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Carlos Alsina presenta a Concha Velasco en la hoja de Pascua con José Sacristán, Charo López, María Galiana, Emilio Gutiérrez Caba y Miguel Reggiani. Las cosas podrían haber sucedido de cualquier otra manera. Y sin embargo, sucedieron así. Últimamente el viejo había cambiado. El día que llegó, ella no cantó cada tarde de lectura en la sala común.

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Un momento de atención a todos, por favor.

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Si hubiera sido tarde de bingo, habrían estado allí cinco de cada seis residentes, porque los bingo tienen muchísimo.

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Pero antes quiero presentarles a todos a una nueva residente. Laliteratura. Por el contrario, tiene poco público, así que sólo se encontraban don Héctor, María, Piedad, Emilio, Mamá Angustias y la señora Jenara. A la Marce no le contaba nada de eso. Don Héctor la Marce, por favor, pare de leer un momento.

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Comprendería que muchas gracias. Qué está usted haciendo, joven?

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Me dice a mí conseguir que don Héctor se calle.

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No se puede dejar una frase a medias. Déjenle que termine. Doña Blanca intento presentarle a sus nuevos compañeros. O es que no quiere que la conozcan?

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No sabría decir. A nosotros nos da igual. Son todos muy mayores allá.

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Emilio acaso? Alexis Gracias, señora Jenara. Sigo leyendo. Entonces no, espere un momento. Se ha parado en lo más interesante dejar las frases a medias.

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No es propio de lectores prudentes.

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Entonces no, sí que no, que si Emilio no enredes, sigue Héctor, que si no, luego se pierde el hilo. Sigo o no sigo? Déjale que llega, chico. Pesa. No tenemos ninguno. Qué resuelta es usted para llevar aquí diez minutos! Ya está celosa, Jenara. Tú métete en tus cosas. Gamberro no quería molestar. Al contrario, acabo de conocerla y ya la admiro.

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Qué superficial ha sido siempre! Que te calles, leches!

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Digo ok, si pudieran ustedes hablar más bajo. Sigue, sigue, siga, siga. Pero solo hasta el siguiente punto y aparte.

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La Marce no entendería nunca que el afecto entre una mujer y un hombre nace la tercera vez que aquélla le lava a éste los calzoncillos.

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Pero que he estado usted leyendo.

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Punto y aparte. Es una novela porno. Calla, bruto.

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Don Héctor no será uno de sus libros guarros. Lo tiene lleno de dibujos. Le pido disculpas, doña Blanca. Normalmente supervisamos las lecturas para que no haya pasaje, pasajes porno que puedan excitar a los residentes y provocarle subidas de tensión no deseadas. Pero quién va a excitarse con unos calzoncillos?

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Es una novela guarra. Por favor, es Delibes y sus lecturas. Es censura.

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Censura palabra y llana práctica aborrecible. Por favor, don Héctor, no grite.

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Qué manía con hablar bajo abajo la censura.

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No a las cadenas. Héctor, no te sulfures. La censura es represión, es coacción, es incultura. Es peor que te acalora. Abajo la Inquisición. Abajo. Muerte a los censores.

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Arriba, el pensamiento crítico se le está poniendo la cara muy roja. Viva!

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Viva la libertad! El día que llegó ella, el corazón de don Víctor Sarmiento Díez 98 años, natural de Mieres, alcanzó la 132 pulsaciones por minuto mientras defendía con vehemencia la libertad de leer en voz alta lo que a uno le dé la gana.

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Viva la libertad! Y sufrió un colapso.

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Ay, sí, Dios mío! Es un héroe! Fue la última vez que se celebró en la residencia tarde de lectura.

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Sí, el personal es muy cariñoso, muy atento. Fíjate que nada más llegar me ofrecieron un caramelo de menta. Son muy detallistas y la habitación muy espaciosa. Es una habitación enorme. Estoy pensando en traerme todos los muebles de casa. No te digo más. No creo que te quepa el sofá.

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Bueno, el sofá grande no. Pero las butacas del salón sí que cabe. Oye, el sofá me lo podía traer yo a casa. De eso nada. Ya veré yo qué hago con él. Llévate, si quieres, el armarito del baño. Pero, mamá, si ese armario está oxidado, no está oxidado. Y es que es vintage. Bueno, que tengo que dejar que están tocando timbre ya para comer. Rinri No lo oyes? Sí que os dan de comer pronto.

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Aquí es que se come prontísimo. Pero si son las once y cuarto! Por eso a las once y cuarto se come horario europeo, hija. Bueno, mamá, si necesitas algo, por favor, viene muy bien. Venga, un beso a los niños y saluda a Paulino de mi parte. Adiós. Adiós.

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Dese prisa. No se le vaya a ansiar la sopa no se come aquí a las once y cuarto.

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Uy, ya le digo, yo estoy que no es que mi hija puede llegar a ser muy pesada. Una pregunta y otra pregunta. Y otra pregunta qué es teleoperadora? No, no es directora general del. Trabaja para el gobierno? No hace encuesta. Mira tú dice que a lo mejor la ministra. Ay, pobre chica! Pues eso lo digo yo, que a las ministras nunca les pasa nada. Bueno, nada, nada. Todo son problemas.

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Sí, sí, mucha presión. Las sesiones esas en el Congreso, la prensa. Luego se corrompen los ministros.

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Llegan honrados y acaban todos delante de un juez. Bueno, eso tampoco, eh? Se vuelven todos ladrones. Mi hija es muy recta. Mangantes y sinvergüenzas. Es preguntona, pero honrada hasta que deje de serlo. Es natural que pregunte Quieres saber cómo es la residencia? Yo le he contado que tengo una habitación enorme con una alfombra de pelo largo y una cama con dosel. Tres ventanales que dan un jardín de magnolias con limoneros, con una fuente en el centro de la que brota un agua cristalina.

