Gente que hace cosas raras en un ascensor. Gente que. Que cambia su carácter en un ascensor. Gente divertida en un ascensor. Gente inquieta. Gente sudada. Gente con conversaciones inadecuadas.

El ascensor es un habitáculo pequeño donde coinciden una hora con la pandemia. Menos gente.

Pero qué alegría más grande que ahora. No hay que subir con nadie. Un pequeño. Deben tener conversación. Exacto.

Bueno, hoy a vosotros os ha pasado algún sensor? Hombre, por favor.

Bueno, a mí para empezar. Lo que pasa es que me gustan muy poco los ascensores. Eso lo primero. Por lo espejo te ves fatal porque la luces malísimo.

Sea lo que es. No sé que es verdad. Ya me veo mayor. Yo me veo mayor. Por fin. Por fin te ves mayor, verdad? Porque me hace arruguita.

Las ojeras se notan pegando muchas cosas. Lo mío yo lo estoy diciendo desde el primer día.

Digo por contar el pago yo en los ascensores que hace años ascensor antes, no?

Bueno, bueno, volvamos al fin primario.

Pero yo lo que sí he hecho en el ascensor creo que no lo había hecho ninguno de vosotros, seguro, porque en Morón no había ascensor y entonces pusieron uno en un bloque de los otros ocho o nueve años.

Eso pasó en cuevas y entonces llegamos a hacerle putadas por ver a antes que en ver a pusieron un ascensor, claro, y entonces íbamos a hacerle putadas al portero. El portero salió a correr detrás de nosotros y los otros, otros, otros cuartos. Se subía el ascensor porque aquello era una aventura increíble y subía muy bajábamos y nos daba el portero. Al rato otra vez lo mismo. Y así durante. Hasta que nos acostumbramos. Claro que era el único que había en el pueblo.

Pobre arte a Barrera.

Bueno, a ver si lo cuento bien porque tengo aquí ya me están diciendo seguro que lo cuentas mal.

Si pasa a mi mujer cifraba. Así le pasó a Aguirre. Ella vivía en un edificio, tenía 23 plantas ahí en Bilbao. Y entonces montan el ascensor y había un montón de gente, porque en estos ascensores gigantes inmensos y había un padre con el clásico niñita, la clásica niñita que estaba detrás del padre, ahí situada y en el silencio, este incómodo que siempre se ve, se da en los ascensores. La niña dice Papá huele a culo de tu supositorio, no a supositorios de tu culo.

Ya lo he contado mal. Yo creo que debería hablar tu mujer muchas veces, si es que me tensiona. La tengo aquí. Me tensiona, claro, ya no lo sé.

Os he de contar. Bueno, el caso es que el señor imagínate la vergüenza que pasó el Señor, que esto es muy típico, que los niños digan una cosa inapropiada en un recorrido más largo, porque fíjate. 26 a mí me empezó.

Al contrario, iba un señor con su hijo con dos o tres años y hubo un ruido. Ya os imagináis que él iban ellos dos y yo nada más.

Y entonces coge y mira al niño y dice este niño qué marrano es?

Pues el pobre niño ni sabía nada ni nadie había sido él.

Pues de una cosa y lo tengo que contar, Herreras. Le voy a contar, verdad? Ah, bueno, maravilloso.

Íbamos nosotros, íbamos a hacer un programa y vamos a hacer un programa.

A qué se ríen? A Valdepeñas, a Valdepeñas?

Vaya, entonces yo íbamos en coche porque se había estropeado el AVE y a mí se me descompuso la barriga llegando a Valdepeñas y le digo a Eduardo Eduardito que iba conduciendo el coche Eduardito para que no llego. Y Eduardo empezó a protestar, como siempre hice. Yo no paro porque estaba en la total que llegaba al hotel. Yo me iba. Entramos en el sótano, en el hotel, cojo las maletas. Estuvo con Eduardo y con Jesús Melgar, que venía en el ascensor.

No podía más. Yo no podía más y digo me vaya, perdona, el ascensor tenía una puerta.

Entonces yo me puse mirando hacia la puerta y dándole la espalda a la otra parte y digo perdonadme, pero no puedo más.

Y aquello y aquello era una ametralladora encima al pobre chico más ahnsahnghong agachándome.

Hasta que de pronto veo que Eduardo y Jesús empiezan a llorar de la risa. Ja! Yo no entendía por qué y cuando miro hacia Detrae que tenían dos puertas el ascensor y al llegar la primera se había abierto por ei tranvía y había un matrimonio que a la señora le quité la laca de la permanente. No digo más, le tenía el pelo de rubí, señor.

Sí, señor, sí señor. Y lo de recepción que me vieron no me no me querían dar la habitación porque estaban como vosotros debajo del mostrador.

Muerto de la risa. Qué vergüenza!

Reseñas históricas Ana Rosa. Por qué? Bueno, si os sirve, si os sirve de consuelo.

He encontrado encontrado el testimonio de una persona del matrimonio que cuesta.

Es uno de estos presidentes de comunidad y tal, y contaba el caso de un vecino. Escuchad.

