Transcribe your podcast
[00:00:06]

Bueno, atención a este libro de los intrusos es un recopilatorio de algunas historias, algunas de ellas estremecedora. Javier Pérez Campos tiene una biblioteca de libros, de misterios, de casas encantadas, de ovnis, porque él siempre que acude a un lugar misterioso va con cautela, pero con esperanza y conocimiento. El intento de rozarlo imposible de presenciar, algo digno de reseña, cosa que no ocurre casi nunca y aceptarlo es el primer paso para reconocerlo. Ha conocido casos y personas insólitas gracias a su trabajo en Cuarto Milenio desde 2010 y un recopilatorio éste que tengo aquí.

[00:00:56]

Apasionante. Javier, buenos días.

[00:00:58]

Hola Carlos, muy buenos días.

[00:01:00]

Vivimos en un momento en que nos estamos tomando incluso más serio el misterio, verdad? Cómo llamarías a esos intrusos espíritus fantasmas? Cómo?

[00:01:09]

Bueno, yo soy muy pudoroso. A pesar de que voy a los lugares y investigo, no tengo la mente abierta y soy permeable a todo. En el fondo, este libro es un libro para gente que busca preguntas, que busca hacerse preguntas y que no promete tantas respuestas. Porque yo hago una labor periodística casi de una labor de periodista, de sucesos que dan lugar entrevistas a los testigos, como tú decías, con el anhelo a veces de convertirse también en testigo y de rozar eso que uno persigue.

[00:01:37]

Pero luego dejo un poco la interpretación de cada uno. En lo que sí que tengo claro es que los hogares y las casas que habitamos nos hablan, no se influyen, evidentemente, en nuestro día a día. Esto no es científico, no se puede cuantificar, pero es evidente que el lugar en el que uno vive, si le provoca buenas sensaciones, le permitirá afrontar su día a día de buena forma. Y ocurrirá lo contrario. Y de eso hablo un poco en el libro, de cómo los lugares que habitamos, que visitamos o en los que nos keeper notamos nos pueden influir.

[00:02:10]

También son normalmente entes del pasado que siempre vuelven.

[00:02:16]

Pues mira, esto me ha parecido muy interesante, Carlos, porque el recorrido que yo hago siempre es una estructura similar. Yo acudo al lugar, entrevisto y luego voy a los libros de historia, o a los arqueólogos o a los antropólogos, a la gente que conoce los lugares que visito. Y una historia muy resumida, por ejemplo, que cuenta en el libro En un pueblecito de Córdoba, en Aguilar de la Frontera, donde se ubica una institución del Ayuntamiento en una antigua iglesia de sacralizada.

[00:02:44]

Y los trabajadores empiezan a hablar de una monja que se aparece por los pasillos. La típica imagen, por ejemplo, del Museo Reina Sofía de Madrid. Bueno, dicen que se oye sonar Zurro, se escucha su rosario cuando ella camina y desaparece. Son muchos los testigos y nuestra grata sorpresa cuando acudimos a la historia del edificio. Es que cuando se reformó unos años atrás, en el lugar habían aparecido cientos y cientos de esqueletos pertenecientes a diferentes epidemias que asolaron la población en la antigüedad.

[00:03:15]

Lo más impactante es que una de las fotos de los arqueólogos que ellos nos muestran pertenece al que pudo ser el esqueleto de una monja con un rosario colgando todavía del cuello. Y esa foto aparece en el libro como una muestra de que las cosas que vamos contando pueden parecer de película, pero a veces son la pura realidad.

[00:03:33]

Sí, pero bueno, me gustaría detenerme en este caso porque allí estuviste pasando una noche. Es decir, tú te vas a ese edificio y con todo a oscuras esperas y a la media hora escuchas claramente como se descarga una cisterna en el cuarto de baño. Vas a ese cuarto de baño? Y qué pasa? Pues que no hay nadie y que me quedo con la cara pálida y que no se muy bien de donde, saco la fuerza de seguir ahí dentro durante más tiempo, preguntando y buscando si había alguien.