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Pues aquí no hay nada de eso. No es hermoso? Está el patio interior. Imagínate! Digo acaso hermoso? Su hija se lo ha creído y media palabra.

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A veces se ha creído usted que el Vova. El patio. Por lo menos es amplio. Yo doy cinco vueltas por las mañanas para estar en forma. Me pongo el chándal, las deportivas y hala! A correr!

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Y corre usté con esas plendor de avispa. Hago trote cochinero. A su edad. Cuántos años me echa usted? Pues no sé. Ochenta y cinco? Ochenta y ocho. Soy del año treinta y dos.

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Razón de más para no correr. Podría usted escoger engañarse? Y usted qué? Yo no he corrido en mi vida. Que de qué año es usted? Yo del 36 de diciembre. Del 36 al año escogido para nacer? 84.

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Tiene entonces, claro, es usted rápida en las cuentas? Es que yo tengo una tienda de hilos con mi marido en la calle Pontejos. Hasta el año sería el 96 y nunca usamos caja registradora. Todo, todo de cabeza. Teníamos una clienta joven que estudiaba contabilidad y que siempre que venía me ponía a prueba 315 menos 9 por 2 y más 23.

[00:07:39]

No esperar a que yo se lo diga 635.

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Gracias a Dios la cabeza me sigue funcionando bien. Aquí ya se imagina usted que no todos pueden decir lo mismo.

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Me estoy haciendo cargo a partir de una edad. El cuerpo sólo tiene goteras, o te falla la cabeza o te falla el corazón o te rompes la cadera. Me pareció que a don Héctor le falla todo a la vez.

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Si es que Héctor es demasiado apasionado. Fui sindicalista en Altos Hornos y eso, claro, le ha dejado huella. El primer sábado de mes celebramos elecciones sindicales sólo para tenerle contento siempre a él, a ver si nadie más se presenta. Luego convoca manifestaciones en la puerta de la residencia y no vamos ninguno para que entienda que los obreros de ahora no somos como los de antes.

[00:08:29]

Leñe.

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Y las otras señoras? Angustias? Sí, María, Piedad.

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Bueno, Angustias la llamamos mamá Angustias. No me pregunten por qué la han llamado así toda la vida. Es una mujer muy callada y María Piedad es muda. Bueno, a veces hace. Mmm oiga, como es que su hija no conoce la residencia?

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No la escogió ella para meterla aquí a usted? No me la busque ella misma. Si de mí dependiera, yo estaría viviendo con ella, con los niños. Pero es que allí no me veo. Los críos son muy pequeños, andan todo el tiempo trasteando. Yo prefiero un lugar más tranquilo, no más a mi aire. Según pudiera valerme por mí misma, seguiría instalada en mi piso que sigue. Tiene ventanales con vistas a un parque con magnolias.

[00:09:23]

Yo lo veo a usted muy suelta.

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Se maneja sola ya, pero a veces, bueno, tengo, tengo desvanecimientos, se me nubla la vista, pierdo el sentido y si nadie me sujeta, pues me caigo al suelo, que le voy a decir, como Héctor. Por eso decidí que era mejor estar vigilada.

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Ya, ya, para no cargar la responsabilidad a la hija y a los nietos.

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Si usted es de Madrid, no, no Blanca Garrido Lapuente nació el 15 de diciembre de 1936 en Gijón.

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Yo soy asturiana desde muy niña me gustó ojear las novelas que a su madre empleaba en la cafetería de la estación. Me dejaba prestadas. La encargada del kiosko de libros recién cumplidos los veinte años y firmando con el seudónimo de Aurora Campos, ganó un respetado premio de literatura juvenil con la novela Regalame el aire.

[00:10:15]

La editorial cambió el título y respeto el seudónimo.

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La novela de Aurora Campos narraba la historia de una niña de ciudad que, muerto sus padres en un pavoroso incendio, es acogida por los abuelos maternos en un pequeño pueblo ganadero.

[00:10:30]

Allí pasa sus primeras fiestas navideñas como huérfana e instruida por un zagal de una edad parecida a la suya.

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Ven conmigo. Aprende a reconocer por su porte un castaño, a distinguir el álamo del chopo, el cuclillo del arrendajo, la trucha del barbo.

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Soy trinche, exacto.

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Y a descifrar el olor del aire húmedo que unos días propaga la vida y otros anticipa la desgracia.

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Hoy el aire me dijo que te marches todos un poco. Los críticos dijeron de la novela que era terriblemente convencional. Me cogieron, pero el público abrazó la ternura contenida de que hacía gala la autora y la riqueza de expresiones rurales que atesoraba su delicioso relato navideño. Entre vacas. La escena en la que nace El corderillo hizo llorar a todos los lectores.

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El debut literario de Aurora Campos fue el mayor éxito editorial de la España de los 50. Su segunda novela fue el mayor de los fracasos. A nosotros nos ha gustado.

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Los críticos apreciaron el esfuerzo de la autora por trascender la experiencia cotidiana y encarar los dilemas esenciales que abruman al obrero en su despertar a la conciencia de clase. Pero el público le dio la espalda porque no entendía una palabra.

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Se hace larga o no larga o se hace eterna.

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Tras una crisis creativa que le duró cinco años y acuciada por la precariedad económica. Blanca Garrido Lapuente se reinventó a sí misma como escritora de novelas del oeste.

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Su nuevo seudónimo fue Walter Makai Geert, experimentado cazador de búfalos y biógrafo de Davy Crockett, según se leía en la solapa de su primera novela de bolsillo.

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Cuando rumorear usa los malhechores, se llevó la mano negra hecha a la empuñadura y dijo con voz grave.

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Los lectores creían estar escuchando a un veterano escritor de Kansas narrar como el sheriff acababa con una banda de cuatreros.