Habían colocado unas buenas luge en el ascensor y el vecino lo que hacía era bloquear durante algunos minutos mientras hacia las tareas de agitado. Cómo se dieron cuenta por ese olor? After aquella espuma que brotaba del ascenso a la 7 de la mañana. Y porque creo que alguna vecina lo sorprendió con la espuma en la barba. Filomeno afecta acariciando muchas, muchas veces. Qué os ha parecido?

Eh? Afeitarse hoy? Eh? No, mamá. Tiempo es lo más.

Lo más que bloqueaba la cuenta, andarín. Que una noche el león que volvíamos.

Yo me había tomado una cervecita y estaba picada al aula y entré en el ascensor de su casa, que es muy pequeño, y me puso mirando al espejo y creí que era una persona y me puse a hablar con el contiguo a mi hijo y le iba explicando a qué venimos, que usted también coge mucho?

Que te pasó?

Qué tiene eso de bueno? Habéis vuelto a quedar? Te has vuelto a hablar contigo mismo? Sí, ese día te pasaron cosas extrañas. Es decir, esa noche fue culpa de Naranjo, que si yo podía darme una papa importantísima que ha de reconocer.

Y bueno, bien, ese es el tema con el que abrimos teléfonos de los Fósforo.

Pero antes Uriarte quiere compartir algo que no le deja dormir. El mensaje de una oyente que de cierto tema está pendiente, como dice nuestro presidente Barrio Canal en COPE, nos preocupa el espíritu paternal. Que bonica Juanito.

El presidente siempre tiene razón.

Siempre, siempre. Bueno, es que mucho se habla del día de la madre. Pero qué pasa con el del padre?

Bueno, pues ya hay quien aconseja a cierto miembro de este programa ante la cercanía de la susodicha fecha.

Buenos días, Alberto. Tú le habrás comprado ya a papá la corbata para el día del padre y el pañuelito haciendo juego. Es que aunque no salga la Borriquita, pero que se lo pongan. Domingo de Ramos tener estrenar algo, no con recelo y encanto. Soy hijo de tú sabes que a papá le gusta. Muchas gracias.

Es verdad que cuanto más cantoso más se lo pone. Pero he de decir que qué regalarle a mi padre es tremendamente fácil porque le hace ilusión todo, todo, todo, todo. Que algo caerá, algo caerá para lograrlo.

Cualquier cosita. Si yo con cualquier cosa si es verdad.

Oye, por qué no le llamamos a Julio Iglesias en el Día del Padre? Sí, sería bueno. Es el de padre, de madre, de todos. Claro. Es bueno continual terremoto político tras la decisión de Iglesias de abandonar la vicepresidencia para ser candidato en Madrid.

Algo me ha parecido escuchar. Quiero decir algo sobre este asunto.

Bueno, pues ojo, que después de llevar cartera de vicepresidente le va a costar volver a ser ciudadano de a pie, porque Pablo Iglesias va a ver, va a tener que retomar la vida cotidiana. Gracias, compañero.

Hola, soy Pablo Iglesias Turron. Tú sabes dónde se puede encontrar en Alcampo? Trufa blanca, carne de Kobe o mermelada casera ecológica de naranja? Yo tampoco. Que una cosa es quería acabar con la casta, que otra cosa es cenar todas las noches. Pisa el doctor. Qué chorrada! Qué cuida ese?

Cómo voy a liderar la regeneración política si me pongo ternasco pícaro a no terneza? Se puede ternasco? Oye, no tener coche con chófer. Ahora cuidadito, eh?

Eso no quita eso, no? Bueno, todavía no se ha todavíano a dejar la vicepresidencia y la Guardia Civil ya no va a escoltar la casa todavía.

Si el tiempo sí, me imagino.

Sí, sí, yo creo. Tengo entendido que a los ministros, a los que han sido ministros, mucha más. Si ha sido vicepresidente durante un tiempo se les conservan esas cosas.

Si lo divertida y lo divertido será. Si no os escaños cara, seguramente. Pero lo divertido será verles de oposición en la Asamblea de Madrid.

No os lo vais a ver. No va a estar ni un solo estar, ni un minuto. No, no lo vais a ver un solo día.

Los expertos tranquilizan sobre la retirada de la vacuna Austra Seneca. Son pocos casos.

Se lo contaron hace un ratito. A ti también Herrera? Bueno, añaden que no es raro que pase algo así en vacunaciones además muy masivas. Lo que está claro es que ahora no sólo nos preocupa cuando nos pinchan, sino que nos meten, tal y como cuenta Álex Clavero.

Claro, es que la gente que yo quiero saber cómo se llama la que me van a poner a Milá la vacuna y qué más te da? No, pues no me da igual. O sea que tú te acuerdas de cómo se llama la que te pusiste del salmÃn? VANGUARDIA1 Agnosia lo padre de tu época, para los de la mía ni preguntaban, decían vamos, vamos, pincha, le pincha la que se rasca y la deja marcando la picha, dale que Khoury preguntaba dice mi primo.

Yo si me acuerdo como se llamaba la del sarampión, digo cómo se llamaba? Te dice tal Cristina X cierto primer rollete del pueblo, verdad?

