Habremos de tu caso, porque hay algo que sí que es verdad, que cuando la gente se mete muy agresivamente con esto, que yo creo que es bueno que se hable del tema. Incluso gente que pueda tener mucho hate con este tema, que tanto él pueda expresarse como que podáis expresaros. Yo creo que lo que me gustaría es que en el mundo haya debate. Incluso gente que puede tener una concepción dura, porque a lo mejor la han educado así, pueda expresarse y pueda rebatir y puedan hablar, ese es el problema. Yo hay algo que siempre he tenido muy claro. Tiene que ser una putada enorme lo que tú comentabas ahora de estar totalmente insatisfecho y no sentirte identificado con lo que proyectas. Tiene que ser una putada bestial, porque si ya a veces tenemos problemas porque nos han salido granos, porque nos sentimos feos por el motivo que sea y eso te causa una incomodidad mental bestial, imagínate nacer y vivir una adolescencia que además es una etapa dura, una infancia, mirándote y diciendo: Esto es una puta mierda, esto no me representa, tiene que ser muy duro. En tu caso, ¿cómo fue? Vamos a empezar con la infancia más pequeña.

¿Tú cuando empiezas a notar que hay algo que no es habitual como los demás niños.

Desde que tengo memoria, sé que había ahí algo extraño. Porque, por ejemplo, yo tengo flashbacks de cuando tenía cinco años, cuatro, y recuerdo que yo, por ejemplo, mi hermano y yo, típico de los niños, en los 90, íbamos con la típica camisa de cizas blanca y en calzoncillos por la casa. Yo recuerdo de que yo no quería ir en ropa interior ya, con muy poquita edad, porque me daba mucho rechazo eso de mi cuerpo. Recuerdo que a mi madre a veces íbamos a la playa, aparte de que yo era un niño ultra afeminado y tuve muchos problemas de bullying. Desde pequeñito. Sí.

Cuando vemos alguna imagen, que tú nos has pasado, porque te pregunté, oye, y tú mismo en tu canal lo enseñas sin problema, Para que se vea realmente que claro, ahí es un niño, es un niño físicamente... Un niño tal cual, ¿no? Y ahí tú eres muy afeminado, digamos.

Sí, a la hora de referirme a mi yo pasado, nos podemos referir en masculino porque es más entendible. Porque sí que es verdad que si andamos... No sería lo correcto, pero bueno, para que sea entendible, yo para mí siempre he sido una mujer, pero sí que en esa etapa vamos a referirnos en masculino sin ningún problema. Porque si te lías o algo así, no pasa No me voy a liar, seguro.

¿y te llamabas Miguel?

Me llamaba Miguel, sí. Y bueno, hombre, a mí en mi TikTok, desde que lo dije, como me llamaba, me dicen... Todo el mundo Miguel, ¿no? Qué cabrones. Me dicen unas cosas, unos comentarios. O sea, en El comentario es como... La gente es malvada. Se te ven los huevos, Miguel. Bueno, antes me llamaban Manolo, Ricardo, así que Miguel...

Paco, ¿no? Los clásicos.

Miguel es una mejoría ligera.

Cuando tú escuchas Miguel, fuera de coña, cuando tú escuchas la palabra Miguel, el nombre Miguel, ¿a ti te retorta algo mentalmente? ¿Te causa sensación? ¿Qué te causa?

Es que es complicado, porque yo sí que con mi pasado estoy muy en paz. Yo conozco chicas transexuales que es El nombre antiguo, es que no se lo quieren decir a nadie y lo entiendo. Se suele llamar dead name al nombre antiguo. Que les digan su dead name. Yo tengo amigas trans que somos superíntimas y ni yo lo sé. Y es que sí que es verdad que hay chicas que cuando se retrotrean en esa época lo lleva muy mal. Yo estoy muy en paz con mi antiguo yo. Para mí mi antiguo yo es gracias a esa persona he llegado donde estoy.

Por eso lo muestra sin ningún tipo de problema, ¿verdad? Exacto.

Y sí, cuando digo Miguel, mis padres Al principio les costaba por costumbre. Y a mí, incluso, a día de hoy, si mis padres me llaman Mia, sobre todo mi padre, es como que...

Es casi toda una vida. Claro, 21 años. Imagínate, es que es tu tu etapa encima más de aprendizaje, que es cuando somos niños y adolescentes. ¿Cuándo es el primer momento en el que ya seriamente empiezas a comprender lo que pasa y le comentas? Por ejemplo, entiendo que a tus padres o a tu hermano fue la primera persona.

