Esteban: "Mi padre pensaba que le engañaba cuando vio lo que cobraba por jugar al fútbol"
El Transistor- 1,242 views
- 20 Mar 2021
La charla de los viernes con Esteban en la que nos muestra su visión del fútbol desde dentro tras más de 20 años de carrera profesional.
Son días de gloria. Se le acercan cuando quedan ocho segundos para la una de la madrugada, ahora menos en Canarias, el ratito del fútbol desde dentro, como cada viernes. Aquí en el transistor hay muchas cosas que envuelven al fútbol y aquí les echamos un vistazo desde el punto de vista de uno que ha estado veinte años en la élite. Portero Esteban. Buenas noches. Qué tal estado? Buenas noches por teléfono. Y alguien dirá está en Bilbao otra vez?
No, no, no te pillamos en el calorcito del hogar, pero cuestiones técnicas hace que tenga que ser esto por teléfono. Sí, ya voy en casita porque mañana me da tiempo a llegar en avión. Desde casa no hace falta hacer, claro, con el coche correcto.
Mira que viene durmiendo una noche de viernes en casa. Ya solo por eso. Ves? El viernes ya es diferente. Bueno, por cierto, felicidades porque para nosotros sigue siendo un poco del día del padre. Hasta que no nos dormimos sigue siendo viernes todavía, con lo cual felicidades. Muchísimas gracias, Aitor. Pronto espero darte a ti la lástima, pero bueno, bueno que lo trajeron risas jajaja. A ver si me caso primero de todo. Bueno, sí, sí, todo va un proceso largo de lo tuyo, hijo, es el que no voy a no voy a aburrir a la gente, aunque esto merecería un programa de los cuentos.
Bueno, precisamente como como es este día el día del Padre. Quería preguntarte por cómo fue el momento en que tú le dijiste a tu padre que quería ser futbolista. Ah, pues mira, yo creo que no hubo un momento como tal, no? Si no fue profeso de cualquier niño que pida jugar a fútbol que le supone a los padres por la complicación de tener que llevarles cada fin de semana a jugar y que qué bueno, se lo toman como broma, como.
Bueno, pues va a pasar el rato con. Con los amigos, gracias al periódico, a una radio, te empieza a llamar y ahí te das cuenta de. Uff! O lo que era un juego o lo que era sólo diversión. Pues parece que puede ser algo más. No, yo creo que ahí, en esas primeras llamadas de periódicos y radios, es cuando se dan cuenta y ya juegas en Tercera División. Ya no es que les diga que os enfurezca, es que ya se dan cuenta de que yo quiero ser futbolista.
Otra cosa es que lo consigamos o no, lo que pasa es que claro, de aquella.
Tú tenías claro, por si acaso tenías claro si ibas a estudiar algo, tenías claro lo que querías hacer o ya estabas en tú, ya estabas enfocado en el futuro, aunque tu padre te dijera tienes que estudiar, tienes que estudiar. No, no, yo en mi casa el fútbol obviamente era secundario y aquí era todo basado en los estudios. Es decir, tú tenías todo con unas notas, un límite que te ponían mínimo como como notas que a partir de ahí podías ir a entrenar, podías ir a jugar.
No era un poco como. Como un premio al que vayas a entrenar, que vayas a jugar, que haya un curso académico. Bueno, pues bajo bajo las notas que ellos te marcaban. No? Por fortuna en aquel momento era muy fácil compaginarlo. Me gustaban las dos cosas, disfrutaba haciendo dos cosas, un esfuerzo y no suponía un lo que te digo es un esfuerzo para mí, pero sí que ellos tenían claro. Incluso te puedo decir que mi madre ya casi, casi a punto debutar en Primera División, siempre me decía No, no, tú estudia y luego ya habría salido a jugar a fútbol.
Ya, claro, mamá estudia. Con 30 años me pongo a jugar a fútbol. Pues eso tampoco. La situación en casa no es un poco el desconocimiento o lo lejos que veíamos la posibilidad de ese futbolista, sino de que hay muchas cosas que antes eran de una manera y ahora yo creo que han evolucionado y ahora son bastante más peligrosas. Y yo creo que también es una. Quiero decir con esto que hoy en día creo que hay más padres o muchos padres que creen que tienen en casa a Messi y que por tanto aceptan que se apueste todo a que el niño o la niña va a llegar lejos y tal y cual.
Pero claro, en aquel entonces convencer a tu padre de que no, que tu padre tendría ya una idea en la cabeza de mi hijo, estoy ahorrando para que vaya a la universidad, para que me salga médico o abogado o arquitecto y para que tenga una buena vida y convencerle de que ibas a apostar por esto del fútbol. Ostras, es que tenía que ser bastante complicado. Si no, no va a ver. Yo estuve. Yo siempre digo no, con el paso del tiempo cada vez tengo más claro.
Tuve gran suerte de que a mis padres no les gustaba el fútbol. Quiero decir, no influyen sobre las decisiones de mis entrenadores, no influyan sobre mi comportamiento en el campo. Es decir, no me decían ponte más pa'delante, ponte más para atrás. Esas frases típicas de cualquier campo sábado o domingo por la mañana prácticamente no sabían a qué hora jugaba, si a ellos no les supone ningún trauma. Es más, me Heitor yo cuando me llama el presidente del Oviedo, Eugenio Prieto, el típico general Prieto.