[00:04:09]

Porque además en este caso Carlos, el edificio solo tenía una entrada. Esa entrada, esa puerta estaba cerrada desde fuera. Fuera estaban los compañeros y una persona del ayuntamiento y no había más accesos al edificio. Estaba completamente solo en la madrugada y se escuchó claramente. Se graba también en la cámara que yo llevo conmigo. El sonido de la cisterna y echó a correr en busca de quién puede ser. Y me encuentro con el vacío y con la oscuridad normal en ese lugar.

[00:04:39]

Y me quedó pasmado. Y es uno de esos pocos casos en los que uno termina convirtiéndose también en testigo de algo que no puede explicar. Aunque ojo, yo sigo con mi escepticismo hasta el último momento.

[00:04:49]

Pero que me planteo, Javier, que ahí te encontrabas puertas abiertas, que tú habías dejado cerrado exacto a lo largo de la noche.

[00:04:56]

Yo voy viendo como algunas puertas que habíamos dejado cerradas estaban abiertas, y no sólo eso, sino que una papelera que estaba puesta contra la pared cuando yo bajo al sótano, me la encuentro en mitad del pasillo. Entonces, claro, uno ya se va planteando qué está pasando aquí, no? Y si las cosas que uno le van contando, pues tienen cierta base real, porque cómo negar lo que te pasa a ti mismo?

[00:05:18]

Bueno, refugios de alta montaña del Celler, el ejército o el propio ejército habló de fenómenos extraños. Se ha autorizado la investigación? Tú has estado allí. Has hablado de colaste por una trampilla? Encontraste un zulo y un cajón con inscripciones? Qué fue eso? O no el mismo caso?

[00:05:37]

Bueno, son casos distintos, pero. Pero siguen en el fondo mostrándonos historias del pasado, no? En el caso de Cerler, un refugio militar de alta montaña, que además me parece muy simbólico que el Ejército nos autorizara a una investigación de este tipo y nos permitiera pernoctar en sus instalaciones. Yo lo cuento en el libro Cómo es la noche que pasó allí y en un lugar donde en el año 91 se produce un alud, mueren varios soldados en un accidente muy triste.

[00:06:06]

Sus cuerpos son llevados a este refugio y desde entonces cuentan muchos soldados, muchos tenientes, personal del ejército, que allí suceden cosas. Esto aparece publicado en el Diario del Alto Aragón al año siguiente, que muchos soldados escuchan subir a un batallón durante la noche, con sus pesadas botas ascendiendo por las escaleras, salen a mirar quién sube. No ven a nadie, pero los pasos siguen produciéndose y dirigiéndose a ellos. Yo puedo entrevistar a varias personas que habían tenido estas experiencias y la verdad es que dormir allí fue muy impactante, a parte porque teníamos todo el edificio cerrado para para nosotros solos.

[00:06:42]

Fuimos en un momento en el que tampoco había nadie para evitar molestarles y que nos molestaran, no? Y bueno, fue una experiencia muy intensa, muy intensa. La verdad que en el libro cuento un poco toda esa aventura.

[00:06:53]

En un caso en Jerez de la Frontera, el Palacio de la Condesa de Casabe. Allí la gente decía que cuando estaba cerrado se veía a un niño y a una niña jugar. Cuál es la historia?

[00:07:06]

Mira, esta historia me encanta y seguro que tú conoces un poco la zona. Porque? Porque bueno, es la clásica historia de fantasmas, no es un antiguo casoplón en un antiguo palacio donde la Inquisición tuvo su cárcel, donde muchos han visto a esa niña corretear. Lo interesante del caso es que durante la investigación yo me encuentro una foto antigua de una niña de principios del siglo XX que pertenecía a uno de los antecesores de los ancestros del propietario actual. Abro la foto para buscar alguna información de ella y lo que me encuentro es un mechón de pelo perfectamente anudado, perfectamente almacenado en un sobrecito de papel.