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Ha llegado la hora de que pague por el daño que vais a causar o las gentes son raras.

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Este pueblo hasta ahora. Serpientes miserables.

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Pero en realidad todo salía de la imaginación de la joven blanca. Os ha llegado la hora.

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Serpientes miserables. Ya están preparadas las sogas para enviaros de cabeza al maldito infierno.

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La adaptación al cine de la última aventura del sheriff Jeremías Louder, en la que éste muere, la bala le perforó el corazón, le procuró a Blanca dinero suficiente para comprarse un ático, cubri la mejor calle de Barcelona, el porche, ciudad a la que se había mudado, atraída por el olor de los claveles que emanaba de las Ramblas. Allí conoció a un joven emprendedor y atractivo con el que pronto contrajo matrimonio y que ejerció desde entonces como representante de la autora.

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Deja que yo me ocupe del dinero, chata. Tú ocúpate de la niña.

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Tuvieron una hija preciosa, de mofletes sonrosados y tirando a pelona, que aunque tardó en romper a hablar. Venga, mi amor, di algo! Reveló en su primera frase una vocación inquebrantable por la de Moscovia.

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Julia que se housing Joaquín, personado la una regula en su ático de Barcelona disputó Blanca Garrido de la vida familiar y de los cheques que la editorial le hacía llegar con puntualidad prusiana, hasta que el marido se pulió todo el dinero en el casino y a Walter Makai, hijo, no le quedó más remedio que resucitar al sheriff.

[00:14:06]

Vaya, parece que la bala que me alcanzó era falsa y ponerse a escribir novelas de bolsillo como si no hubiera un mañana. Él seguía Ramiro, y ella esperaba que viniera durante mucho tiempo. Necesitaba recuperar algo de su energía y empezar a recuperarse de esas horribles heridas.

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Llegada al otoño de su vida y viuda desde que cumplió los cincuenta, la prolífica autora encubierta abandonó para siempre la escritura el mismo día que su hija aprobó la oposición a funcionario y pudo al fin mantenerse ella sola.

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Entonces tienes tres nietos, dos criaturas y un yerno. Yo siempre quise tener un yerno, hijos, pero un yerno sí me habría gustado.

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No se llama al mío y trabaja en una gestoría, pero venga conmigo. Vamos a ver a mamá Angustias. Ya casi es la hora del recreo.

[00:15:00]

Usted no tiene familia, doña Jenara. Llámeme Jenara sin el doña. Pero de usted no tiene usted familia Jaenada?

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No, no, Jenara Álvarez Meirelles nacida en Villaverde.

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Abajo calle usted que yo me basta y me sobra para contarlo sola. Hombre, chitón. Siempre fuimos los dos solos, mi marido y yo. Un año quiso venirse a vivir con nosotras su madrina, pero la convencimos de que el agua de Madrid provoca hinchazón en las almorranas y no insistió. No le importa que se lo pregunte. Desde cuándo es usted viuda? No soy viuda, no soy. Ah, disculpe, que yo soy divorciada. Ay, perdone.

[00:15:37]

Yo pensé que como abuela, con tanto cariño del marido.

[00:15:40]

Sí, sí, es que es mucho lo que le quiero, pero no le aguanto. Estamos mejor cada uno por nuestro lado.

[00:15:47]

Bueno, ésta es la habitación de mamá Angustias. Siempre tiene puesta Raquel Meller.

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Mamá Angustias, cómo está? Bien, bien. Estoy esperando ya los cuadernos. Esta chica es la nueva, verdad?

[00:16:06]

Blanca Blanca Garrido. Encantada de conocerla. Lo mismo digo. Ya le había dicho Jenara que yo hablo poco. Sí, me lo dijo. Pues no es verdad. Hablo todo el tiempo, pero lo hago para mi aprecio, más la reflexión que la verborrea. A mí no me mire a los charlatanes.

[00:16:29]

Dedican todo su esfuerzo a hablar y piensan poco. Eso, luego los exámenes. Se nota, mamá.

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Angustias fue maestra a 41 años. Mi primera escuela fue en un pueblo de vino en la provincia de Zamora. Doce alumnos tenía el mayor de catorce años. El más chico no había cumplido los seis. Recuerdo a los niños el primer día en la casona que hacía de aula. Los pequeños sentados en el suelo, detrás los medianos y al fondo el de catorce. Como no sabía que fui, les pregunté Quién sabe leer? Quién sabe leer? Yo, chiquito, rubio, ojos respondió Sólo yo, solo yo.

[00:17:12]

Bueno, y los demás? Los demás no saben. Si supieran no estarían aquí. Dónde estarían trabajando?

[00:17:19]

La semana siguiente de los doce estudiantes solo me quedaban tres.

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Y los otro es que la uva ya madura. Están bendiciendo las cosas.

[00:17:29]

Entonces serán de otra manera. He sido 41 años maestra rural y puedo decirle que sólo hay una satisfacción mayor que enseñar a leer a un niño, ver cómo ese niño enseña, luego a leer a su abuelo.

[00:17:46]

Qué bien lo explica todo este mamá Angustias. Perdónenme. Sonando el timbre se ha terminado ya la clase? Qué timbre? El timbre del colegio. No, hija, no me pongas esa cara. No estoy chalada.

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Claro que no. Si no lo pienso y ahora me das la razón como a los locos. Anda, Jenara. Explícaselo tú, mamá.

[00:18:14]

Angustias tiene un oído de tísica. Usted y yo no oímos nada, pero ella escucha perfectamente lo que está pasando en el colegio.

[00:18:23]

En el colegio de cuando usted era maestra y como cree que estoy majareta?