Una tal Cristina, la tal ahora, como nos hacemos los dignos con las cosas de una manera que yo quiero saber lo que me ponen. Pero si no sabes lo que te estás poniendo ni a día de hoy. Si yo te digo por ejemplo en Apra Nil Atorvastatina, dime Píriz Udina de Tiri fina que seguramente no se pronuncia mal. Sabes lo que son? Pues lo mismo lo estas tomando y no son lo que son. Quieres que te lo traduzca al español?

Mira la de la tensión, la del colesterol, la de la diabetes y la de la alergia. Porque nosotros la llamamos así. No me late la tensión. Dame la. Verdad o mentira.

Gracias a todos. Basta Tina, tomo yo. Imaginatelo. Y yo esa. Cuál es la de la tensión del colesterol?

Yo tomo la de la tensión. Ay, que. Ya quedamos y no la cambiamos. Carlos, si te gusta tanto.

Qué bonita conversación de gente mayor, de gente joven, bonita.

Bueno, 10 de mayo de 2020 hasta enero de 20 21. Los pañoles hemos caminado un 16 por ciento más de media.

Sí, de hecho ha aumentado la venta de ropa y calzado deportivo, lo que nos lleva al drama de encontrar unas buenas, pero sobretodo simples zapatillas.

Me sacó una playera plateada que parecía que la habían traído del espacio. Esto es lo último. Twin Reverb Sisten era un control. Yo qué vale este prodigio tecnológico? Dice. 30min Chochear. Digo, se te ha ido la almendra total. Lo que tiene esta playera para costar 30 mil pesetas son las de Rafa Nadal, encima de segunda mano de rebién que tienes por 30 euros y por 30 euros te enseñan un cajón que en la tienda de deportes, que es una especie de fosa común de las vocaciones deportivas y es como las discotecas a las 8 de la mañana, todo resueltos.

Acuerdo Bueno, mira, yo recuerdo un viaje que nos hicimos a Estados Unidos y volvimos a Lucas y en ese viaje.

Bueno, sabes que a mi padre le gustan los colores vivos y no sé cuando ha pasado algunos usándonos se compró unas zapatillas. No sé si te acordarás de baloncesto, unas Air Jordan enormes, blancas, con reflejos en azul fosforito.

Claro, cuando llegué a con lucas de hijos, cuando llegó a San Lucas y los amigos vieron la zapatilla, bendije en el fondo del armario y no volvieron a espíritude.

Más desbordantes con Deac. Vale, de acuerdo, de acuerdo, porque son zapatillas, verdad? Sí, sí, las tengo. Y alguna vez me los he vuelto. Guárdalas.

La elegancia la llevo yo. Sí, bueno, vamos a ver.

El Gobierno dará siete mil millones en ayudas directas a empresas a través de las autonomías. Otra cosa es cómo y cuándo.

Bueno, no está la cosa para bromas en asuntos de dineros. Y es que la gente tiene claro en cualquier circunstancia lo que más le preocupa.

Saldría de un juicio acompañado por la Guardia Civil y cuando la van a meter en la furgoneta le suena el móvil? Tiene, Manué. Soy tu mujer. Cómo ha salido el juicio? El juicio. El juez me ha dicho que siete años de cárcel o cien mil euros, dice la muy Manué. Tú coger dinero, no seas tonto, no?

Y la pasta? Y luego hablaremos. Tú coge el dinero. El gran Josele.

Sí, bueno, desde las ocho de la tarde en Castilla y León hasta las once de la noche en Madrid. Así ha sido redactado con todo.

Así ha sido el toque de queda en España.

Es para que tú lo recreé. Sombrero prete.

Bueno, y está haciendo el toque de queda porque claro, va por barrios esto, lo que es terrible para muchos negocios, aunque tiene una cosa buena. Fijaros, ahora tienes la excusa perfecta para largarte a casa, no liarte y no tener que decir mucho tiempo me voy, me voy, me voy.

Yo tengo una manía y es que me voy sin despedirme. No sé si os pasa a alguno de vosotros, yo estoy por ahí y yo me voy sin despedirme. Pero es que esto es España. Si te despides no te vas, porque de España tenemos esa frase, esa mentira que ha funcionado de generación en generación. Si te espera cinco minutos, nos vamos todos por cinco minutos.

No tengo estudios, pero claro, me quedé, esperé, me lié y me pedí otra copa. Me fui a un after, cambié de amigos, tengo unos amigos ahora que el otro día y se me hizo una gracia un amigo.

Os voy a contar una historia, os pongo en antecedentes y dice mi amigo yo ya tengo JJ Bakero lleva razón. Lo de la última ronda ha generado muchos conflictos.

Aquí hay alguno que es experto en escaquearse Navarro. Por ejemplo, si algo se me ha dicho que es muy hábil, bomba de humo hago.

Sí, sí, yo soy de la peña, un apeno. Lo más importante es ir para siempre sin decir nada. Porque nada.

Porque cuando dices algo intentan convencerte siempre sí o sí. Y cuando te vas dicen hay que ver que hay que como lo ha hecho, sin que nos demos cuenta y no pasa nada. O sea que al final es la estrategia.

Bueno, no sé, pero es que yo no me quiero ir nunca por ella. El problema es que ella diga me voy para que me digan no te vayas. Eres el último mohicano.