[00:07:43]

Bueno, yo empiezo a buscar información sobre qué pinta un mechón de pelo detrás de una fotografía antigua. Y lo que me encuentro es una costumbre ancestral, maravillosa, prácticamente olvidada, que tiene que ver con tejedores de cabello humano, con guardá pelos y con joyería capilar, especialmente en la época victoriana. Era costumbre funeraria cortar un mechón de pelo de nuestros difuntos, de nuestros seres queridos, para llevarlo con nosotros. En ocasiones se guardaba en estos guardapelo, que eran un tipo de colgante que se abría.

[00:08:15]

En otras ocasiones se hacían incluso en pulseras de pelo humano que la gente llevaba consigo y algunos de los máximos exponentes fue la Reina Victoria, que cuando muere el príncipe Alberto manda a cortar un mechón de pelo y se convierte éste en una de las joyas de la familia y que ya además sabemos que recurrió al espiritismo para intentar comunicarse con con su difunto esposo. En fin. Detrás una historia de fantasmas encontramos casi como hacía Amenábar en los otros, una costumbre funeraria.

[00:08:46]

En ese caso eran las fotos de difuntos. En este un mechón de pelo que tiene mucho que contarnos.

[00:08:52]

En qué casos al intruso primero hay que darle permiso por. Entrar pues mira, yo creo que nunca, si alguien escucha una llamada a la puerta de madrugada no debe abrir. Eso es lo que nos cuentan. Mira, yo he visitado, por ejemplo, Rumanía en busca de Bulgaria, en busca de las clásicas historias de Strigoi, como los llaman allí los muertos que regresan, los vampiros que en el fondo es la misma base, la misma raíz. Yo he viajado por allí hablando con antropólogos y me contaban que el muerto siempre venía llamando a la puerta o llamando a la ventana del dormitorio.

[00:09:29]

Es una tradición oral que se mantenía durante siglos. Bueno, pues mi sorpresa enorme fue al encontrarme un caso en un pueblecito de Ciudad Real, a una familia que vivía en una casa con toda normalidad, donde no pasaba nada, pero que una noche escucharon una llamada a la puerta. Abrieron y allí no había nadie, nadie al otro lado. Pero a partir de esa noche empezaron a vivir una auténtica pesadilla en su casa, que empezó con una serie de objetos que se movían.

[00:09:56]

Después una sombra que deambulaba por el dormitorio durante algunas noches. Y todo eso fue creciendo hasta el punto de que tuvieron que verse obligados a dormir en el coche. En más de una ocasión, por el miedo a lo que allí sucedía y finalmente tuvieron que abandonar la casa porque eran incapaces, decían ellos, de deshacerse de lo que allí sucedía.

[00:10:17]

Es decir, todo empieza con una llamada a la puerta. Abres. No hay nadie. Pero el intruso ya entrado.

[00:10:25]

Exacto. No nos hemos percatado. Eso cuentan las tradiciones y esto me relatan los testigos. Y fíjate qué bonito, Carlos, que este es el trabajo que yo hago también en el libro, de comparar un poco los estudios históricos, antropológicos, las tradiciones antiguas con los casos actuales. Y te vas dando cuenta de que las viejas historias que se contaban hace cientos de años no se diferencian en nada a lo que hoy viven tantas familias en sus hogares.

[00:10:51]

La ciencia puede dar respuesta a los misterios.

[00:10:55]

La ciencia, creo yo, no puede explicarlos, pero sí que nos permite acotar un poco. Sí que nos permite utilizar la ciencia como el de las herramientas del arqueólogo cuando acude a un hallazgo y con su brocha va limando, va puliendo la pieza, va quitándole el polvo y la arena del tiempo. Nosotros recurrimos a la ciencia para intentar dejar el caso en la manera más pura posible. Por ejemplo, un caso que nos cuentan que hay un pozo bajo el salón de una casa, o eso decían las tradiciones del pueblo y que en ese pozo murió una niña y se enterró allí y el pozo se cegó.