[00:18:29]

Oh, mira, ven, ven a la ventana. Ves el edificio que hay al final de la calle? Es un colegio. Eso de ahí es el patio. Y cuando yo 43. empezará a llenarse de niños y niñas ruidosos. Uno, dos y tres.

[00:18:51]

Ya los veo.

[00:18:53]

Son como una inundación. Verdad? Se abren las compuertas y se llena el patio de vida.

[00:19:01]

Madre mía, qué escandalosos están hoy! Va a cambiar el tiempo.

[00:19:07]

Yo apenas oigo nada. Ya le he dicho que mamá Angustias tiene un oído muy fino.

[00:19:13]

Sí, he entrenado durante años para captar cualquier cuchicheo. Bueno, basta de charla que no oigo a los críos. El sonido de sus voces me alegra.

[00:19:25]

El día no tuvo bastante con cuarenta años.

[00:19:29]

De verdad escuché algo desde aquí. Guarda silencio, niña. Mira, esta es nueva a la cazuela. Apunta las cosas que dicen los niños. Os queréis callar las dos? Los chicos tienen un idioma propio que va cambiando con los años. Es como un lenguaje en clave para que no lo entendamos los adultos. Yo voy apuntando aquí las frases y luego averiguo lo que significan. Una niña acaba de decir el Lucas si a China.

[00:20:01]

Qué golazo, tía! Nada de locos. Eso es Morfo. De qué hablan?

[00:20:10]

No me renta mazo en plan no me lee guapo en plan otra vez es un boom random.

[00:20:25]

Estoy leaving con el ay, no estoy entendiendo nada.

[00:20:31]

Lo peto en plan otra vez. Guau, de fake. Estas son esas que dicen en inglés o What the fuck of Meiko?

[00:20:44]

Como ahora son todos bilingües, seguro que son cochinadas.

[00:20:48]

Mamá Angustias, no debería usted repetirlas o 8.

[00:20:52]

Se me está acabando el cuaderno. Cuánto tiempo lleva usted apuntando frases desde el 78, hija?

[00:20:59]

La primera que apunté fue dabuten, tronco.

[00:21:04]

Eso lo decía mucho el chico que tuvimos en la tienda dabuten y doña Jenara, Babuji y efectivo Wonder o ay del Paraguay.

[00:21:13]

Ay que risa que Felisa alucino. Pepinillos que no te enteras, Contreras.

[00:21:18]

No te enrolles, Smollett.

[00:21:23]

Podría publicar usted una enciclopedia del lenguaje adolescente.

[00:21:28]

Hoy son muchos años esforzándome en entenderlos.

[00:21:33]

Si no comprendes a un chiquillo, cómo le vas a enseñar a mamá Angustias le escriben cartas los niños a los que dio clases.

[00:21:41]

Bueno, no exagere. Sólo es uno que se acuerda de mí y ya no es un niño. Debe de estar a punto de cumplir 60 y cuando tenía 6 años era muy presumido.

[00:21:55]

Hubo una tarde después del colegio. Metió la cabeza en el río para mojarse el pelo, se repugnó y se agenció una corbata para venir a entregarme dos amapolas.

[00:22:09]

Me dijo como quien no quiere la cosa. Cuando sea mayor me casaré con usted, señorita. Se lo digo ya para que no le pille por sorpresa.

[00:22:20]

Pero qué está diciendo Tonin? No te parezco un poco mayor? Hum. Un poco sí. Pero yo voy a ser más alto. No se crea que me voy a quedar así de bajito siempre. Y si no crezco, me puedo pegar trozos de madera dentro las alpargatas, como hace mi hermano. Ya lo tengo todo calculado.

[00:22:41]

Lo que tienes que hacer ahora es divertirte y estudiar. No ves que tú irás cumpliendo años, pero yo también. Cuando seas mayor, yo seré una anciana. Eso no lo había pensado. Se le arrugó. Era la cara. Si me rogara todo, Toñín, vaya. Pero la Flores sí que le han gustado. A que sí?

[00:23:02]

Y era un crío muy atento, muy dulce, demasiado espabilado, me parece a mí. Me lo encontré. Uf! Treinta años después, en un centro comercial, estaba de vigilante de seguridad. Bueno, fue él quien me reconoció a mí. De qué iba yo a identificarlo con esa estatura y esa barba? Oh, señorita, señorita.

[00:23:26]

Escuche, señorita, señorita, señorita.

[00:23:30]

Soy Tonin hoy, Toñín, y no te había reconocido tan mal peinado o el chorro del aire que me da en toda la cabeza.

[00:23:41]

Se apuntó mi dirección y desde entonces me escribe dos o tres cartas cada año. Se ha casado dos diff. Tiene dos hijas, dos perros y dos coches.

[00:23:52]

Están bien leales. La última carta blanca mujer le va a encantar.

[00:23:57]

Es escritora. No haga caso, mamá Angustias. Una carta es propiedad de quien la envía.

[00:24:02]

Bueno, no te vayas a creer que se sigue queriendo casar conmigo la hija y su amor duró menos que las dos amapolas.

[00:24:13]

Mira, ya se ha terminado el recreo. Venga, cierra el cuaderno, que hoy ya no pesque usted más frases. Lo ivos, otras no. Yo ya le he dicho que no aquí, aquí vivo aquí.

[00:24:27]

Algo está pasando en la cocina.

[00:24:29]

No se ría de nosotras, mamá. Angustias Que sí, mujer. Que alguien está voceando. Estáis sordas?

[00:24:36]

No? Quién fue? A ver, por favor. Es verdad que todo ese revuelo de si ustedes prisa, no vayamos a perdernos el espectáculo.

[00:24:45]

A ver si iba a ser peligroso.

[00:24:47]

Le habrá dado otro patatús a don Héctor? Qué va! Debe estar ardiendo una basura. Pero qué está usted diciendo? Ha sido Emilio.

