Hoy es 8 de septiembre de 2020, hace nuestros 4 5 498 años. Era lunes y aquel día que como hoy era una jornada de cielos despejados en Sevilla, que vivía más bonito que el de entonces.
Aquel día llegaron por el Guadalquivir los supervivientes de una de las mayores gestas protagonizadas nunca por el hombre. Lo que hicieron aquellos aquellos marinos lo comparan algunos con lo que los siglos y pico después protagonizaron los astronautas que viajaron a la Luna y regresaron para contarlo. Fue la primera circun navegación. Entonces dicen la vuelta al mundo. Y el viaje con el que, entre otras cosas, se demostró empíricamente la esfericidad de la Tierra. Así que, tal día como éste, llegaron a Sevilla 18 de los casi 18 de los hombres que habían zarpado tres años antes bajo el mando de Fernando de Magallanes.
Venían menos barcos, sobre todo venían muchos menos tripulantes y venían con un capitán que no era el que los dirigía. Cuando partieron años atrás, el que venía era Juan Sebastián Elcano, porque él sí sobrevivió, a diferencia de Magallanes, aquel viaje. Y como hoy este programa se hace desde Sevilla.
Y como estamos de aniversario, pues es una gran ocasión para transmitir en directo algo que por cuestiones de edad nunca no tuvimos. Entonces que si hubiéramos podido lo hubiéramos transmitido entonces. Pero como en aquel momento no estábamos y no pudimos contar a los oyentes en directo la llegada del Cano y la victoria a Sevilla, pues hemos decidido contárselo ahora. Pero ahora de verdad y en directo. Y por eso tenemos a nuestro reportero Jorge ABAP a la orilla del Guadalquivir, en el muelle, para contarnos lo que está sucediendo en este instante.
Este sonido que ustedes escuchan es el que nos llega ya desde el muelle de Sevilla. Jorge Abbott.
Buenos días. Qué tal? Cómo estáis? Alsina Muy bien. No sé qué tal. Me escucháis? Bueno, para estar en 1522 te escucho francamente bien. Genial y describiros dónde te encuentras. Qué está pasando?
Pues mira, estoy en el muelle de las mulas del Guadalquivir, que es un lugar que aquí también conocen como el puerto de las muelas. No son otra cosa que un barco, un embarcadero que está en la orilla opuesta a la Torre del Oro y que habitualmente es punto de partida de los barcos que descienden el río Guadalquivir hacia el Atlántico. Sin embargo, hay este muelle es lugar de llegada, de una llegada que ha levantado gran expectación porque es el puerto de destino.
Como bien has dicho de la nave Victoria, en la que viajan 18 de los 237 hombres que hace tres años y 28 días zarparon desde este mismo lugar, pues hacia lo desconocido, hacia hacia una aventura que duró tres años y llegaron anteayer a Sanlúcar de Barrameda. Y van a hacerlo aquí de un momento a otro, con la ayuda de un barco que les está remolcando río arriba. Y por eso en el muelle de las Mulas ya se ha concentrado aquí un montón de curiosos, no sólo curiosos.
También están las autoridades de la ciudad y la plana mayor, los miembros en pleno de la Casa de Contratación y aunque no hayan llegado todavía a Sevilla.
Qué sabéis de los supervivientes de esta expedición que en su momento fue la expedición de Magallanes? O sea, qué noticias os han llegado ahí hasta el muelle desde Sanlúcar, que es adonde ya llegaron desde atrás?
Lo fue de Magallanes y ahora lo es del Cano. Sobretodo nos cuentan desde Sanlúcar que los marinos venían muy hambrientos, muy delgados, enfermos. La mayoría de ellos tuvieron que explicar a los propios tripulantes, a los Sanlucar, quienes eran, porque ya muchos ni se acordaban de aquella expedición que vieron salir hace tres años y de la que ha regresado ese único barco, la nao Victoria. Zarparon de este puerto sevillano en 1519. Cinco naves solo regresa uno y lo hace dirigido por Marina de Guetaria, que te comentaba Juan Sebastián Elcano, que es un marino experimentado que inició el viaje como contramaestre de la nave de Concepción, pero que ha acabado siendo, según han contado los propios supervivientes.