Usamos tarjeta en lugar de dinero, consumimos más televisión y radio y somos más manitas. Son los cambios tras por la pandemia, también el borno culo de Ana.

Vaya Maria de la literatura como está hoy, le ha llamado culo a la persona no mejor redactado con condón.

El culo con el culo. Perdón, no entendí. Claro, claro.

Bueno, de hecho, un 67 porciento de los españoles ha arreglado algo en casa durante estos meses, lo que supone abrir ese elemento extraño que se llama caja y se apellida de herramientas y tienen destornilladores, puntas, alicates o eso no vale para nada.

Se les olvida meter en la caja de herramientas lo más importante que tiene que ver el papel de celo un periódico viejo y un palillo mondadientes. Yo con un palillo he arreglado el botón de la lavadora que no se quedaba dentro un periódico desde limpiar los cristales, envolverlos bocadillo menos utilizarlo como papel higiénico. La letra se va a quedar ahí de forma que todo un nuevo bastÃn guidamente en el metro te agachas para lo que sea, llevas tanga y la gente se asoma a ver los copos.

No lo hagáis, no lo hagáis. Como dice Bagchi, no lo hagáis. Sois manitas. No, no, no.. Yo si soy un hombre como un hombre, es soy. No sé por qué nadie me va a decir que si abuela está declarado. Si es verdad.

Ahí se ha pegado un triple tufo. Impresionante, impresionante.

Perdona el triple mortal. Sardinas. Lo he arreglado siempre. Cosas.

Define cosas. Nos define cosas, define Coffey. Un bolígrafo. Una puerta que no cierra.

Yo que sé cambiar, no lo sé. Siempre he discutido, Alvarito. Pero claro.

Bueno, lo bonito. Ni al Alvarito vÃveres ni al cepillo. Frasquita no lo sabe, pero ya. Mira, perrito, la protesta.

Bueno, tú siempre decías que ibas a arreglar cosas, pero era mentira. Mira los manitas y las manitas en casa. Alvarito, el tío Salvador, es muy manitas. Y después Javi, el marido, el novio de mi prima y Fier, que es el verdadero maldito de la casa número uno.

Número guárdatela. Número uno ovulos.

El Javi es una cosa, es lo que sea, desde una cocina hasta el motor de cualquier cosa.

Es bueno tener a alguien así, de un buen tema del día de los manitas y algún chiste que tengas adecuado para este martes.

Pues mira, tengo uno, es muy tonto ya lo abierto, pero es que es del gran risitas y como diría Naranjo, lavarse la boca.

Estamos hablando del del maravilloso Risitas, que con todo este chiste tan tonto en su momento, uno que va al médico llama a la puerta.

Se puede? Pase Norton, me pasa. Qué le pasa? Yo me pongale por la noche. Me da un montón a la te dice el médico que viene a que yo te lo pague.

Ya daba igual lo que contara, pero ya los ratos que echaba yo oyendo a Risitas en Quintero.

Bueno, el viejo Don Juan Joya se llama. Está aquí, está aquí en la caridad. Bueno, vamos a ver. Y algo más.

Pues sí que ha dicho esto. Abrimos los teléfonos al tema de los fósforos de hoy, que es el de historias de ascensor. Que cosas le han pasado en ese lugar, eh? Santi Rodríguez tiene un ascensor también, pero un tanto especial el ascensor.

En mi casa, el ascensor caben más que dos. Abrazaos, claro, yo como soy tan Â-dijo, digo yo por las escaleras. Lo que pasa es que la escalera no te puede cruzar con nadie. Los tramos de escalera. Entonces lo que hemos hecho para solucionarlo es que los descansillo no ha puesto 1 espejos cóncavos como la familia, porque claro, siempre tiene preferencia el que suba por si le han cargado. Profesor precisamente hablaremos del ascensor con línea directa.

Sí, sí, sí. Porque hay que hablar, hay que hablar porque miremos donde miremos. Es que estamos en unos momentos, vivimos unos momentos únicos y ellos han creado las mayores ayudas para todos. A ver si te vas a línea directa. Eliges como pagar tu seguro quieres. Anualmente lo tienes. Mes a mes, trimestralmente. Si cierras tu negocio se hacen cargo del pago del seguro de hogar, moto y coche. Y si haces menos kilómetros de lo que pensabas, te devuelven el importe que corresponda.

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Buenos días.

Hola, buenos días, Carlos. Una fosforos desde hace muchísimo tiempo a relacionase. Gracias. Pues es lo más extraño.

Estaba saliendo de la oficina y en el ascensor. Tenemos en las oficinas unas lasmás grandes y entonces hay un estudio de grabación o algo debía haber. Y entonces, de repente me meto en el ascensor y veo una señora con gorro, una melena, unas gafas de sol, así como madre. Y entonces la miró de arriba abajo y digo Jo, parece que es como Marta Sánchez. Entonces la miro y de repente me mira ella a mí también. Y yo pensé como en alto, en plan soy yo.

Ella se quedó riéndose, como diciendo Coño, es verdad, soy yo. Y ya nada. Nos hicimos una foto y tal. Y bueno, pero fue un poco gracioso lo del soy yo, soy yo, pero no he entendido el suyo.

Quien lo pronunció?