[00:24:55]

Seguro le habrá pegado fuego al cubo toda la vida. Lo mismo. Ese hombre es un antisistema. Le conoce usted mucho?

[00:25:03]

No lo voy a conocer si es mi exmarido. El día que Emilio Putz Soler, 88 años, natural del Murilo en Tarragona, quemó un contenedor en protesta por la cancelación de las tardes de lectura. La vida de Blanca Garrido Lapuente sufrió un giro inesperado.

[00:25:21]

Doña Jenara, usted lo conoce mejor que nadie. Dígame dónde se ha escondido.

[00:25:27]

El joven cuidador Alexis Prado amenazó con requisar el bombo de las bolas que mamá Angustias usaba para el bingo. Sí, Jenara no confesaba el escondrijo de su exmarido.

[00:25:36]

Díselo, mujer. Emilio se ha portado mal y merece una reprimenda de haber seguido casados.

[00:25:41]

Jenara Álvarez Méndez nunca habría delatado a Emilio Put@ Soler, pero al estar divorciados desde hacía ya siete meses, pensó que su deber como residente prevalecía sobre la lealtad conyugal vencida.

[00:25:54]

Sígueme. Alexis es muy gañán. Se habrá guarecido entre las plantas de Fray Vivero.

[00:25:59]

La llama de la justicia popular prendió aquel día entre los habitantes de la residencia Hoja Roja, que, encabezados por doña Jenara, se dirigieron a paso rápido en busca del pirómano.

[00:26:10]

Rápido, dice. No sabe usted lo que nos cuesta subir las escaleras? Apúrese, doña Angustias, que se me está quedando rezagada en medio del barullo.

[00:26:21]

Sólo don Héctor Sarmiento reclamaba que no se condenará precipitadamente al sospechoso. Presunción de inocencia, señores. Don Emilio ni siquiera está imputado.

[00:26:31]

Usted no se acalora, don Héctor. No queremos más disgustos.

[00:26:35]

Cuando estuvieron frente a la habitación de Alberto Núñez Lobo, Jenara le señaló al cuidador la puerta con la seguridad de que era allí dentro donde se había refugiado el prófugo.

[00:26:44]

Tiramos la puerta abajo. Jaenada. Por Dios! Qué está usted diciendo? Es el ansia de justicia que me ciega. Vamos, vamos.

[00:26:51]

Échense a un lado. Dejen que yo me ocupe. Tú eres muy blando, hijo. Don Alberto. Puede usted abrirme donde don Alberto? Está usted ahí?

[00:27:07]

Del interior de la habitación surgió entonces una voz grave que dijo Estaba abierto.

[00:27:16]

El rostro de Blanca Garrido adquirió en ese instante una luz distinta. Le invadió el olor a tierra húmeda que irradiaban las treinta o cuarenta macetas que había dentro.

[00:27:27]

Mira qué huele raro este sitio. Entre la variedad de plantas identificó una karateca, una que entia una espina de.

[00:27:36]

Dos Antonios, un helecho de casi dos metros alrededor de la cama crecía la hiedra trepando por la pared hasta cubrir parcialmente el cabecero. Había arbustos de hojas enormes y flores de colores vivos en una mesa pequeña junto al balcón. Alberto Núñez Lobo permanecía inclinado sobre una maceta diminuta. Giró la cabeza hacia la puerta y se quitó las gafas. Estoy detrás del Euphorbia Pulquería.

[00:28:06]

Todos miraron hacia donde Alberto señalaba una flor de Pascua del tamaño de una puerta que asomaba por el hueco del aseo.

[00:28:14]

Emilio, rindete, está rodeado. Don Emilio. Salga usted, por favor, con las manos en alto.

[00:28:22]

Le anle primero sus derechos. Ya voy, ya voy.

[00:28:25]

Atajo de Olivera de jodías habernos matado a todos con ese fuego.

[00:28:29]

Emilito exage de mamá Angustias no ha sido para tanto. Incendio provocado, si te parece poco, en grado de tentativa. Señora Jenara sólo ha aprendido el cartón de los huevos y eso arde poco. Tengo que llevar la dirección, don Emilio. Esta vez usted se ha pasado tiempo que ya voy, hombre. Tú eres testigo de que. De que me entrego voluntariamente. Qué decepción! Oh, pongo un poco de resistencia, hombre, lector, no le provoque.

[00:28:55]

A tu edad debería ser revolucionario. La vida es lucha.

[00:28:58]

Mi vida es aspirar a que me hagan fijo.

[00:29:01]

No te digo a ti, le digo a Emilio rebélate contra la injusticia. Soy un preso político. Eso es posible. Alex. Qué hice? Loc@ contra la pared. Vamos, Emilio. Tu mujer es tu peor enemigo. Su mujer está vendida al poder.

[00:29:15]

Vamos, vamos, vamos, vamos. Salgan todos del cuarto, que don Alberto está ocupado. No le molestamos más.

[00:29:21]

Don Alberto, muchas gracias. Bueno, pues. Pues hasta luego, Alberto. Adiós, Alberto. Que siga usted bien. Fray Vivero.

[00:29:28]

Qué le vamos a hacer! Blanca Garrido La Puente. Nunca había visto una habitación como aquella. Sabía que la flor de Pascua es un arbusto, pero nunca había creído que pudiera crecer tanto en interiores.

[00:29:41]

La leyenda dice que al principio sus flores eran amarillas, pero cierta Nochebuena en un pueblo de México. Una niña cuando nadie la veía. Llevó la planta a la iglesia y la colocó junto al Belén como regalo al recién nacido.

[00:29:56]

A la mañana siguiente las flores se habían vuelto rojas, rojas como el corazón de aquella niña.