La persona que, gracias a su audacia y a su pericia, ha conseguido traerles de vuelta a España en una larga y sobretodo peligrosísima travesía de siete meses desde las islas de la especie fría a través del Océano Índico y doblando el cabo de Buena Esperanza para subir bordeando el continente africano. Eso sí, sin fondear, sin fondear durante meses, huyendo del hambre, de las tormentas, del escorbuto y sobretodo de los portugueses que han seguido una de sus mayores amenazas durante este tiempo.
Pero finalmente han llegado, según palabras del Cano, flacos como jamás hombres estuvieron.
Eso sí, con las bodegas del barco, llenos de valiosísimas especias, cargadas hasta arriba, que yo he contado antes que la victoria la están remolcando desde desde Sanlúcar en tan mal estado llega el barco como para necesitar ayuda en este último tramo. Hasta aquí hasta Sevilla.
Sí, sí, el barco está hecho polvo, está muy deteriorado, está muy dañado. Pues imagínate la dureza de la travesía con muchísimas vías de agua. De hecho, las bombas de achique han estado funcionando día y noche sin descanso. Y eso es una de las razones que, unido a la falta de alimento, también por la que los tripulantes han llegado tan exhaustos y tan castigados. De hecho tenían tanta hambre que nada más llegar, tener noticias de.
Ha llegado a la península de este barco. Los oficiales de la Casa de Contratación de Indias de Sevilla enviaron al encuentro de la Victoria una lancha, una lancha de 12 remos para abastecer a los marineros con todo tipo de provisiones. Tengo aquí la lista de los víveres que les hicieron llegar doce arrobas de vino, 75 hogaza de pan, roscas, un cuarto de vaca, melones.
También les mandaron en aquella barca, escuchando algo de fondo a tu relato.
Jorge, sé que está sufriendo y ya están. Ya están llegando al final como disparos de salvas. Si son las salvas, no puedo llegar a verlas bien desde aquí. Pero creo que son salvas que están descargando con la pólvora desde el mismo barco, desde la victoria de la pólvora que queda allí. Otra cosa más, por cierto, Carlos, que nos han confirmado es que junto a los 18 marinos que regresan en este barco vienen también varios indios. Tres o cuatro de los varios que embarcaron con ellos en las islas despreciaría.
Algunos murieron en torno a una docena. Embarcaron, pero solo han sobrevivido unos ojitos a esta travesía también vienen los indios.
Vienen en la parte, aunque sea pequeño, de la expedición original, y también traen todas las especies, que era el objetivo inicial del viaje.
Sí, y según se sabe por qué estas noticias vuelan, sobre todo las buenas en gran cantidad aseguran que los que han podido hablar con la tripulación, que vienen con un cargamento de más de 600 quintales de especias, que son unas 27 toneladas, sobre todo de clavo, de clavo, de olor, que es una de las más valiosas especias de las más apreciadas, es bueno. Para que os hagáis una idea, es una cantidad suficiente la que viene en un solo barco para pagar toda la expedición que zarpó hace cinco años.
Tres años con cinco barcos y ya están aquí. Carlos Ya han llegado al puerto de las muelas. Está aquí el barco haya atracado, pero tendrá algún aspecto manifiestamente mejorable?
Bueno, los marineros están apareciendo. Perdón, es que estoy viendo ahora que están instalando una pasarela porque creo que van a están están asomándose. Hay alguno de los marinos en la cubierta de la victoria y están al desembarcar. Están empezando a desembarcar los primeros hombres. Está generando gran expectación entre la gente reunida aquí en el cuarto de las bolas, abriendo camino Juan Sebastián Elcano detrás de él comienza a parecer el resto de los supervivientes del torneo viaje. Lo conozco a duras penas porque están muy demacrados.
