yo lo vi en ti pendant 6olo. Así, bebé, soy mi amante. El tipo del vuelve. Homena Church Minha. No te acompañaba, esto es el 85. Este es del 85. Es curioso que no me acuerdo de lo que comí ayer y te podría cantar esta canción de memoria.

Rajel el gañan dice que esto acompaña muy bien a una pizza de piña. O sea que no creo que tenga la gran estima.

Esta canción es muy hortera, pero a mí me trae muy buenos recuerdos. Me gusta mucho Jose. Pasa que Eclesiastes exacto.

No es que sea hortera, es que los 80 cambiaron tanto las baterías y los teclados que hicieron que la música se convirtiese en insoportable.

Oye, soportable. Ahora apoyo. Hasta luego. Ozawa Eh. Sí, pero.

Pero entiéndeme, estos son mis 10 teclados portable, ya que estamos en una cosa que es pura y donar. Nos hemos pasado décadas.

La canción Perdonadme este Koffi que Gaul, que escribió montones de canciones con knocking y con mucha gente. Cuidado! Ojo! Ojo con esta crema que es realmente buena.

Yo no he dicho que la canción sea mala porque la canción es bueno. A ver, es una canción muy conocida. Más Ha utilizado muchas películas en el once, pero.

Pero entiéndeme, en los ochenta cambiaron la forma de componer, de producir, intentaron innovar.

Me encantan los 80.

También ha quedado claro que es una canción que es una auténtica mentira, porque no soy nada. Me cambiará mi amor por ti. Es algo que nos damos cuenta con el tiempo que no existe. El amor cambia. Ay! Ay, ay!

Bueno, bueno, bueno. Oye, Alberto Central a ver, primer amor. Yo tuve un primer amor que jamás conociste. Tú no vas a ver nada si esto va papi, estaba papi, que fue una relación maravillosa, pero he traído otra cosa. Vamos a ver, yo la primera vez que conozco bien, bien decide sentarme a blaco con mi marijose. Fue en Sanlucar, un día en el que ella me vio. Conocíamos de antes, pero eso fue el día que de verdad congeniamos.

Me vio saliendo de la piscina sin avisándote y luego saliendo, claro, por el otro lado, con el pelo muy largo por la cara.

Claro, una primera, una primera impresión, como si fuera ahora mismo, jajaja.

Y una primera impresión, claro. Yo vi esos cabellos rojos ardientes y dije Madre mía, madre mía, madre mía. Total, que ahí empezamos a hablar y no sé si recuerdas que yo la forma que tuve de entrar en el programa fue poniendo una canción que le mandaba a mi marijose por por whatsapp todos, todos los viernes y ponía una canción. Y claro, cuando descubríamos descubrimos que teníamos los gustos muy parecidos en cuanto a música, pues que eso ya fue amor.

Vamos a todo lo que da una de las primeras canciones que puso mi nombre fue de Jorge Drexler y se llama La trama y el desenlace o.

Camino por Madrid en tu compañía. Mi mano en tu cintura, copiando a tu mano en la cintura mía. A paso lento, como bostezando, como quien ves el barrio lindo pisando. Como quien sabe que cuenta con la tarde entera, sin nada más que hacer que acariciar, será. Y sin planearlo tú acaso. Como quien, sin quererlo, bailo, así te vi cambiar tu paso. Hasta ponerlo en fase. En la misma fase que mi propio paso uoo.

Entrar y salir de paso. Amar la trama más que el desenlace. Amar la trama más que el desenlace que viene escrito. Que bien escribes, que devoré detalles. Bueno, no debía estar hasta las trancas, cómo no veas hasta la náusea que nos habría tomado Alberto para decir que vio esa gran melena pelirroja?

Jajaja. Era sabría. Vamos a ver.

Fue la hablar de lo de mi madre. José y yo fue conexión absoluta en el primer, como un flechazo a primera lechazo total.

Además, me senté con la guitarra a cantarle un poquito más abajo de la silla. Terminó de enamorar.

Fue claro, por lo mismo ella ya estaba enamorada pa aguantar alguien con una guitarra, eh?

Mira, mira que ya no aguanto este tipo de cosas. No, no, no, no, no me tuve que enfadar un poco con Paloma amortajada. Dios la tenga en su gloria porque estaba Davia con la labor. Se acabó. Vamos a ver.

Estaba yo a vuestro lado, guapas.

Un acuerdo de lo que dijiste Suicidaste y Fernando Salaverry Metrallas José Augusto Si Fai no más esto otro.

Háblame de José Augusto, que tuvo bastante éxito con Candilejas, verdad? Así es. Sí, es cierto. Sobre el 1935 fue número uno total en España cantando en español y hoy traigo un tema de él que me primeiro amor.