El soy yo, lo dije yo porque me salió a mí del alma la canción que escribió la canción de Marta Sánchez ayer a Marta Sánchez, que era Marta y Carlos Jordi.

A ver, es que el qué?

Joder, a ver si es que según yo también las historias, si ya cantan soy yo y dicen sí, soy yo. Me dice la señora ya, ya, ya está bien eso de cantar en un ascensor. Lo ha visto Otavalo? Lo hago yo muy a menudo.

Lo hago si canto estafarte. Tengo un trayecto corto y no sólo canto, sino que bailo delante del espejo, porque en los ascensores suena mejor.

Afia como en los cuartos de baño. Delante del espejo voy.

Yo no he contado lo que decía, que es verdad. Bueno, ejercicios gimnásticos, estiramientos.

Tengo una barra. Me pillaron el otro día. Es una manera como un ascensor de última generación. Tiene una barra para personas que puedan tener algún tipo de discapacidad y demás. Entonces yo me agarro a esa barra. Lo que hago es que me estiro hacia atrás y luego hago sentadillas, posiciones de ballet.

Claro, si plié, vidi, elevarle, plié, bici es como es, como vale, no?

Pero me viene bien porque me descoyuntado, entonces tengo como me descontracturado. Pero es verdad que el otro día una vecina me vio haciendo ese tipo. No me incorporé con total normalidad. Si di las buenas tardes y salí del ascensor como si nada, le aplaudió.

Sí.

No, no, no, no, no, no, la suscripción era bastante, pero bueno, en sí soy el mismo.

Hola, qué tal? Sí, bueno, muy bien. Muchas gracias. Bueno, en primer lugar, felicitarle por su excepcional programa. Si hubiera un 9, un Nobel de periodismo, de periodismo radiofónico, votaría porque se lo dieran a usted?

Sí, si lo digo con lo digo de corazón, admiro.

Admiro su programa. Sí, bueno, al algo a lo que vamos. Esto ocurrió hace unos 40 años aproximadamente. Hospital Virgen de la Luz Cuenca, sobre las doce de la noche. Yo sí he sido celador. Llaman de la planta para que vayamos a recoger a un fallecido. Una vez preparado el mismo de la misma cama, se bajaban a divorciar y allí se dejaba hasta el día siguiente en el cual la funeraria hacia los trámites necesarios para llevarlo a enterrar.

Total, eh? Hasta las doce a las doce de la noche aproximadamente. Lo cojo yo solo. Llama al compañero para que baje a ayudarle a Charlot en reconocías y el ascensor se bloquea. Marica de Cádiz no toco el timbre de alarma y ya acude gente de allí, del del de la planta avisan al electricista. Pero claro, en aquella época no había la tecnología limpia. Si el ascensor lo abre enseguida habría que llamar al electricista una manivela, bajarlo, subirlo hasta la planta correcta para poder sacarlo y llevarlo en otro ascensor.

Total, unos veinte minutos aproximadamente dentro del ascensor, solo con el muerto y nada.

Pues allí esperé hasta que abrieron el muerto estaba horizontal o vertical nombre vertical vertical de la misma cama, osea vertical, vertical, horizontal, no nombre de plátano horizontal en la misma cama tapado con una sábana, como se bajaban siempre y esperando a que vieran la puerta unos veinte minutos aproximadamente hasta que localizaron al electricista que antes había. Los ascensores los tenía que mover cuando se quedaban bloqueados con una manivela hasta llegar a la planta de Contraatacan. Y allí estuve y nada sinceros, sean sinceros.

Y habló. Le dijo algo al muerto? No, no, yo sentado, yo sentado en el borde de la cama y esperando a que abrieran y sentaba al lado del muerto, en el borde de la muerte de su camilla.

Poco más. Bueno, la situación es igual, fijate que le hice el muerto, echate pa allá. Sí, sí, sí, sí, con la que estoy pasando a Juan Francisco. Buenos días.

Buenos días, señora Herrera. Buenos días, amigo. Buenos días. Encantado. Encantado. Igual un fósforo y un saludo para su hijo, que estuve con él en el café virtual.

Un a Alberto. Saludos. Me alegro de volver a escuchar a Alberto.

Soy el señor de Carabanchel. Estoy de acuerdo. Sí, sí. Bueno, pues nada. Os pongo en situación, eh? Salíamos de casa. Yo tengo un niño y una niña y salíamos con mi mujer y yo para ir al trabajo y llevar a los niños antes al colegio. Entonces mi hijo estaba Borbon un poco pachucho, lo llevaba mi mujer en brazos. Salimos de casa, nos metemos en el ascensor y se cierran las puertas y de pronto se vuelve mi hijo hacia mi hija y la vomitó encima.

Toda la cara, todo el pelo. La otra diciendo guapa, qué asco, qué asco, qué asco! Mirándome a mí y yo girándola veo, apunta para el otro lado. Jorge vestido de traje. Bueno, bueno, nos pusieron tibio. Nos tuvimos que volver a casa y ducharnos otra vez porque nos pusieron usted identificar qué era, qué contenía el vómito.

Un pollo que se ve así toda la primera papilla. Yo creo, yo creo que hasta la primera papilla. La niña.