Es difícil, pues Francisco Albo, un piloto. También veo detrás al maestre Miguel Rodas. Ese es el bar El barbero, el barbero de la expedición Hernando de Bustamante y detrás de él uno de los grumetes Juan de Santander, todos van al Shina descalzos. Qué es lo que más llama la atención? Y vestidos únicamente conmigo, con camisas mojadas que apenas cubren su cuerpo. Hay poco que cubrir, la verdad. Y lo que es más llamativo para todos los que estamos aquí, han salido del barco portando unos enormes cirios encendidos, cirios, cirios, velas, porque salieron como una procesión.
Parece una procesión. No lo es. Es que nos han comentado funcionarios de la Casa de Contratación que los marineros han querido salir llevando estos velones tan grandes para dirigirse al pie a pie a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, que es un convento de frailes, de frailes mínimos, que está en el arrabal de Triana y van allí a cumplir una promesa que hicieron nuestros marinos en uno de los momentos más delicados de la travesía, una gran tormenta que le sobrevino y prometieron cerca de Timor ir a visitar a esta Virgen, a la Iglesia, a postrarse ante la Virgen de la Victoria.
Si sobrevivían a la tormenta, sobrevivieron 18 y estos 18 hombres van a ver a la Virgen, a la Virgen, ante la que Fernando de Magallanes, por cierto, recibió hace tres años las banderas que lucieron las cinco naos que comenzaron el viaje. Así que es la misma Virgen que van a ver, ante la que rezaron antes de la partida casi 240 hombres y hace tres años comenzaron esta gran aventura, afortunada para dieciocho, desafortunada para la gran mayoría de ellos cargos en este puerto de Sevilla.
Llegamos, Jorge Abad, que sigas disfrutando de esta jornada histórica y de la posibilidad de contarla. Y te agradecemos mucho el relato, sobre todo la fortuna que hemos tenido y que es capaz de reconocer por su aspecto a los integrantes de la expedición que ha buscado sus fotos en Google. Y sería más fácil así. Claro está, entre las adiós.
Hasta luego.
Me voy a bañar aquí en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Tomás Monzón, que es investigador y autor de un ensayo que tengo en mis manos, que se titula El Cano, un viaje a la historia. Hola Tomás. Hola, gran medida de mis amigos de ese programa decirte gracias por acompañarnos y Antonio Sánchez de Mora, que es doctor en Historia y archivero del Archivo General de Indias, que luego hablaremos también del Archivo y después de la exposición que acogió el archivo. Hola! Muy buenas. Buenos días. Bueno, gracias por habernos acompañado diciendo entrenás.
Mira, estoy viendo lo que está ocurriendo. Emocionante. Yo lo he vivido.
Estaba bien, estaba hasta oliendo lo que se desprendía de nave historia y en fin, pasando por al lado mía con el cirio. Y lo que vendría, el olor que vendría de esos pobres hombres ha sido precioso.
Lo habéis recreado perfectísimamente.
Fíjate que debió ser muy emocionante, claro, la llegada a Sevilla, pero debió ser un poquito más extraña la llegada a San Lucar, porque a los a los vecinos al lugar les debió pillar por sorpresa la blanca de aquel barco que se iba acercando. Y estos quiénes son? Y el aspecto con el que llegaron estas personas, claro, tan demacrados, claro, así es.
El primero que se acercó a la nave fue el práctico del puerto y yo lo imagino allí, viendo aquella no tan destartalada, pero también a la vez tan orgullosa, verdad? A mí me gusta también de crear esa imagen, no sólo de la dureza que llevaban encima y de lo mal que la habían pasado, sino del orgullo tan tremendo que estos hombres sentían por haber logrado esto. Y bueno, y allí aquel práctico fue el primero que les atendió, pero después se tuvo que volcar el pueblo entero, porque además la gente de San Lugar sigue siendo igual de hospitalaria.
No está claro?
Y lo primero que el Cano. Bueno, una de las primeras cosas que el Cano cuenta al llegar aquí es que se han quedado unos compañeros marineros ahí en Cabo Verde, porque los portugueses los tienen, los tienen retenido. Antes decía nuestro reportero en el tiempo que entre las muchas dificultades que tuvieron que atravesar los integrantes de la expedición en la Victoria estaban los portugueses. Y qué pasó con los que se quedaron en Cabo Verde? Pues tardaron algunos días en regresar.