[00:30:03]

La voz del hombre se introdujo en el cuerpo de Blanca y avanzó entre sus pulmones, oprimiendo suavemente y obligándola a inspirar hondo para recuperar el aliento.

[00:30:14]

La Euphorbia pulquería florece en la oscuridad, como los sueños.

[00:30:20]

Ella permanecía clavada al suelo, oliendo a tierra y sin dejar de mirarlo a él. Deslumbrada.

[00:30:26]

Puede correr un poco la cortina? Me está dando el sol en los ojos. Es usted aquí?

[00:30:31]

Puedo ofrecerle una silla? Entonces le gusta México por la leyenda de la niña?

[00:30:36]

No, no, pero imaginé que vivía. Para eso están las novelas. No le parece? Es hermoso soñar. Sí, es hermoso, sí.

[00:30:47]

Ahora estoy viviendo en la frontera entre Argentina y Chile. Ha visto usted alguna vez un siete cueros?

[00:30:54]

Es un árbol que crece en los Andes, tiene unas flores grandes de un morado intenso y pronto alcanza los ocho metros. No se lo diga usted a nadie, pero me ha brotado uno en esta maceta.

[00:31:07]

Mire, vine desde esta puntita verde que asoma.

[00:31:12]

Lleva adentro un árbol gigantesco. De nuevo, la voz de él se abrió paso en el interior de ella, sorteando ahora los pulmones y descendiendo hasta inundar de electricidad el estómago.

[00:31:25]

Mi nombre es Blanka, entrado a vivir hoy. Blanca Garrido Alberto Núñez Lobo. Bienvenido a nuestra Villa Blanca. El aire de los Andes es muy bueno para aliviar el mareo.

[00:31:37]

Me veo usted mareada. No por honor, lo digo por mí.

[00:31:41]

En la cabeza de él prendió la imagen de una semilla brotando en una tierra demasiado profunda. Creyó sentir una de sus neuronas, esforzándose en conectar con otra sin conseguirlo. Es usted fraile como Fray Vivelo, le ha llamado la señora Jenara? No, no, no soy fraile ni cura.

[00:32:05]

Lo de vivero es por las plantas y lo de fray y por la calvicie.

[00:32:10]

A Jenara le encanta poner apodos. Si les digo la verdad, creo que yo perdí la fe hace ya tiempo.

[00:32:17]

No hay mucha diferencia entre la fe y la fantasía. Me apunto a la fantasía. En ese caso, allá usted con el él.

[00:32:24]

Te acuerdas?

[00:32:25]

Cuando aparezca, pedirle que se detenga o parar yo el tiempo. Sólo así podré conservarlo conmigo. Así que me brotó un ciprés en el plato de la ducha. En dos semanas ya tocaba el techo. Seguía por la humedad del plato. Eso pensé yo. Tuve que donarlo al cementerio de mi pueblo. Allí crece más despacio, porque la tierra es más seca.

[00:32:50]

La voz de él le abrazaba ya las caderas.

[00:32:54]

Todos los cementerios merecen tener al menos un ciprés. Seguro que conoce usted la historia. El dios Apolo amaba tanto a su joven amante. Si padrillo. Que le regaló uno de sus siervos sagrados. Más tarde le entregó una jabalina para iniciarla en la práctica de la caza. Si Paraíso por error mató con la jabalina a su propio ciervo y fue tan intenso su dolor que rogó a Apolo que convirtiera sus lágrimas en resina y su cuerpo en árbol.

[00:33:28]

Así es como si Paraíso se transformó en ciprés, alargado y triste como un destierro. El destierro puede ser dulce y la resina golosina, le gusta a usted los cipreses? Prefieron los cielos. El día que llegó ella y le conoció a él. Ambos decidieron pasar todo el tiempo juntos.

[00:33:52]

Eso es que se han hecho tilín istema. Calla María Patiño.

[00:33:57]

Después de una semana conversando, a media mañana, a media tarde y un instante antes de retirarse a dormir. Alberto Núñez Lobo invitó por fin a salir a Blanca Garrido La Puente.

[00:34:10]

Me aceptarías un paseo por el patio blanca si no son más de siete vueltas? Si a la octava me desconcierta. Animado por la luz del sol que se abría paso entre dos nubes blancas. Él le habló a ella de la esposa que perdió. Era la mejor mitad de mí mismo. Y ella le habló a él del marido al que sufrió. Era mi vida entera. Aunque yo dejé de ser la suya. Y así tuvieron conversación para un buen rato.

[00:34:39]

Cuando ella se fue.

[00:34:41]

Entendí mejor que aquella sobremesa sin palabras. Aquel simple mirarnos y sabernos eran sencillamente la felicidad. Sobrevivimos a la muerte del hijo. Porque ella se ocupó de seguir flotando mientras cargaba conmigo. Me pidió vivir y creo que no supe complacerla. Ahora deploro no haberme esforzado más. Sólo su presencia aligeraba la pesadumbre de vivir. Ella me sostuvo, me salvó, me rehízo. No poder reparar el pasado es una de las más crueles limitaciones de la condición humana. La vida sería más llevadera si dispusiéramos de una segunda oportunidad.

[00:35:33]

Ramón era un hombre pleno, guapo, tierno, divertido, un padre excepcional. Irradiaba calidez y energía. Ahora pienso en mi matrimonio como una enajenación. Amas a quien te socava y no sabes cómo dejar de amar. Cuando Ángela enfermó me invadió el pánico. Ella se estaba muriendo y yo no podía hacer nada. Ni tan siquiera enojarme. No me lo permitió. Su carácter era incompatible con el enfado. En los primeros meses de matrimonio, cada vez que discutíamos, se ataba un hilo al dedo meñique para recordar que estábamos enfadados.

[00:36:16]

Era incapaz de rencores. Menos aún de rencores vitalicios. Le aburrían.