Yo no tenía movili nada. Me llama a casa y quiere pasar una cena conmigo y me dice que va a venir tu representante contigo. Bueno, no va mi padre. Mi padre ha trabajado una que en Asturias. Ni idea de fútbol. Yo creo que no ha visto en un partido por la tele hasta que yo jugué. Fuimos yo a esa cena y salimos de la cena. Aitor pensando que nos habían engañado. Por qué? Lo entendía como yo, jugando a fútbol, entrenando dos horas, hora y media cada día y jugando los domingos.
Podía ganar seis o siete veces más de lo que ganaba trabajando ocho horas. Y entonces, cuando recibimos el coche me dije Uf, creo que nos engañaron, Esteban. Es imposible que te paguen. Es imposible que te paguen por jugar al fútbol. Y sinceramente, si se saluda desde tu porque sientes la verdad, será mentira. Esta servilleta en la que Eugenio Prieto me ofreció seis años de contrato y unas cantidades se cumplirán. Pues bueno, es la sensación que teníamos en casa de que no era mucho más irreal de lo que nosotros estábamos viviendo en ese momento.
Claro, los comienzos fueron así, un poco inciertos, porque, claro, no había antecedentes futbolísticos en la familia y tampoco les interesaba mucho el fútbol hasta que apareciste tú con la paranoia. Ya está. Lógico, por otra parte, pero cuando, aunque no sé si hubo un momento, no? Pero bueno, cuando notaste, tuvo o sentiste o viste la primera cara de orgullo de tu padre decir Ostras, mira, te estoy mirando. Hoy es el día en el que sé que algo ha cambiado y sabe que su hijo se va a ganar la vida con el fútbol y le veo orgulloso de lo que estoy haciendo.
Sin duda, cuando no te sé decir el partido exacto, pero en el Tartiere y no el día que debutó en el Tartiere, que a lo mejor es un poco con el Real Oviedo, que es un poco nadie esperaba. No tienes que entrar porque a un compañero, pero mejor al cuarto o quinto partido que salías por la puerta cero del Tartiere, que para los aficionados se hacían fotos contigo y se veía a mis padres firmando o esperando casi a firmar ellos también.
No como yo estoy viejo, sabes? Eh, sí, sí. Hacerle fotos y pararle fijo la sensación de decir bueno, pues si ahora es futbolista o o ya está aquí y nosotros estamos aquí. Pero esa sensación nunca me dijo o nunca me jugó este partido en el que yo me di cuenta, no que lo fueron disfrutando por el camino. Les costó entenderlo que yo sería futbolista, pero se dieron cuenta de que también existían los futbolistas y. Aunque no haber antecedentes en la familia, aunque tenía un hermano que jugó en categorías inferiores y todo el mundo decía que era mejor que yo el lateral y portero, aunque todo eso pasaba mucha familia.
Oye, pero es increíble en el pueblo que un poco esto decía no es preparado mejor que tú. Bueno, si era lateral y portero, qué comparación es esa? No hay separación posible, pero si no, no, no tengo un partido, claro, pero sí la sensación de que según yo, crecían en el Oviedo. Ellos crecían también un poco de orgullo hacia su hijo, que lo veo normal entre comillas, claro.
De repente el hijo pasa de no ser conocido a fichar por un equipo de un equipo grande como el Oviedo. Empezaron a salir en empezar entrevistas, etcétera, etcétera. Claro, y tu padre pasa a parte. Hablo del padre. Que nadie entienda que estamos en el día del Padre y por eso le llamamos por aquí. Pero cómo fue para el pasar de ser urbano, el de toda la vida a ser el padre de Esteban, el portero del Oviedo?
También de una frase que efectivamente la situación es que nadie en la familia tenía ninguna relación con el fútbol. Y él me dice una frase Un día, caminando por Avilés, me dice Jory, yo pasé a ser el tú eras el hijo de Urbano y de repente Urbano es el padre de Esteban. Es decir, yo soy el padre de Esteban más adelantado en el rango de casa en el que quizá yo o tú estabas bajo, bajo mi era y un poco tu cabeza y ahora a por la calle.
Y todo mundo te reconoce a ti y a mí me reconoce como tu padre. No, no como por mi nombre de pila. Bueno, la sensación esa y que al final deja de actuar como padre que eres ahora. Y creo que tú tengas esta sensación pronto. Ya veremos, veremos. Es decir, no, pero decir ojo, que a mí se me recuerde, pues el padre de los dos críos que ahora tengo ya su lo han hecho algún provecho en la vida.
Es decir, yo soy el padre de ellos, que no sean Pablo o Mario es el hijo de Esteban.