El rey negoció su libertad. Abrazarlos. Carlos Quinto Me consta que de los 13 que quedaron ahí o 12 que no está muy claro la cifra exacta, pero hubo 3 que regresaron más de 5 meses después de que llegara la nao victoria, aunque el resto en su mayoría volvieron a los treinta y siete días después de que llegara el Cano. 37 días después, estos hombres llegaron a España y bueno, y cobraron su sueldo. Igual tuvieron los mismos honores y el mismo trato que los 18 de la nao victoria.
Déjame que lea esto más el epílogo de tu libro. Ya me he llevado una sorpresa al leerlo, dice después de contarnos toda la historia con todos los detalles de la expedición. Todo fruto de la investigación que tuvo y lleva realizando desde hace años y cuyo fruto está a disposición de todos los agentes que quieran también consultarlo en la página web de la que hablamos aquí la última vez. Pero cuando llega el epílogo dice Tomasso hasta hace unos tres años yo sabía más bien poco acerca de la expedición de Magallanes, y hasta hace tres años yo sabía más bien poco, dice.
Descubrí su historia gracias al trabajo desinteresado y altruista de dos personas. La primera de ellas, José Carlos Gracia, que es el autor de un podcast, seguramente que conoce también nuestros oyentes Memorias de un tambor, dice. Por él aprendí la importancia de estudiar historia a través de las fuentes originales. Me llamó especialmente la atención la mención que hacía a que se conservaba el derrotero original en el que nuestros marinos apuntaban diariamente donde creían estar. Lo busqué. Encontré su transcripción en Internet hecha por Cristóbal Bernal, a quien más adelante tuve la suerte de conocer personalmente y que desarrolla una labor espectacular en la transcripción de documentos originales archivados.
Esto quiere decir que hasta hace tres años. Bueno, tú que te dedicas a otras cosas hasta hace tres años, sabías poco y de repente empiezas a interesarte hasta tal punto que te conviertes en una de las personas que seguramente más sabe de la expedición de Magallanes y el Carnero en nuestro país.
Me volví loco, si, loco, pero hasta hace tres años nunca había sentido esa, esa, esa pulsión por conocer más de esta historia.
Es verdad, no me vino como de repente. Lo que pasa es que en esta historia, esta historia te atrapa de tal manera. Yo creo y procuro en el libro transmitirlo. Así quiero hacer partícipe al lector de esa pasión que se vive cuando uno descubre esta historia, porque el Angeline llamada es como si hubiera salido la cámara, no?
Pero sabes que cuanto más descubre uno sobre ello. Si más les termina admirando, más grande te parece lo que consiguieron, mayores eran las dificultades a las que se enfrentaban. Los condicionantes serán peores y te das cuenta de que conseguir la vuelta al mundo era un objetivo que ellos mismos impusieron a sí mismos. Nadie se lo había pedido y ellos quisieron hacerlo simplemente por trascender, por entrar en la historia. Y esa visión de este viaje así a mi me parece grandiosa.
Más, mucho más allá de la dureza propia de una navegación de tres años que todo el mundo nos podemos hacer cargo. Entrar a los pormenores de esta historia te descubre un agente especial y que cuanto mejor conozcas, más vas a admirar y más te van a contagiar de su manera de ser. Por eso yo no he podido dejar nunca de leer toda esta documentación y de buscar temas de conversación.
Vas leyendo más masivas a más y más, sabiendo que existía y tenías deseo que también leer esa documentación. Y encima luego descubres documentación que nadie sabía que que estuviera.
Y nunca te defraudan, siempre encuentras que ellos funcionaban con un sentido del honor, tenían una capacidad a todos los niveles técnica, que es que te atrapa verdaderamente antes lo que significaban las especies en aquello.
En aquella época, porque era lo más valioso que existía especie a la carrera, era por ver quién encontraba el camino más rápido para llegar a la especie. Prefería a las Molucas. En este caso llegar y regresar y regresar.