Es que te vomiten en un ascensor. Bonita. Es una situación almar desagradable, escalarla, pasar. Sí, precioso geólogo. Es ese olor fermentado? Sí, un asco que se concentra yasi separa el ascensor.

Además, en ese momento te queda.

Y tú tienes que irte quitando los pedacitos de dgo iur que te dejan encima.

En fin.

La situación es delicada, eh? La situación es delicada. Nunca habéis encontrado a un tio extraño en un ascensor que hace cosas extrañas? Que son que. La verdad es que no eh?

Gente con uno que hace balet que se llama Goyo, pero por lo demás yo no bailo cuando estoy acompañada y ahora con la pandemia solemos entrarle un no, pero si está también el caso del graciosillo, que ya sea en un puente, a lo mejor de estos de cuerdas, que sabes lo que te digo?

Que se balancea mucho en un ascensor, empieza a dar botecitos y hacer la gracia de si se queda parado y cita, verdad? Ese también es un pariente de tío, el tío más raro con el que yo me he encontrado en un ascensor.

Era ascensorista. Así que la peluquería de la Casa del Libro os acordáis del ascensorista de la Casa del DICI?

Os acordáis de sí perfectamente, con gafas de culo de botella, que era muy borde?

Sí, pues ese era el Dios que te regañaba, te regañaba, te insultaba, te regaña salvo y por tanto para abajo estabas todo el día. Sí, sí, de lo más peculiares.

Ese personaje es maravilloso. Ángel, qué tal? Buenos días, Marcelino, buenos días. Anda que entregar el libro.

Hola, perdona yo lo que me dice. Qué tal, Marcelino? Dígame, señor, dígame.

Hola, buenos días. Mire, la denote la anécdota muy divertida. Estaba con mis tres hijos y mi esposa en Hong Kong y nos dispusimos a subir arriba del todo había una piscina en un hotel. Entonces bueno, pues Ovidi subíamos por arriba los cinco. Y mis hijos eran pequeños. Paró el ascensor y entró una persona como nunca hemos visto. Hemos visto en los Estados Unidos que hemos vivido gente grande, grande, grande, morenos, de esos grandes.

Esto era descomunal. Se agachó para entrar en el ascensor y entró. Mi esposa, que es muy educada, no pudo por menos de decir en claro en nuestro idioma Madre mía! Y yo le dije a mi hijo pequeño cuidado, que como te pise te quedas sin pie. Pero mi hija fue un poco más allá y dijo qué animal! Y mi hijo tenía 12 años. El mayor es un poco más educado, dijo sois unos maleducados. Si vamos arriba del todo y el hombre en perfecto castellano.

Hola, hola. Marcelino, no me deje así. Qué le dijo la voz? Favor, por favor, busc, buscadle, por favor. Porque queremos saber exactamente qué es lo que dijo el señor en perfecto castellano. Patchi Buenos días.

Hola, muy buenos días. Buenos días. Soy no, no soy el de antes, pero parecido. Bueno, en primer lugar enhorabuena por vuestro programa y enhorabuena a todos tus colaboradores. Y enhorabuena a COPE en general porque es maravilloso. Muchas gracias. Bueno, y en el concurso hace unos años en una tienda de Andorra que tienen unos ascensores que no se acaba nunca. En aquella época pesaba 157 kilos y entre el primero en el ascensor con mi carrito y de repente entra la gente tiene que entender gente.

Total, que cuando le vi el primero al botoncito del ascensor, bueno, el segundo del ascensor no arrancaba y de repente todo el mundo se gira y me mira y les dice oye, a mí no me jodas, que he soy el primero en entrar a la mía, joder, es el resto de la culpa.

A mi con el tema y que hicieron al final se bajaron, me acuerdo, se trabajaron 7 8 y arrancó.

Pero bueno, apaga la vela sulfa gruñón.

Pero el pobre hombre habría entrado a la vida eterna.

Bueno, os digo una cosa a mí en una vez un señor también de un tamaño considerable, considerable, pues se monta y se queda el ascensor parado entre piso y piso y se dice muy serio yo no sé qué le pasa.

Yo dice que siempre que me se vale, es verdad, es que no podré aguantar, no puedo contar.

Una anécdota es no podía contarla ese imaginal de esas tres personas que estábamos mirándole diciendo pero claro, es que es que es usted. Pero bueno, ahí estábamos, cuéntalo.

Es que no, no es que no puedo, no puedo, no puedo porque el ascensor de costumbres no, porque no puedo darlos.

No, no, no puedes darlo. Perdí un compañero hace muchos años. Hace muchos años. Pues sí, por las tardes, por las tardes, a cierta hora, justo 10 minutos antes de las en punto, se solía parar el ascensor.

Por qué?

Pues porque por ahí, por ahí subía solo o muchos datos, hasta donde ya subía solo.

Y hace muchos años. Hace muchos años. Y porque lo recuerdo, porque yo lo recuerdo, porque llevo mucho tiempo, pero porque así lo pensaba, porque lo pasaba bien, no hacía nada realmente. Ya vivía con él, con su chica. Bueno, él es el.

Subía con sus cosas, digamos, pero no las cosas.