[00:36:23]

El rencor no te da de comer. Es él quien te come por dentro. Te degrada. He estado cuarenta años ensalada con Ramón por regalar su calidez a los demás mientras me las regateaba a mí. El silencio, en nuestro caso, no era feliz. Sobre el silencio fue brotando el hielo desde que ella murió.

[00:36:46]

Mi vida es convalece. Él me anunció una tarde que en adelante dormiría en otra habitación. No era el comienzo de un diálogo. Era una notificación. Seguisteis juntos hasta que él falleció. A él le perdoné mucho antes de perdonarme a mí. Perdonarte por haberle amado. No hay nada que perdonar ahí. Te llevó con orgullo haber enfermado de amor. Qué habrías de perdonarte entonces? No sé. La resignación. El dejarme caer. Dejé de cuidarme a mí para cuidar mi recuerdo de él.

[00:37:26]

Me vacío. No sólo la cartilla de ahorros me hizo una incisión en el pecho, me metió la mano por dentro y me reventó el corazón sin salpicarse y sin perder el tono burocrático. Habría hecho mejor en marcharse. Debí haberme marchado. Yo creí que enfermaría de celos. Pero enfermé de abandono. Desde entonces mi vida es convalece, es eso, somos un par de convalecientes caminando. Bueno, seguimos de pie, si acaso un poco desgastados los vivos, comparados con los muertos, somos insoportablemente banales.

[00:38:14]

Ya llevamos siete vueltas al patio. Si lo noto, te apoyas en mí. Eso es que me estoy mareando. La hoja de Pascua ha llegado, la ambulancia se la llevan al hospital. Alexis ha estado hablando con el médico, dice que es una neumonía, pero muy fuerte porque el cuerpo no se sabe de Fefe.

[00:38:58]

Hay que confiar en los antibióticos. Casi no puede respirar. Le tienen que poner un aparato de esos para que le meta oxígeno. No sé. Emilio la ha visto y dice que está muy mal.

[00:39:08]

Lo importante es que llegue al hospital. Aquí poco se puede hacer. Pobre mamá. Angustias estaba ya muy delicada.

[00:39:17]

Emilio! Emilio! Qué tal está? El médico no estaba muy seguro de qué es que sea una neumonía normal. Blanca Garrido Lapuente llevaba un año viviendo en la residencia cuando Mamá Angustias fue hospitalizada en los cuatro días siguientes, mientras la anciana permaneció en la UCI. Los residentes se juntaban a la tarde en la sala común para hablar de ella y conjurar así su ausencia.

[00:39:46]

Estaremos de acuerdo en que nadie canta los números del bingo como Mamá Angustias ni los cuplés. Debió de chocar con algún cura cuando empezaba de maestra. Contó que la acusaban de moderna por dejar la religión en la puerta.

[00:40:00]

Muy beata. No la veo, desde luego.

[00:40:02]

A veces les parecía que era la propia Angustias quien se sumaba a la charla desde la cama del hospital.

[00:40:07]

Beata no soy, pero en Diosy creo crea ratos como casi todos. La vejez rebaja mucho el grado de exigencia. Además, por creer no se pierde nada. Pierdes tus principios. Si eres ateo no empiece con eso, fray Vivero, que se pone usted muy intenso. Sólo digo que la fe no es imprescindible para vivir en paz con uno mismo. Bueno, pero es gratis. En algo hay que creer.

[00:40:31]

Alberto Yo creo en la honradez y en la bondad y en el sentido del humor.

[00:40:36]

Ni que fuera usted la alegría de la huerta, la verdad.

[00:40:39]

Las buenas personas tienen el alma limpia como malo. Angustias. Con eso basta. Cuál era su cuplé favorito?

[00:40:47]

El recalcarlo. No, no, el radicaría. Me gusta, pero no es mi favorito.

[00:40:53]

A mí el que más me gusta es Oh, señorita Emilio cambia de disco, que no es ese hombre. Qué más dará? Haz lo que te dicen, Emilio. Si señorita.

[00:41:12]

Angustias Robledo saws 83 años, natural de Osuna y maestra jubilada, falleció en la cama de una UCI y la cuarta noche de estar ingresada, la enfermera Sandra Uribe, de 29 años, la acompañó hasta el final, sosteniendo en su mano enguantada la mano temblorosa de la anciana mientras le tarareaba una nana.

[00:41:40]

Blanca Garrido pidió permiso a la residencia para quedarse con los cuadernos de la maestra. Junto a ellos encontró la última carta que había enviado Toñín Don Antonio, en realidad 58 años.

[00:41:55]

Mi querida mamá Angustias le anunció que podía ser abuelo. Mi hija pequeña sale de cuenta este mes y aún no me hago a la idea de que vaya a ver mi nieto. Le parecerá una tontería, pero he pedido a los padres que cuando tenga día me dejen enseñarle a leer. La hija dice que ya veremos. Que ahora los niños nacen sabiendo hacer de todo. He hecho memoria, señorita. Y ahora que han transcurrido una vida, creo, llegado el momento de confesarle algo.

[00:42:25]

Yo nunca quise ser su marido. Le mentí. Ruego que me perdone. Usted nunca supo, me parece. Por qué la llamábamos mamá? Angustia. Empezó como una broma hacia mí. Yo era el niño más fantasioso del pueblo. También el que siempre recibía algún castigo en casa. Ni una muestra de afecto. Sólo enfado. Sí, ya sé. Mi padre es humilde, dejándose la piel en el campo y sin costumbre de acariciar a nadie. Se me escapó de decirle a Juanele, el rubio ese de media lengua, que ojalá mi mamá se pareciera a usted tan cariñosa.

[00:43:00]

Ahí empezó la broma. Hoy la mamá, la mamá decía para burlarse de la señorita Angustio en lo más modesto ni mamá angustio, mamá angustiada.