Claro. A veces las especies son algo que tiene mucho valor en la parada lassociedades de principios del siglo XVI y por muchos aspectos no, porque el primero porque es algo valioso comentando en algún caso, pues es algo valioso porque tiene un alto precio, algunas más que otras. Pero es que además yo no había, no había caído en eso hasta que una vez no comenté y dice bueno, es que es un elemento de inversión muy práctico, porque el valor de las especias y luego el poco peso que tiene el clavo es muy útil cuando tienes que salir huyendo.
Y me lo relacionó con los comerciantes judíos que tenían que los que tenían que abandonar la península ibérica, por ejemplo, a finales del siglo 15. Es más práctico llevarte el clavo que pesa muy poco que no llevarte oro. Luego tiene tiene un alto valor y eso se puede invertir también en las especias, porque conservadas adecuadamente, pues duran mucho tiempo, no tienen un alto valor y se deriva de muchas circunstancias, deriva del de lo caro que implica ir a buscar esas especias y traerla.
Pero claro, sin luego no lo puedes vender, no tiene sentido invertir en algo que luego no tiene rentabilidad porque no lo vendes. La clave está en que hay una demanda importante por esas especias y esa demanda deriva de varias cuestiones. Las especias desde antiguo tenían unas cualidades medicinales, reales o supuestas. Nos podemos entretener en todas y cada una de las especias para para buscarle. El uso terapéutico puede tener el clavo, por ejemplo, es antibacteriano, lo cual es muy útil para conservar alimentos o para hacer una digestión de carnes.
De ahí su relación con el ecologismo сказать, no un cordero lechal de una caldereta de cordero. Un poquito de clavo, no? Pues sí, tiene una finalidad, también un aspecto químico que es el la capacidad antibacteriana que tiene. Pero claro, si usamos las especias mucho y además son muy valiosas, tendemos al abuso de las especias, porque cocinar con muchas especias es invitar a comensales a comer. Es eso tan especial? Es una forma de ostentación social.
Las grandes fiestas de palacio, pues suelen solían utilizar alimentos muy especiado. Si logran los recetarios que conservamos del siglo XVI, del siglo XVII, generalmente son recetarios de palacio con muchísimas especias, porque uno presume de las especias y del dinero que tiene para poseerlas. Claro, eso luego genera otra cuestión y es que nos acostumbramos al sabor de las especias. Ahora se habla mucho de la gastronomía mexicana o de la gastronomía hindú. Como como les gusta tanto la cocina, tan especiada, tan picante ellos, ya el público ya demanda ese sabor.
Y eso es lo que pasaba en la Europa de principios del XVI. Había una demanda porque la gente quería la comida especiada si no sabía a poco. Todo confluye en que teníamos mucha. Había mucha demanda, había que traerlo. Era caro, pues era rentable traerlo. Si podemos ahorrarnos intermediarios, en este caso los intermediarios venecianos, turcos y lo que podríamos encontrar hasta llegar a la Molucas o los portugueses, ahí fueron muy listos. Vamos a encontrar el camino.
Nos saltamos el problema turco cuando llegamos a la India. Ahí están estas expediciones previas que la conquista de Malakal. Las expediciones éstas de Serrano por. La cita de Java y Sumatra y casi llegando llega a Magallanes y es un poco el que recoge el testigo de ese camino que están viendo los portugueses, pero aquí pues él. Pues como en su día Colón no fue a los reyes, a los reyes de Castilla ni se oye, vamos a ir por Occidente y así nos ahorramos intermediarios.
Claro que lo que les vino no fue, no fue un reto pequeño.
Claro, porque por Occidente, el continente americano en realidad estaba como quien dice, recién descubierto. Estaba haciendo cartografiado todavía en aquel momento y lo primero que había que encontrar era por dónde pasará al océano que está más al occidente que en aquel momento. Era todo un enigma no encontrar el paso para pasar al otro lado y sin saber exactamente a qué distancia estaban. Bueno, ellos creían saber a qué distancia estaban las cosas, pero se encuentran con un océano en medio que me había había calculado adecuadamente, lo cual me complicó bastante el éxito de la expedición.
