Más de uno. La mañana de Onda Cero, con Alsina. Mi nombre es Valentín Gutiérrez, de Miguel. Tengo 34 años y soy periodista. Firmo mis crónicas en el diario vespertino La Voz. Soy uno de los cuatro reporteros que quedan aquí en la bahía tras el desembarco. Desde que llegamos al Peñón de Alhucemas, en las vísperas de la operación, el Ejército nos ha proporcionado víveres y un lugar donde dormir, siempre junto a los soldados, junto a mí, integrados en la bandera del tercio del comandante Ricardo Rada.

Están los compañeros Antonio Gott de la Correspondencia de España, Arístides de Campomanes, de la Unión Mercantil y Antonio Lezama, que escribe en la libertad. Mientras yo escribo, Lezama también redacta en una cuartilla la que será su próxima crónica. Luego la telegrafié. Haremos cada uno a nuestro periódico. Tú sabes, lector, si no lo has causado, lo que es llevar, como llevo yo y mis compañeros, varias noches durmiendo en el suelo sin quitarnos ni siquiera las botas, envueltos en un capote o en una manta al aire libre, entre tinieblas y oyendo las salvadoras balas de los pacos, el tableteo de las ametralladoras y el estampido de los cañones cuyos proyectiles rasgan el aire como el alarido de una fiera.

Apenas nos acostamos sobre los sacos terreros rellenos de esparto y cerramos enérgicamente los ojos para dormirnos, los rifeños empiezan a disparar tiros.

Afortunadamente, las guardias de Abd el Krim no han causado ninguna organización vigilante y eficaz. Hay algunos tiroteos y tentativas de sorpresas nocturnas, aventuradas por grupos poco numerosos que huyen apenas les descubren los reflectores. Se puede decir que la operación militar hasta ahora ha sido un éxito. El martes 4 8 de septiembre amaneció con niebla intensa. Los moros disparaban desde las alturas del sur, especialmente desde el monte de las Palomas. Se veían grupos por ahí y biri por la playa de Suhani.

La aviación y la escuadra los bombardeaban y las baterías del peñón no cesaban debatirlos. Llegado el instante, las barcazas henchidas de gente, se acercaron a la cala de la C Badilla en un abrir y cerrar de ojos. Cayeron las planchas metálicas y desembarcaron las vanguardias mandadas por Franco.

Cuando aquellas lanchas pararon en el fondo de arena o piedras, a unos cincuenta metros de la orilla, una legión que mandaba Franco se lanzó al mar sin la menor vacilación. Con el agua al pecho y el armamento en alto, pusieron pie a tierra. A pesar de las descargas que a una vía de ametralladora y fusil de las carcasas ya era tarde para ellos. La aviación, volando muy bajo barria las guardias rifeños, una tempestad de hierro ardiente caía sobre las estribaciones y las cimas de los próximos cerros, y a cada momento nuevas unidades se unían a las desembarcados legionarios y regulares de Ceuta cazadores, artilleros, barcas, amigas, los cañones de tiro rápido y las ametralladoras eran emplazados.

Se iniciaba la ofensiva para coger del revés a los defensores de Morro viejo, morro nuevo, Cala bonita y cala quemada. Y éstos huyeron, temiendo que les envolverán, disparando desolados y rabiosos. Varios cayeron prisioneros y no ocultaban su asombro. Dos cañones, algunas ametralladoras y bastantes fusiles fueron el botín primero del afortunado desembarco desde los buques. Los periodistas seguimos anhelantes la rápida y atrevi dísima operación. Esperábamos la reacción ofensiva y aún no ha surgido la columna Sauro, como nosotros, ya desembarcado con su material completo y sus carros de asalto, y han avanzado hasta poder fortificarse.

Sus vanguardias mantienen vigorosos tiroteos con grupos de rifeños que acuden Lavacolla.