Fue un proceso Yo, crezco en mi infancia siendo un... Te voy a hacer una pequeña timeline. Mi infancia, yo la recuerdo bastante amarga, porque además yo iba a un colegio religioso y en los colegios religiosos, el bullying, digamos que especialmente superior que en uno que no lo sea.

Y te metían mucho a caña.

Los profesores. Llegué a acabar en el hospital por los maltratos que me hacía una profesora en concreto.

¿te pegaba?

Peor. O sea, lo de esa profesora... Voy a entrar ahora en lo de la profesora, que te voy a hacer primero la timeline. La primera timeline fue mi infancia, mucha soledad, yo no tenía amigos, tenía amigas, eso sí. La infancia, mucha soledad. Luego me hice como un grupo de amigos, pero por el trabajo de mi padre tuve que mudarme a Urense, de Coruña a Urense. Y ahí empecé a hacer en otro instituto, nunca encajé. En el instituto, en 2010, creo que fue, es cuando empieza mi disforia a tope, porque empieza la pubertad Y yo recuerdo que empecé a desarrollar daños heavies por culpa de esa disforia. Porque yo recuerdo que cuando empiezo a llegar a los 14 años, tuve como un síndrome de Peter Pan muy grande, porque en mi cabeza yo decía: Porque al principio era muy... No tanto quiero ser una mujer, sino no quiero ser un hombre. Porque suele ser esos dos sentimientos juntos a la vez. Curioso. Y yo recuerdo que decía: Vale, si yo soy un niño para siempre, nunca voy a ser un hombre. Entonces, sí, un razonamiento muy raro.

Es que eras un niño. Tampoco se te puede con 10 años que tengas la racionalidad de una persona de 40.

Y además, yo era un niño muy femenino. Ya cuando era pequeño. Yo recuerdo que me confundían con niña muy a menudo. Y cuando empecé a ver que eso se iba, me empezó a doler. Y recuerdo que con 14 años o así, empezó a salirme como una especie de herida aquí en la boca y era de estrés, que yo me arrancaba la piel. Y yo recuerdo que me veía al espejo. Recuerdo que era la época 20 y me etiquetaban en fotos el 20 con 14 años. Y yo veía las fotos y decía: Esa persona no puedo ser yo. No puedo ser yo. Era como una disociación.

Porque tú cuando te mirabas al espejo, ¿veías lo que veías en fotos o te veías diferente?

¿o no te mirabas al espejo? Yo creo que todos en foto... Si nos hace una foto 20, que el 20 subía la gente las fotos a tropel, a granel, subías 40 fotos, salías en 500 ángulos, pues cualquiera se ve mal. Pero claro, yo me veía como era yo, porque además yo, digamos que... Fui un niño que tardé mucho en crecer. Yo igual con 13 años parecía que tenía nueve. Entonces, llegó a los 14, empiezo igual a medir en un año 10 centímetros y claro, ese cambio de repente yo no lo encajaba. Entonces, vi que me cambiaba la voz, vi que me cambiaba la cara, vi que me cambiaba, se me crecía la nariz, vi que me salía más bello, que tal. Y Y cada día una cosa nueva. Y yo decía: Ay.

Que eres muy alta. Que eso también es un rasgo que en esa edad es muy masculino, ser mucho más alto que las niñas de clase.

Sí, totalmente. Y recuerdo que yo a medida que iba viendo cómo Que yo no lo podía cambiar. Que yo, además, no entendía muy bien qué me pasaba. Que yo tenía más amigos y que no les pasaba a ellos también. Que yo tenía ese síndrome de Peter Pan. Que yo iba al instituto, que me hacían mucho bullying.

Entiendo que el bullying típico de gay, tal, niña, todo eso.

Después, iba para casa. Yo suspendía mucho porque además tengo déficit de atención y sacaba muy malas notas. Y mis padres, como yo sacaba malas notas, me metían en internados. Internados en los que estaba gente que era la joya de cada casa. Claro, esa gente hacen mucho más bullying.

¿estabas internado en un sitio de qué?

Me metieron en dos veranos en un internado muy...

Que dormías ahí.

Mítico de Galicia, que creo que fue el Shocas también.

Salís... Y también David Suarez.

Todo fue ahí para Internet. Y David Suarez... Joder, ¿y quién más? Es que claro, mis padres eran muy estrictos con los estudios. Y claro, yo era Un niño superbueno de comportamiento, superbueno. Pero ese internado tenía fama de que ponía a estudiar a todos los niños.

Que enderezaba a los chavales.

Pero yo era un niño muy bueno, muy mal estudiante. Mis padres, como son tan estrictos con eso, con estudios, que en parte lo agradezco.

¿era solo masculino ese internado o era mixto? No, no era mixto. Era mixto.