Mi primer amor lo traigo en portugués porque el otro día es una cuestión de envidia, porque el otro día María del Mar nos trajo una canción en portugués que era preciosa, de un grupo en brasileiro, y entonces yo digo pues yo también quiero llevar una en portugués. Ha ido ésta, que ahí está la versión española, pero he preferido ponerla en portugués.

FAI No más esto.

Otro día encontré a Namor Mora de infancia.

Son da derado más vose mi yo de pinchi Fillion, que chinga es que Sidhu y con Sodi sus engrasa me presento a mi marido.

Como veréis, es en los 60, en los 70, los brasileños es que entre la bossa nova que se mezcló con el jazz y los votos, estos baladista como Roberto Carlos y todos Cherán.

Realmente es en todo el mundo triunfar en todo el mundo.

Y claro, ellos tienen la suerte en Brasil, que el segundo idioma es en español. En las escuelas hablar de español y todos grabar en español. Invadieron Latinoamérica y siguen, siguen todavía triunfando todos los días.

Pero, y los portugueses? Fernando te pregunta. Los portugueses y los brasileiros han triunfado en la España de los 70, de los 60, de los 80? O es una música que no se escuchaba mucho por aquí? Mucho.

Roberto Carlos fue un exitazo, el molino de hambre fue algo impresionante y luego también Martineau y estuvo mucha, mucha gente.

Sí, hombre, tocino?

No, no mucho. La cosa fue muy importante como referencia, por ejemplo, en el portugués.

Ahora mismo ya hay dos artistas Salvado Salvador y Luisa Sobral son hermanos.

Recordar a Salvador, del que ganó Eurovisión con una canción preciosa. Me parecen dos artistazo como la copa de un pino.

Hermana es extraordinaria la hermana Ana. La gente muere así. Se compone maravillosamente. Bueno, como estoy, mi María del Mar.

Pues mira, hacía muchísimo que no escuchaba esta canción. Carlos ayer me vino a la cabeza porque para mí es como el retrato perfecto. Cuando cuando te enamoras de alguien que bueno, pues es la letra ideal. Habla de Pancho Céspedes, este cubano que luego se nacionalizado mexicano que triunfó en España con otra canción, pero que ésta para mí tiene un toque muy especial.

Es como muy adorable, como. Pues como si fueran como ese primer vestido que te pones cuando quedas en una primera cita. Pues así es como suena a nadie como tú.

Tú? Yo quiero equivocarme, pero no ha habido nadie. Dónde encontrar más? Nadie es como tú, que crezca con la risa. Y tienda. Con quién Tamames? Vuela mi alma, vuela hacia otro sueño. Y no encuentro a nadie con tu despertador y aún más. O sea, en América es que nos entran ganas de enamorados. Con esto de fondo, por favor. Hasta estos enamorados, claro, no te pasan factura.

Y qué trae Alberto Tachonada desgracia, porque no han dicho absolutamente que la canción del pueblo no le ha gustado, pero le ha pasado.

Bueno, estamos aquí para eso. Mar Estamos aquí para que no le guste. Yo creo que la aquí.

Yo creo que le ha gustado, pero que no dice nada por respeto, porque a él también sensaciónde no faltará en Sevilla, reusenses si no quiere decirlo.

Pero bueno, mira, no voy a dar nombres, no voy a dar línea temporal. Pero hace unos años estaba en casa de un amigo y estaba con la guitarra tocando tal cual. Y entró una muchacha por la puerta y me puse a tocar una canción, a cantarla. Y así la conocí.

Yo creo que le hizo gracia, porque después, al tiempo, después de bastante tiempo, volvimos a vernos y se convirtió en una persona muy especial. Mi vida. Ya digo que no voy a decir nombres ni nada, porque tengo aquí a mi señora presente y esa canción que estaba cantando me la habéis escuchado cantar bastantes veces porque es maravillosa. Se llama Tuyo y es de Rodrigo Amarante.

Soy el fuego que arde tu piel. Soy el que mata. El castillo, la torre yo soy. Es que qué bueno sería dar con verdad. Correcto. La. Cómo estás? Qué tal? Mira, estás.

A lo mejor la conquisto con la mare de vuelta de Concha Piquer, jajaja.

Bueno, a lo mejor estás ahí.

Fernando Salaverry Salaverry. Fernando.

Sí, sí. Hola, Juan Carlos. Carlos Herrera. Sí, bueno, te oigo de aquella manera.

Sí, por eso te estábamos viendo. Estábamos haciendo pruebas de sonido. Pero bueno, eh, que me pasaré por la emisora y así estoy más a gusto con todo eso.

Si tengo un sitio y hay todo, Fernando, nada concluye. Bueno, pues para concluir, pues hombre, como no podía ser, pues una canción que habla del amor joven, del primer amor que todas estas cosas que eran los cinco latinos, fijaros en 1957. Bueno, yo en Vitoria el primer amor tenía varios amores. Pero claro, coger la mano a una chica de la calle 57 era como si hubiese dicho yo ok, si no, si algo terrible no?