Indudablemente, los moros no habían previsto que sus tierras del río central i'n violadas hasta hoy serían polladas, y en tan poco tiempo ha debido de haber en su campo aturdimiento, desorientación y terror.

Cuándo y cómo reaccionarán? Ese querido lector es el secreto de mañana. Las crónicas de Valentín Gutiérrez de Miguel, como las de Antonio Lezama o las del también periodista Juan Luque, dejaron testimonio del primer desembarco anfibio realizado con éxito en la historia militar. Antes hubo otros intentos que fracasaron, como el desembarco aliado en Gallipoli. En la Primera Guerra Mundial, pero éste de Alhucemas, del que ahora se cumplen 95 años. Esto fue la primera operación militar de este tipo que culminó de forma exitosa el desembarco de Alhucemas, del que se pueden contar y contaremos ahora algunas cosas, pero del que adelantamos ya dos consecuencias la primera en clave más nacionales, que fue la operación por la que el entonces coronel Francisco Franco fue ascendido a general de brigada por su actuación al frente de las tropas de la Legión.

Y la segunda, que fue la inspiración para otro desembarco mucho más famoso que se profería diecinueve años después que fue el desembarco de Normandía de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Esa OUAT y sus colegas estudiaron concienzudamente la táctica empleada por los militares españoles en Alhucemas para trazar ellos el plan del que se llamó el día D. de lo que ocurrió en esa bahía del norte de Marruecos en septiembre de 1925.

También de lo que sucedió antes y también de lo que sucedió después. Sabe mucho nuestro próximo invitado, que es Santiago Domínguez, diosa que es historiador y autor de numerosas publicaciones sobre la guerra de Marruecos y que nos acompaña desde Melilla. Santiago, buenos días, buenos días, buenos días y gracias por acompañarnos. Gracias a vosotros esta mañana. Empezamos por contar cómo fue y lo que significó el desembarco de Alhucemas. O hacemos un poco de contexto y hablamos de desde dónde veníamos de la guerra de Marruecos, el Protectorado, la presencia española, aquella guerra de Marruecos que para España suponía muchas víctimas mortales, muchos féretros que llegaban, por ejemplo, a la península y aquel desastre de los años anteriores a Alhucemas.

Naturalmente, el desastre de Annual, el expediente Picasso, la implicación, la manera en la que aquella controversia política salpica al rey Alfonso XIII y cómo eso acaba dando alas a la dictadura militar avalada por el propio rey en la figura, en la persona de D. Miguel Primo de Rivera.

Sí, efectivamente. En el desembarco de Lucena hay que entenderlo como una de las operaciones, quizás las más importantes operaciones que se desarrollan en el norte de Marruecos, en esa llamada guerra de Marruecos que empezaron en el año 1900, aunque ya antes, en 1859 1893, había habido alguna, algún conflicto en la zona. Pero lo que son las campañas empiezan en el año 9. Se paró después, en el año 11 se ha retomado. Hubo Otra Campaña y después, a partir del año 1920, cuando ya se retoma toda, todos los avances para implantar ese protectorado que se había firmado entre España y Francia y entre Francia y Marruecos.

Bueno, pues para ir para, digamos, implantar la soberanía del Sultán sobre una zona que era bastante rebelde. Unos años antes, en el año 1921, se produjeron aquellos hechos en el mes de julio, que han sido llamados del desastre romano, en la cual se sufrió una severa derrota, en la cual murieron entre ocho y nueve mil soldados españoles en unos pocos días. Y digamos que el Gobierno decidió a partir del año 1923, que Primo de Rivera da el golpe de Estado y toma el poder, pues decide que hay que acabar con la guerra de Marruecos de una forma o de otra, porque incluso se planteó la posibilidad de abandonar el Protectorado y dejárselo a los franceses y que ellos y que ellos lo completara.