Y recuerdo que yo fui allí...

Te metían en caña máxima.

De hecho, además me hacían bullying y a mí como me avergonzaba de que me hicieran bullying y a mi madre no se lo quería contar y a mis padres. Y como no se lo contaba, no me ayudaban y llegaba a casa, suspendía más. La ruleta era, por ejemplo, un cuarto de la de eso, tercero de la de eso, era: Odio mi cuerpo. Mañana a lo mejor, me sale una cosa nueva, más bello, más altura, más no sé qué. Voy al colegio, no tengo amigos, me hacen bullying, suspendo más. Los profesores me tratan mal porque suspendo más. Vuelvo para casa, me castigan más. Era una ruleta que era un infierno. O sea, la adolescencia para mí fue un absoluto infierno. Y luego ahí, meter un internado, que es el mismo, ese internado tenía como dos versiones, una versión de verano y una versión de curso entero, que era un poco como un instituto... Bueno, no era como un instituto americano. Vivías élite, pero a lo cutre español, ¿no? Sí, un élite un poco cheap, que no era cheap para nada el colegio.

Pero que era caro de la hostia.

Sí, tiene fama...

Típico internado pijillo de Galicia.

Pero no era religioso, lo cual yo doy gracias Adiós.

Adiós. Ahí está muy bien.

Y nada, fui allí, y claro, por el curso no era tan... Por verano era un correccional. La gente que iba ahí era un corre... Echaban a dos tíos a la semana. O sea, era una locura. Había normal es que eso era correccional, casi. Y después, durante el curso, era un instituto normal, más pijillo, pero como cualquier otro que fuera así pijillo.

Pero tú hablabas con tus padres y les comentabas... Ellos entiendo que ya veían la feminidad en ti? Ellos, por ejemplo, alguna vez te comentaron si te gustaban los niños o algo así.

Mi madre, cuando yo era muy pequeño... Claro, es que aquí entramos a otra cosa, y es que yo en mi infancia, la infancia más temprana, y esta profesora, que luego voy a entrar en detalle porque es muy heavy, esta profesora a mí me dejó un poco un trauma y esta profesora me hacía ese bullying por mi feminidad. De hecho, me prohibía jugar con las niñas, llamaba a mi madre para que me cortara el pelo, bueno, de todo. Y yo ahí desarrollé un trauma y me digo: Mira, mis manejismos, porque además yo era muy afeminado cuando era pequeño, mis manejismos son lo que me causan este bullying. Entonces, yo lo intentaba reprimir todo lo que podía e intentaba por todos mis medios que esa feminidad no saliera. Me costaba horrores porque yo era muy afeminado. Y te salía. Y me salía. Yo, por ejemplo, pensaba que... Porque yo hacía mucho esfuerzo y veía las fotos del 20 y claro, y yo salía bailando a Y entonces...

Que tenías más las poses típicas, que pudieras tener una niña de tu edad que no un niño. Claro. Que salió todo chulo así, con la mano en el bolsillo, así, ¿qué pasa? Aquí estoy yo.

Además, que esto... Ahora no es tan así, pero, por ejemplo, cuando yo iba al instituto, era 2012, era 2011. No es como ahora. Yo, eso que he oído, que se ve de que niños gays tienen novio en el instituto, eso cuando yo iba al instituto era inconcebible.Yo tampoco.Por completo, vamos. Como fueras abiertamente homosexual en el instituto en mi época, que yo tengo 28 años y tampoco soy tan mayor, pero como que en 2017, 15, 16, ahí cambió mucho todo. Pero ya en esa época, es que era inconcebible.

Sí, se sobreentendía. Había muchos chavales que tú ya sabías. Sí, pero no lo decían. No, era como que se sobreentendía. Nadie decía nada. Sin hablar, todo se entendía, pero no vio ahí en clase, imposible.

Exacto. No, de hecho, yo creo que si lo hubiera dicho, igual me hubieran hecho más bullying los profesores que los niños. Eran duros los profesores. Sí, sobre todo en el sitio religioso. Yo no sé cómo eso es posible, cómo eso es legal. Pero bueno. Después, llega mi adolescencia y cuando voy a bachillerato, a este internado... Bueno, este internado que te digo, durante el curso, no era un internado al uso, porque solo una pequeña cantidad de los estudiantes estaban en En el internado y lo demás era un colegio normal.

O sea, que tenías horario de colegio, tú te ibas a dormir a casa.

No, me iba a dormir en el internado.

Entonces, sí que era un internado.