No era lo que hacía, sino el bulto. O sea, era alguien de golpe que era voluminoso.

Sí, pero él no lo sabía. No, yo no lo sabía. Él no se daba cuenta. Exacto. Me veía delgada. Sí, sí, sí, sí.

Bueno, vamos a ver. Despejemos la incógnita, Marcelino. Otra vez. Buenos días. Hola, buenos días. Siento que se haya cortado.

Ver, hombre. Dígame entonces el señor, el que era un animal.

Pues perfecto castellano. Qué les dijo?

El perfecto castellano nos dijo Ustedes primero, por favor. Entonces nosotros nos dimos un corte impresionante. Además, en aquel contexto social habíamos pensado que nos pudieran entender. Hubo también otra frase que dijo mi esposa Nos vamos a quedar en el ascensor, seguro. Con éste nos quedamos, aseguró. Y por fin llegamos arriba. Y además de ser muy grande, muy grande, muy grande, era muy ancho.

Era conminó. No sé cuánto podría pasar, pero la verdad es que no sé que teníamos la idea de inculcarle a los niños corrección y educación y tal. Bueno, nunca pasé tanta vergüenza porque vi a la naturaleza humana.

No, no hizo ningún comentario más. No lo sé. No se le veía nada raro. Él no, él no y nosotros?

Bueno, pues pues cuando se acercaba un poco al salir de la piscina, nosotros nos íbamos por otro lado de la que íbamos para otro lado del restorán.

Conocíamos los artículos que teníamos allí, pues la cervecita y el agua y todo, y nos íbamos para otra zona porque la verdad es que tuvimos mucho corte, luego ya no lo volvimos a ver, pero sí se le hizo un perfecto castellano, perfecto castellano, pero es que qué bonito!

Además, fíjate que fino el tío sí podía haber dicho animal será tu puño, pero no ustedes.

Primero, por favor, ten cuidado. Por ejemplo, en Nueva York, Nueva York, no, en Miami, en Miami, tu álbum Platino. Habla castellano, pero en Nueva York, si te montas en los taxis, siempre ten mucho cuidado porque hay muchísimos latinos conduciendo taxis por en Nueva York y te puede pasar lo que le pasó a este señor perfectamente, que ver lo que huele, como huele el taxi. Ese tipo de cosas. Pues entonces no sé.

Qué tal Maite?

Buenos días. Hola. Buenos días. Hola, señor. Enhorabuena. Gracias.

Gracias por su programa. Le sigo desde hace muchos años, al menos 50 años. Y hace unos años, cuando mi hija era pequeña, tendría unos 5 añitos. Me escuchas?

Sí, sí. Yo no sabía si me escuchaba, si era una niña muy dispuesta. No tenía vergüenza. Se metía con todo el mundo en plan bien, muy cariñosa, muy sociable. Y un día subimos en el ascensor de mi casa, que era un edificio de 12 plantas. Subimos ella y yo y entró un señor muy bien. Y en la segunda tercera planta el señor escupe en el suelo. A mi hijo le salió, pero es que era una niña que le salían las contestaciones, pero no lo pensaba, lo decía eres un cochino, eso no se hace.

Yo me. El hombre se echó a reír, pero yo me quedé. Vamos muerta porque no me hace. Pensaba que mi hija iba a contestar eso. Pues nada más Teresa que una niña pequeña.

Una de las escupitajo en la pol llevaba nervio o simplemente saliva.

Dios mío, cómo dice que no le oigo el escupitajo? Llevaba nervio o era saliva nada más?

Carlos de verdad, no era del todo de todo un escupitajo como se dice, con grumo, con grumos completito.

Era por completo. Bueno, me habéis dicho, porque como me decís, el nombre de malo, normal entenderlo para siempre.

Emilio Buenos días. Hola, Carlos. Buenos días. Buenos días. Voy a ser breve porque tengo 12. Cuento uno y si queda tiempo contra la otra me paso un 15 de agosto en Madrid. Hace ya unos cuantos años que hacía un calor de mucho cuidado. Típico de la época. Yo estaba en el hotel Kuzco, al cual he ido cientos y cientos de veces por motivos de trabajo, porque ya no sería de Madrid y nunca ha fallado absolutamente nada.

Pero ese día con 5 6 personas en el ascensor, pues se paró y un calor, como digo, insisto tremendo. Y de repente una chica relativamente bueno, jovencita de 30 años a americana, pues se puso histérica, pero bueno, histérica, con un histerismo a grito pelado, a grito pelado, nadie sabe, pero calle, calle, calle, sarape, estas cosas. Hasta que un loco que estaba allí cogió, le dio dos bofetones viéndoos y se terminó.

Se terminó el tema. Creo que es la forma en la que hay que terminar con los integrismos y así se terminó.

Si la mete y luego pidió perdón la americana, pero es que estaba montando un espectáculo ya. Rápido, rápido, rápido. Sí, me pasó otra vez. Estaba con era mi novia en esos momentos también en Madrid. La culpa es mía. Habíamos comprado un piso y estaba ya terminado, que estaba en las últimas obras y fuimos a una vuelta por allí porque además abajos una urbanización con su jardín y estas cosas que no, no teníamos. Subimos a ver que pasaba, a ver cómo estaba el tema.