Entonces bueno, pues si estas canciones escuchábamos y nos quedamos un poco calladitos. Era el comienzo del rock en español 1997. Los cinco latinos imitando a los plates y pues eso, presiones de canciones americanas de moda.

Yo adoraba los cinco latinos. Nunca de tanta, sólo hay un amor que vive plenamente. Bueno, y de Estela Raval, que me tienes que contar. Si, bueno, es que Laura era fantástica. Hubo un momento el problema que tuvo, que hubo un momento en que se creyó que ya era E y se dedicó a ser solista, que era el alma del grupo, si, era el alma del grupo. Pero resulta que no, que nosotros también valían, porque en el 70 ya podéis holista y tuvieron que volver en el 82, sabes?

Porque ahí se llamaban Estela Raval y los cinco latinos. Y fue gracias al Mundial de Fútbol de España 82. Se volvieron a juntar y ya nunca más se separaron.

El llegaron los TarzÃn you de salvándome. Sí, señor, sí, es verdad. Estuvieron hasta tallaron en Francia. Sí, señor Olimpia.

Y otra que ya se separó del marido, no? Ella no nos dijo que era uno de los cinco latinos.

Sí, sí, se separaron. Por eso se separaron los cinco latino y después volvieron a eso.

Sí, pero desde el amor siguieron siendo, no, pero siguieron siendo socios musicales, diríamos. Vamos a llamarlo así, eh? Y luego hay dos conciertos para mí fundamental, y fueron Plaza de toros de Valencia 1960, un mano a mano entre los platos y los cinco latinos y los planes Calderón, siete canciones en inglés. Y ellos cantaron esas mismas siete canciones en español. Fue apoteósico. Y luego en el Madison Square Garden, también en el año 2002 hicieron una gira dentro.

Entonces una gira que se llamaba En un rincón del alma y era Alberto Ortiz, Estela Raval y Los Cinco Latinos. Eso fue apoteósico en toda América.

Bueno, bueno, bueno. Y hoy qué? Vamos a comer, Goyo? Pues mira, hoy el Instauran lo voy a dedicar a la pintura.

He terminado mi último cuadro y pondré un fragmento y me lleva a comer un amigo tuyo, Ángel de Fernán Optico.

Hombre, mi amigo me va a llevar a Sánchez en Meco. Es una de las mejores marisquería de España talada Alcalá de Henares.

Eso es una cosa sorprendente. Es una locura en el punto central de la península, que es Meco. Por cierto, es el punto más bueno. Hay algunos que también lo disputan, pero bueno, me lo podría ser esta una marisquería impagable como es Sánchez.

Hermanosas, pues hoy es algo muy bueno.

Yo a mi me llegó mi amigo Abraham y yo estoy loco por volver a echarme otra vez. Y Fernando que se va a hacer?

Bueno, pues mira, yo me voy a hacer unas ardillitas a la plancha. Sí que huele todo mucho y tal y cual, pero es una cocina muy ventilada y entonces me voy a hacer unas sardinas así la planchita que me apetece con sal gorda y tal, que me apetece muchísimo.

Y mi María del Mar? Pues es que a mí ayer me regalaron un panettone y me empachada porque hasta cogí panettone con unas ganas, me llevaba sin comer dulce meses y lo perdona.

Perdónate, lo regaló Carlos.

Es que no tienen un pasado muy pasado, pero a veces sí podría ser porque me encuentro fatal.

Voy a contar muy rápido. La última vez que abrimos un panetones estaba blanco por fuera y dijo no guarda azúcar glas y algo otra vez.

De verdad no es de 2010, Panete amor?

Pues yo estoy como si me hubiera comido ese panettone y me a hacer un caldo de verdura, no digo más.

Bueno Alberto, se va a hacer pucherito, un pucherito con hierbabuena siempre para para aromatizar un poco naranjo se va a hacer.

Yo tengo puchero también, pero con el con su complicà y sus cosas con todo mi cuarto de milla se acuerda mucho y me marijose.

Hoy me he comprado una burrata o pa hacerte un homenaje en mi casa a eso de burrata se va a hacer pues unas hamburguesas de pollo que las hago ricas pican.

Sí, es muy rica, no se porque no me gusta nada la hamburguesa de pollo, es que no me parece tan rica, muy rica.

La hamburguesa de pollo y de pollo la compro yo también.

O para línea. Luego todos queremos tener el mismo plano. No te equivoques, no es mismo, no. No te equivoques, es el mismo, el único bueno, hermano.

Hermano, si aquí estamos los moñas y los bizcochos, las narices y las lloronas, los emocionados y agradecidos, merengada y azucarados.

Bienvenidos al sanatorio de los corazones rotos.

Alabándolo.