Pero sin duda, claro, de repente agua y agua y agua y agua y agua.
Pero esto cuanto termina? Fíjate el Pacífico no ser el primero en meterse en el Pacífico. Ya sólo eso tiene un mérito inmenso. Y más todavía cuando comprendemos que el tamaño del mundo para ellos era menor del conocido hoy, aunque tampoco tanto. O sea, ellos ya sabían que iban a encontrar un gran océano a espaldas de América. Y lo que pasa es que la realidad fue todavía mucho más grande. Todavía fue mayor, pero era de una valentía y de una audacia impresionante.
Ese es el grandísimo mérito de Fernando de Magallanes, no tratar de escribir un mapa en blanco. Él iba encontrándose mapas en blanco. No tenía miedo a eso. Normal para los iba creando la expedición de Magallanes.
Y con qué instrumentos de navegación? Porque ahora puede parecer muy sencillo hacer un viaje como éste, pero en aquel momento, a medida que se iba, iba avanzando la expedición. Ellos mismos iban aprendiendo cosas, aprendiendo cosas y con los instrumentos de aquel momento, aplicándolos como buenamente podían para tratar de llegar a su destino. Qué utilizaron y qué aprendieron durante la expedición?
Pues utilizaban un cuadrante y astrolabio. Con eso determinaban su latitud, la separación respecto al Ecuador, y en eso eran muy precisos, sorprendentemente precisos. Eran muy buenos. Sin embargo, no había manera de determinar correctamente la longitud geográfica. Ese era el caballo de batalla de los navegantes hasta mucho después. Aún así, hacían estimaciones que resultan a día de hoy, pues bastante precisas.
También a este nivel, la expedición fue importante también porque aquel compañero de Magallanes que había venido a la corte a ofrecer el viaje a Carlos Primero, Ruiz Falero era un gran cosmografía o un investigador y escribió El regimiento de la altura Este Oeste era un tratado por el que aportaba diversos métodos para hallar esa longitud geográfica y la expedición los puso en práctica. Cuando llegaron a la costa de América, pusieron en práctica esos métodos teóricos que Rui Falero había ideado, llegando a la conclusión de que no eran correctos.
Pero es que una de las cuestiones importantes que debía resolver la expedición de Magallanes era determinar el tamaño del mundo, nada menos.
Y el límite de Tordesillas.
Exacto, Miguel. Entonces, esto que estamos hablando ya me ha dejado un poquito en el tintero lo que estabais comentando de las fuentes documentales. Y realmente todo esto es hasta esto último, no es verdad? Los documentos tienen una magia que te van transmitiendo información y cuando crees que lo sabes, que lo has leído todo y que crees que estás enterado de todo, que no hay nada más. Siempre hay un pequeño, un documento más que te desvela algo que te desde la una actitud no te desvela como uno de los miembros de la expedición, pues no está tan de acuerdo con lo que resulta que dos años antes había declarado Juan se va a hacer cargo en la corte o un pequeño documento que te cuenta parece una tontería que sabemos los alimentos que le dieron esa Lúcar, que son melones de la huerta de San Lucas, de esos arenales que habían en torno a Sanlúcar.
Es lógico que le den melones. Es la época de los melones. Después del verano no hay buenos melones. Pues el otro día, repasando, repasando un poco para ese día. Y mira, aquí hay otra cuenta, por otro lado, que dice y que además le dieron un pernil de tocino. Digan Mira, pues algo más la tontería. Eso tiene trascendencia histórica. Pues pues sí, pero bueno, ese es el detalle, pero es la magia de los documentos.
Yo me voy a barrer para casa de los archivos, no? Estos documentos de la expedición. Yo creo que mis compañeros han sido como. Saurios de esa exposición, que es el viaje más largo, que la trabajaron tan estupendamente, pues han mostrado documentos que son muy conocidos, si es cierto, o sea, la mayor parte de los documentos eran muy conocidos en el ámbito del ámbito científico, alguno se había quedado ahí, casi perdido en el olvido.