Sí, quiero decir, era un colegio que tenía un mini internado dentro. Porque era como un colegio muy de renombre. Entonces, Tenían una porción de estudiantes que venían de todas las partes de esa zona de España, porque era como muy de renombre el sitio. Y sobre todo te hacían estudiar, estabas 11 horas en una silla al día. Y total, que fui allí y ahí Y ahí recuerdo el primer día de clase que yo me miré al espejo. Es que fue muy películero. Pero además, yo soy un poco así dramática. Recuerdo que me miré al espejo y dije: No me van a llamar maricón una vez más. Y dije: Voy a intentar por todos los medios que no se me note.

Y ahí te apuntaste a Krav Magai en Muay Thai y pegaste una paliza a los chavales y nunca más.

No, al final luego me acabaron llamando.

Por cinco. ¿Y cuál ¿Y qué era tu idea entonces de defenderte? ¿De imponerte o qué pensabas?

No, yo hacía una cosa y era: no me relacionaba con los chicos, para nada. Los esquivaba. Los evitaba. Solo tenía amigas chicas. Porque los chicos era... A mí me daban... De hecho, la figura del hombre a mí en ese entonces me daba miedo porque era siempre la que me hacía bullying.

Entonces, era un poco... ¿Las chicas no? No, las chicas no.

De hecho, las chicas, creo que hasta cierto punto, el tener un amigo así gay, aunque no lo seas abiertamente, que recuerdo que ya los primeros días de clase, yo tenía un amigo que me Y yo decía: Eres gay, Miguel, eres gay, y yo: No. Yo decía que no era cuando me decían: Eres gay, yo decía que no, pero me decían: Entonces, ¿te gustan las chicas? Y yo decía: No. Porque claro, yo no me gustan los chicos, pero a mí que me ligaran chicas era en plan: No.Tampoco.Tampoco. Yo no soy nada.

Exacto. Yo soy Miguel y ya está. Ni eso a veces.

Y eso, en ese instituto, intentaba reprimirme. Y recuerdo que me dije a mi misa, dije: La vida es una partida de póquer y a mí me han tocado estas cartas. Y el que gana es el que mejor las juega. Entonces, te ha tocado esto y te toca apechoar. Y en 2013, que fue primero de bachiller en este sitio, intenté por todos los medios decir: Mira, yo ahí ya sabía que era transexual. Lo descubrí con 14 años, creo. No, leyendo una muy interesante.

Hostia, una revista.

Una revista muy mítica aquí en España.

No, que estaba muy bien y tenía muy buenos artículos. Muy interesantes, precisamente.

Y de hecho, es lo que te digo, que está censurado. Un niño en aquel entonces descubría que era transexual con 14 años, porque no tienes información para ponerle nombre. Y lo vi en una revista de adultos. Y entonces, leí esa revista y vi cómo explicaban la cirugía de resignación de sexo con frutas. Como hacían... No, como hacían... Estaba muy bien.

Luego hablaremos de ello, que tú te lo has hecho y es un tema que me interesa mucho cómo se hace y cómo puede funcionar. Ahí lo ves y ahí dices tú: Hostia.

Y yo ahí dije: Qué curiosidad. Maravilloso. Porque yo, a medida que lo leía, dije: ¿Y si me hago yo esto?. Yo estaba en plan: Ostras, ¿a dónde ha llegado el mundo?. Y claro, yo estaba de ver mis cómis de Naruto y esas cosas, a ver eso. Y entonces, sí que es verdad que yo a lo largo de crecer me refugiaba mucho a los videojuegos. Sobre todo en la ESO, yo estaba jugando al World of Warcraft todo el día. Y es que en los videojuegos yo No podía ser otra persona. Era un poco mi abstracción. Me encantan los juegos de rol y mi hermano me decía: Siempre te haces chicas en el World of Warcraft. Y yo en plan: Es que su modelo in game 3D es mejor. Es que el modelo de la orco hembra en el World of Warcraft.

¿tu hermano no te decía cosas.?

Sí, me decía...

¿lo intentaba hacerte psicólogo un poco? Porque es mayor que tú, tu hermano.

No, y tengo una hermana pequeña. Y una hermana pequeña. Recuerdo que mi hermana pequeña, una vez, le oyo a mi hermano insultarme diciéndome gay, gay. Y mi hermana, con ocho años, lo de gay como un loro, todo el rato diciéndome gay, gay, gay.

Es que la de los niños es terrible.

De hecho, me decía gay, gay, gay. Es que siempre era como este partido de tenis, que era ella diciéndome gay, gay, gay. Y yo diciendo: mamá, me lo está llamando otra vez. Y misma diciendo: mata.

Y era como todo rato igual.

Era siempre eso. Y de hecho, mi hermana, día de hoy, me lo recuerda y me dice: ay, perdón cuando te decía gay.