Joder, pues que al bajar los el ascensor era sábado y ahí casi empezó la histeria también con la que hoy es mi mujer, pero casi. Y hubo la santa suerte de que al cabo de una hora yo ya, ya estaba empezando a subir por intentar quitar el techo y estas cosas del ascensor. Se le ocurrió al guarda de la obra pasar por allí, que luego le preguntamos Y cómo es esto que ha pasado? Aquí? Pues no sé, no doy por pasar porque andaba por aquí cerca de Chueca.

Voy a ver como está. Localización dos en una. Eso es todo.

Carlos, madre mía, quedarse un 15 de agosto con con una persona con ataques de histeria en un ascensor en Madrid tiene su además chip.

Pero ahora hay gente que pone el valor agregado, el confeti y eso sí que es un humano, es un arrojado ángel. Qué tal? Buenos días. Sí. Hola, buenas. Buenos días, señor.

Sí, eso me pasó en Nueva York, en el enParís. Sfeir En un ascensor, pues muy antiguo y caro estaba, pues, la cosa del 11-S. Bueno, todavía todavía quedaba, pues mucha seguridad y. Y un niño pequeño era francés. Pues se apoyó en el botón de alarma. Joder! Y pues no salieron hoy, pues dos policías apuntándonos con las escopetas y las pistolas. Sí.

Y yo dije en mi buen castellano dije la culpa es mía. Y la pobrecico se quedó. Pues eso. Pues imagínate, pobre hijo, imagínate ahí, en el piso 20 o no sé por cuál íbamos. El pobre chiquillo. Pues pues alucinando ahora con el.

Pero bueno, claro que en aquel momento a lo mejor habría mucha alarma, pero hombre, que le. Que le apuntaron con la pistola. Será un poquito exagerado, no?

No, claro. Bueno, al lado del botón de alarma pues es lo que lo que hicieron. Pardo pues. Pues el chiquillo se apoyó en el botón de alarma y fue lo que surgió, claro.

Bueno, pues qué calor.

Rizos Sí, sí, qué abusos. Los botones de los ascensores los carga el diablo.

Yo me acuerdo una vez que fui a estábamos en otra emisora y el ascensor era. Estaban las once. Estaba en la ONCE. Y entonces digo. Le digo a Carlos voy por un café y me subí en el ascensor y ahí estaba el café y la tercera planta. Y ahora, cuando voy a coger el ascensor pa abajo, no veía el botón. No había botón. Y digo verá como es la ONCE, lo menos inteligente. Y antes de hablar digo ascensor.

Estoy en la tercera planta. Que no subía tanto. De verdad que te vi acá. No se me entiende. Verdad? Verdad? Te lo juro. Ascensor. Estoy en la tercera planta y allí estaba, abierta. Y en la ONCE no sólo hay ciegos, hay de todo. Y los que me estaban viendo estaban descojonándose de risa. Yo. Y ya cuando al rato me di cuenta de que el botón estaba abajo por si bajo la sillita de rueda llegada.

Y claro, yo.

Yo no soy muy alto, pero me llegaba por encima la cabeza y me tiré allí 10 minutos hablando con las clases de una conversación de. Pero él ya está ahí. Rafael Buenos días. Buenos días, Carlo. Buenos días, fósforo, un fósforo andalú también como tú. Enhorabuena por el programa. Mira, yo soy profesional de los asesores y tengo muchas anécdotas, pero esto voy a contarle a uno que no es precisamente de mi trabajo profesional, sino que yo cuando me casé vivía en un piso en un barrio de Madrid.

Aunque sean de Lugo o Madrid. Y entonces, en el quinto piso de la de la casa, hoy día lo alquilaban y había tirado unos señores que eran de una. Que eran de una. De una. De un país extranjero de color moreno, como decían antes por ahí. Alguno te ha llamado? Y bueno, no sé si eran de Zambia o de dónde era. Era de la embajada. Y entonces eran cuatro personas enormes que yo había visto una vez de casualidad que eran dos chicos y chicas jóvenes, pero muy grande, muy grande.

Y un día se paró el ascensor entre dos plantas y empezaron a golpear el ascensor. Pero vamos, porque saben que era yo. Yo creo que se pusieron nerviosos o que estaban enfadados o pues no lo sé. Qué le pasaba? Pero empezaron a golpear tanto el ascensor. Otro si salimos. Y entonces entre cuatro portales había un conserje que era andaluz, por cierto, y le llamamos para que abriera el ascensor. Y podríamos tener aquella persona, no?

Pero cuando llegó el hombre y abrimos el ascensor, bueno, primero se le subió a planta y abrimos el ascensor. Salieron cuatro personas que no cabían por el ascensor. Grandes y altos, que eran enormes. Y era lógico, se habían quedado porque era un ascensor de 300 kilos, cuatro personas. Y entonces ellos, muy enfadados, decían que se habían quedado parados por culpa del ascensor. Y el conserje les decía No, la culpa es de ustedes.

Y uno de ellos quiere champú. El español un poco decía no, cuatro personas. Y sí, y el conserje en otro gritaba sí, cuatro personas, pero no cuatro. Negro.

Uy! Oye, oye, oye.

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