Y habéis trabajado en ello. Me imagino a comentaras y inclusa editados y publicados en el siglo XIX, pero luego lo vuelve a lo vuelves a leer, pasa la fuente y vuelves a leer el documento original y te transmite algo.
Antes de que hablemos del grumetes y de que hay otros protagonistas de esta extracción, tuve que hacer una pausa muy cortito. Ya veréis. Estamos aquí en Onda Cero, en más de uno, charlando sobre el canon, sobre Magallanes, sobre la especulación, sobre los archivos, sobre el Archivo General de Indias, sobre las especies y sobre todas estas otras cuestiones.
Ahora mismo continuamos a vueltas con la expedición de Magallanes y el Cano.
No hemos dicho nada de epigrafe, ahora que lo pienso, y de su falta de proporción y de equilibrio y de ecuanimidad a la hora de valorar el mérito del canon y no sólo el de Magallanes. No te parece?
Es cierto, no lo mencionó al canon. Así que lo hice. Un personaje de Fetas.
Un personaje, sí, un poco dado a la exageración también en algunos pasajes.
Sí, sí, eso. Fijaos que en el tema que yo, a lo que me he profundizado un poco, que es el tema de la gastronomía. Y eso es lo que me fijo en esos detalles. Y es cierto. O sea, uno, el famosísimo relato de los párrafos de Piedrafita diciendo las penurias en que pasan a la hora de alimentarse en el Pacífico en ese momento tan terrible de que si daban no sé cuánto dinero por una rata, se comían, se ridi o lo pinten como lo pinte.
Y eso son muchos días para comer. Solamente eso, tantas ratas no quedaba. O sea que hay algo que no me estás contando. Luego ya empiezas a indagar por otro lado y te das cuenta. Bueno, pues que no te han contado lo que otro parece que te sugiere que puede ser algo intermedio. Pues sí, pasaré a eso al final, en algún momento concreto, pero aclara el de queda muy bien exagerado Magnifi. Más que exagerar, corrijamos magnificar la falla.
Creo que es un poco coincide más con el espíritu de feta.
No vamos a magnificar el gran logro que hemos hecho en la relación de PÍI afectada. Hay que leerse en el amor, que es un documento precioso. Lo que pasa es que menos mal que tenemos otra documentación para informarnos sobre el viaje, porque omite ciertas cosas que son verdaderamente relevantes. Así que hay que hacerlo. Y aún así, el relato de pega afectada nos da de muchos episodios del viaje. Una visión muy bonita, muy rica y fundamental. Pero eso si no ha pasado.
También es verdad que nadie ha visto la relación de Piaget original. Eso ha ido pasando después transcripciones de mano en mano a lo largo del tiempo que quizá no sabemos puedan haberse tergiversado o manipulado posteriormente. Entonces, a lo mejor poco afectada si mencionaba el y después no ha llegado lo que verdaderamente dijo. Él hizo varias copias, una de ellas la entregó al emperador. Esa copia. Nadie sabe dónde está. En fin, ahí hay una cierta parte misteriosa con las relaciones de Effetá páginas que alguna vez aparece.
Ese sería ese documento.
Sería un gran logro. Esas cosas. Pero hombre, complicado. Pero también apareció una carta de Juan Sebastián Elcano que tenemos ahora el Archivo General de Indias que aparecía en los años. No es exactamente original una copia figurada que se hizo probablemente unos años después. En ese contexto se da por perdida y apareció. O sea que nunca se puede decir que no va a aparecer un documento. Tampoco en un archivo. Pero digo por una colección privada que pueda haber, pero me es difícil.
De todas formas, te veo un poco indulgente con quien tiene menos. Él tiene fe en lo que me gusta leer. Yo creo que lo escrito así, el de Milán, que es salva, el que se supone más fiel al blog, que fueran las anotaciones originales de epígrafe. Si ahí no cuenta nada, Carlos, no creo que lo contara en el otro lado.
Vas a contar ahora la historia de un grumete? Es historia, pero no la vamos a contar nosotros. Vamos, va a contar en Historia B. Javier Cancho.