Claro, todo esto es la toda. Esa es la parte buena, la que se me acercaron aficionados a mi hijo le conocen, paran la puerta para pedirle autógrafos y demás. Pero claro, cuando ya se le pone a un futbolista el foco se le conoce, etcétera. También estás expuesto a las críticas y estar dispuesto a coger el tu padre un día, coger el periódico y leer lo que decían de otros futbolistas sobre otra gente. De repente que diga pues Esteban ha hecho un partido de mierda.
Hoy no le hemos puesto un 0 en la nota no sé qué o en el bar escuchar, pues el portero está fichado por anda que no es malo, yo que sé ese tipo de cosas, que también la primera que haces frente a eso. Luego ya cuando conoces y cuando ya llevas tiempo, pues bueno, ya se callo y te callas o aprendes a callar. Pero claro, al principio tuvo que ser también complicado, no? Sí, a ver.
Por fortuna nunca tuve unas críticas muy feroces de ir más allá de alguna crítica deportiva, pero también pongamonos años 96 97. No había internet. O sea, tú. Tu actuación se valoraba al día siguiente en los periódicos. Era lo que pusieron Alfredito al día siguiente. Y yo me acuerdo de que mi madre y yo estábamos jugando fuera. Venía de viaje. Me decían mi ayer jugaste muy bien, eh? Digo Bueno mamá, no estuve bien o no me sentí cómodo saliendo o cualquier error que sea, pues se puso a pelear con dos.
Y eso que estuviste muy bien. O te decía Jolín Esteban, que ya está allá, que te ponen un cero. Pero mamá. Sí, jolines. Esta es la parada que hice. No viste que por arriba las cogí todas y decía bueno, pero aquí perdiendo por aquí por un cero, dice que por tu estatura que no saliste. Bueno, son cosas que por fortuna fíjate si te ha afectado o no. Imagínate que te pilla con las redes sociales que fueran activos.
No sólo eso, sí como superarían. Por fortuna vivíamos en otra época también ellos son de otra época bastante anterior a esa y son la crítica del lunes, lo que por la puntuación que pusiera el periódico en aquel momento, la marca España, que era lo que ellos le da la credibilidad, le regalaste que si tienen ellos conservan algo especial, que le regalaron la primera camiseta de no sé qué o la camiseta que no recuerdo anota o no son de estas cosas.
Los recuerdos van en la cabeza, no nosotros en casa.
Así que empecé a guardar camisetas y cosas mías, pero voy a más traje para mi casa. No, no, no, nunca fueron ellos. Ya te digo, estuvo como un poco a contrapelo, les pilla a contrapié y no había ningún. Mi padre le asocio con ningún equipo ni a mi madre. Obviamente era socio con ningún equipo. No, no había nada, nada que guardar. Más allá de algún vídeo o unos partidos que quedábamos. Pero no, al final son malos recuerdos.
Pues te acuerdas cuando fuimos a verte a Sevilla o cuando fuimos con la Peña? No sé que Peña, que éramos socios, íbamos a verte a jugar. Pues sí, recuerdo no olvidar Selección y que ellos, tu mamá y puso alguna foto en casa y que guarden esa foto en casa, que era fotógrafo y nos poníamos todos así, con la mejor vestimenta para salir en el periódico, los detrás, las cortina de casa que eran horribles, por ejemplo, no?
Pero es la realidad. Lo que pasó en aquel momento.
Tus hijos son los hijos de Esteban o vuelan libres e vuelan libres, vuelan demasiado libres, pero no de ahora que uno va a hacer 18 años. Tiene 15 Aitor y yo tengo. Y cuando yo estoy en Almería, mi fichaje en Almeria también. Y ahí en Almería jugaban por la tarde los viernes por la tarde, con lo cual yo pudiera verles todos los viernes. Y me acuerdo que el mayo por Pablo. Bueno, pues un día está en el campo jugando y estaba ahí en la grada, viendo Leuco con el pequeño, con mi mujer.
Y. Bueno, pues ya un niño Khorne y se le queda mirando a mi hijo, le dice venga, tú eres el hijo de Esteban. Y dijo Ay! Además que muy orgulloso de él. Le escuche decir no, no, yo me llamo Pablo. Y digo yo pues muy bien, así me gusta la personalidad dice Pablo con mi padre. Que le den por saco. Pero yo soy Pablo. Mi padre que es para el mañana, que lo que tiene que hacer y a veces remata es que correr, que es lo que tengo que hacer yo ahora.
Qué dijo? Dijo eso por si acaso. Te la media por debajo las piernas al día siguiente en el trabajo. Bueno, yo soy bastante chico ese para el colegio, pero bueno. Pero eso es aprender a decir no? Ahora vamos a dejar claro que las cosas que consigamos nosotros es para nosotros, no solo por el nombre o el apellido que podamos traer. Gracias a Dios espero. No, no, que no haga falta nunca.
Amigo, te agradezco como siempre este ratito. Disfruta de los herederos. Ahora que puedes que algún dia volaran del nido lo eso muy rápido, muy rápido, muy mayores a una velocidad. Te mando un abrazo gran amigo, la semana que viene mas y mejor cuidate mucho. Buenas noches a todos. Hasta ahora vamos a aprender.
Se mira y se lamenta por ese dolor de espalda. El transistor Aitor Gómez.