[00:11:30]

Bueno, pues lo que hacemos en este caso es acudir a una empresa de geo radar que nos permite hacer un estudio del suelo y comprobar si allí hay efectivamente un pozo o no, y de esta manera discernir lo que es leyenda de lo que es realidad. Y creo que también tenemos que acudir a la filosofía, a la poesía y en el fondo al sentimiento. Las casas nos hablan, aunque esto no se pueda medir. Como decía al principio, es evidente si uno está a gusto en el lugar en el que vive.

[00:11:58]

Eso le va a influir en el día a día. Y hay cosas que no podemos medir ni cuantificar, pero que son evidentes.

[00:12:05]

Preguntas que hace Goyo González, con qué espíritu, de qué personaje no le importaría compartir su cama? Bueno, que maravilla. Mi cama es muy íntima, yo creo que con ninguno. Y además te digo una cosa, en mi casa prefiero no saber si hay intrusos o no.. Los hay. Pues creo que no, yo me siento muy a gusto y me siento muy cómodo y y esto? Mira, yo me lo he planteado muchas veces en Estados Unidos, en otros países, en algunos estados de Estados Unidos se obliga a los posibles vendedores a contar si en su casa ha ocurrido un suceso luctuoso en los últimos 30 años.

[00:12:43]

Esto en España no sucede y existen los mapas del crimen y la policía sabe que hay calles y casas donde se producen un mayor número de sucesos. Nadie sabe muy bien por qué, pero qué ocurre. Y no se informa. No se informa, sencillamente. Pues por la tónica habitual de no esparcir el miedo. Esto que sabemos ahora, actualmente no lo hemos vivido, no nos informa para no alarmar demasiado. Hay que tranquilizar a la gente. Y quién sabe dónde está viviendo uno.

[00:13:09]

Incluso hay páginas web en otros países que te permiten buscar la dirección de tu casa y saber si allí ha ocurrido algo. Yo invito con el libro a la gente a hacerse esa pregunta. No sabes la historia del lugar en el que vives y si pudiera saberlo, querrías.

[00:13:26]

Ha vivido alguna situación cómica en una casa terrorífica?

[00:13:32]

Pues seguramente porque fíjate, lo que pasa es que ahora no recuerdo, pero seguramente porque al final, cuando uno acude a estos lugares hay mucha atención y creo que la atención no está reñida con el humor. Hubo un caso mira, si recuerdo un caso que le pedimos a un colaborador que fuera a tranquilizar un poco a la familia porque estaban muy alarmados, nos decían que estaban aterrorizados a punto de marcharse de allí y el colaborador que venía con nosotros, que en el fondo es un parapsicólogo de toda la vida, de estos que creen en el mundo fantasmal sin ningún tipo de duda.

[00:14:08]

Yo le decía por favor, no les asustes mucho, ten cuidado, dosifica la información. Bueno, lo primero que hizo al entrar es decir que allí olía a azufre y que el olor a azufre era un signo claro de la presencia del demonio. Entonces, claro, yo veía a la familia pálida, queriendo ya coger las maletas y marcharse de allí. Y tuve que tranquilizarlos. Fue casi peor. Fue contraproducente.

[00:14:32]

Y ya por último, usted trabaja en la nave del misterio. Hay un blog que se llama El nabo del misterio. Qué le diría a los que se cachondea de lo que ustedes cuentan?

[00:14:47]

Bueno, en el fondo el humor y el misterio y el miedo evidentemente van de la mano. No, a mí no me molesta para nada. Yo creo que el trabajo lo defiende uno por sí solo y además creo que es sano, no que exista el humor. Y creo que el humor nos salva y a mí me hace gracia. Sinceramente, me hacen gracia los memes y creo que es sano. No hay. No sé quién le dijo a Sabina esa frase maravillosa de tómate muy en serio tu trabajo y muy poco en serio a ti mismo, pues es un poco mi principio fascinante.

[00:15:18]

Los intrusos Javier Pérez Campos Gracias, Javier. Un fuerte abrazo.

[00:15:22]

Un abrazo a todos. Cuidado, mucho.