Esa decidió seguir y sobretodo porque ya se había hecho un gasto grandísimo, sobre todo en bajas, muertos y heridos españoles, pero también, indudablemente en recursos económicos. Entonces se decidió que la forma de acabar con la guerra fuera haciendo un desembarco en lo que era, digamos, el origen de toda la rebelión que era la bahía de Alhucemas, concretamente la cabila de Beni Rial, y atacar directamente al corazón de la rebeldía. Entonces, bueno, es un poco resumido el contexto en el cual se produce este.

Este hecho muestra el desembarco de Alhucemas y la importancia histórica del desembarco de Alhucemas.

Hemos contado que luego sirvió de inspiración o de modelo para otros desembarcos, puesto que éste fue el primero que se realizó con éxito, porque España se decide entonces a organizar, digamos, una operación desde el punto de vista militar tan arriesgada o tampoco experimentada hasta ese momento como un desembarco de infantería, pero apoyados por carros de combate. Porque también hubo carros de combate en este desembarco y por la aviación. Todo ello dirigido. Por una misma persona que fue el dictador Primo de Rivera, si efectivamente el Primo de Rivera es el mando superior de toda la operación, el mando sobre el terreno fue el general Sanjurjo y después había dos columnas.

Navegamos de la zona central que está en la zona de Ceuta, que mandaba el general Sauro y otra de la zona de Melilla como oriental, que mandaba el el general Fernández. Pero no ya dentro ya encuadrados todas las unidades LAIMPORTANCIA y efectivamente es el primer desembarco aéreo y aeronaval con éxito. Es una, digamos, también tiene su importancia porque es la primera operación conjunta y combinada que se hace en la historia reciente de España. Conjunta porque intervienen todas las ramas de la Fuerza Armada española hasta el momento.

Simplemente una anécdota interviene incluso la Guardia Civil. Y combinada porque se hace en combinación valga la redundancia con los franceses. Aunque el toque es el desembarco en sí, no participa ningún soldado francés. Ningún soldado francés toca tierra. Pero sí es cierto que se recibe el apoyo directo tanto de unidades navales como aéreas francesas. Entonces, claro es, indudablemente tiene tiene esa importancia. Y sobre todo porque se hace, digamos que planifican muy bien. Es una de las mejores operaciones planificadas planificada en la historia de España.

Siempre hemos tirado, tendido un poco a la improvisación. Allí, sin embargo, el plan estaba muy. Era muy, muy minucioso. De hecho, cuando se le presenta a los franceses, los franceses y se quedaron un poco como sorprendidos, pues ellos venían de ganar la Primera Guerra Mundial y siempre trataban a España como un poquito, digamos, de aquella manera.

Y sin embargo, cuando ven el plan, el general integral cargado desde el alto residente en Marruecos y dijo que adelante porque el plan era impecable, el general Primo de Rivera, que ha decidido esta operación en la que hay una deuda que saldar y un compromiso de honor que cumplir con los preparativos y el desembarco, se declara sin más dilación. Esta ya habrá terminado para siempre y gracias a él y a los que han de ejecutar su compromiso. Qué le puede usted decir a su congreso?

Porque el desembarcarán en Alhucemas. Columna Franco. Gracias, Ricoletti. Alhucemas, en la película de 1948, que dirigió José López Rubio con Julio Peña, con Sara Montiel, con José Bódalo y con Toni Blanc, en 1948 ya estaba la dictadura de Francisco Franco en España. Llevaba ya unos cuantos años tentando el poder a quien más de uno le estamos hablando en este ratito para aprender, para aprender la historia. Estamos hablando del desembarco de Alhucemas, en que se han cumplido 95 años con un protagonista que era el dictador anterior a que fue Miguel Primo de Rivera, con la monarquía de Alfonso XIII, que hablamos el año 1900.

25 Enseguida nos preguntaremos qué fue del enemigo público número uno en aquella época de España, que era Abd el Krim. Más de uno en Onda Cero, donde Alsina.