[00:43:09]

Pronto estábamos llamándola todos así. Creo que sí dejó de ser una broma porque en realidad todos nos sentíamos un poco hijo suyo.

[00:43:18]

Estoy seguro de que en los otros pueblos por donde pasó usted debió de suceder igual este año no le aceptaré una negativa, señorita. La Nochebuena de este año las pasaré a usté con mi familia.

[00:43:31]

Mi hija está deseando conocerla y así podré presentarle a mi nieto. Se lo digo para que no le pilla por sorpresa.

[00:43:38]

Se lo digo ya para que no le pille por sorpresa. El tocadiscos de Mamá Angustias. Alguien colocó dos Mazzola cuando la nueva enfermedad empezó a salir en las noticias.

[00:43:56]

Laura Márquez Garrido, hija de Blanca, intentó convencerla para que dejara un tiempo la residencia y se fuera a vivir con ella solo unos días, mamá, hasta que veamos qué hacemos.

[00:44:06]

Pero qué necesidad, hija! Aquí todos estamos bien. Te preocupas sin motivo.

[00:44:11]

Como Blanca se resistía. La hija fingió que su ayuda le resultaba imprescindible.

[00:44:15]

Han anunciado que cierran los colegios el lunes. Mamá, Paulino y yo tenemos que ir a trabajar. Ya lo sabes. De verdad que necesito que te ocupes de Iván Hilaria.

[00:44:23]

Blanca comprendió que era una estratagema si recurría a los nietos. Es que está de verdad preocupada.

[00:44:29]

Pero aparentó que no se daba cuenta. Bueno, si te hago falta unos días, cuenta conmigo. No pueden estar los colegios cerrados mucho tiempo.

[00:44:36]

La mañana en que la hija fue a recogerla. Blanca Garrido se despidió de Alberto Núñez bajo la rama del siete cueros que cubría ya la mitad del patio.

[00:44:45]

Dará sus primeras flores en julio. Es una lástima que no puedas verlas.

[00:44:49]

Que me voy para dos semanas. Alberto. En junio estaré aquí contigo dando vueltas al patio como un tiovivo.

[00:44:57]

Estarás muy ocupada con tus hijos en casa. Mis nietos. Eso, tus nietos. Pero quizá podríamos seguir hablando cada día un rato. Bueno, sé que lo sabes. Que eres un señor mayor que habla en latín y que tiene la habitación llena de plantas. Yo no sé latín. Tendría que pedirle permiso a mi hija para poder llamarte un rato.

[00:45:17]

Te llamo yo tengo este aparato. Quiero sentir tu voz antes de acostarme.

[00:45:23]

Oye, la cama ni la menciones 70cm, hija.

[00:45:25]

Si me secuestra el móvil, por qué iba a secuestrarte?

[00:45:29]

Que era una brava? Claro que debe amar. Y tú? Mí? Anda que no nos quedan cosas por contarnos. Conoces la historia de mi paraíso? El joven amante del dios Apolo. Pero que sí, que la conozco. Me lo contaste tú. Es una historia triste de cipreses.

[00:45:44]

Prefiero contarte your chapuzón que me di la mañana, que aprendí a cazar ranas.

[00:45:48]

No te vas a olvidar de mí. Entonces, Alberto, por favor, que me voy una semana, no un año. En el coche, camino a Casa Blanca, Garrido se preguntó a sí misma si este nuevo mareo que sentía era fruto de lo pésima conductora que siempre había sido su hija o de que a los 84 años ella se había enamorado.

[00:46:18]

Abuela. Al cruzar el umbral de casa, sus dos nietos se le echaron en brazos para besarla.

[00:46:27]

Tan cálido recibimiento duró exactamente 20 segundos.

[00:46:32]

Hasta luego, abuelo. La abuela al 21 ya estaba cada uno en su cuarto jugando a la Play y trasteando con la tableta.

[00:46:39]

Cómo estás, Blanka? Bienvenida. Sólo el yerno permaneció a su lado mientras la hija se retiraba a trabajar un rato.

[00:46:45]

El virus lo está trastocando todo. A los viejos antes los llamaban. La tercera era. Ahora somos población vulnerable.

[00:46:53]

Qué te parece el lenguaje de madera que se inventan los que mandan? Ahora por lo menos se acuerdan de vosotros. Al principio le quitaban importancia al virus porque solo mataba ancianos.

[00:47:03]

Ya vimos en la tele un día a un señor con bata blanca que decía eso sala llena de mal a las mayores. Además, no hay que alarmarse, sólo resulta grave en personas muy mayores y con patologías previas.

[00:47:16]

No te imaginas como fue abucheado todos hoy en la sala silbando, pateando y diciéndole barbaridades al televisor. Sobre todo, no estuvo mal nacido.

[00:47:29]

Ya llegaron a viejos sin vergüenza. Lo pasamos bien ese día.

[00:47:33]

Nos sentimos guerreros defendiendo nuestra causa. Don Héctor, sacalos. No tanto de Gallen. No lo cuenta. Don Héctor es el novio ese que te has echado en la residencia, que no vio ni que no vio. Qué estás diciendo? No sé. Nos lo contó la señora bajita esa de la última vez que fuimos.

[00:47:49]

Cómo se llamaba?

[00:47:50]

Jenara, bocazas, nos dijo que os pasáis el día entero el novio y tú hablando de plantas.

[00:47:55]

Qué sabrá ella de lo que hablamos? No es don Héctor, es Alberto. Nos contamos nuestra vida a nuestra edad. Qué otra cosa nos vamos a contar? Qué miras que se te ha iluminado la cara? No pienso decir una palabra más. Que eres muy chismoso. Pero no sé. Yo soy una tumba. Sí, hombre, una tumba con micrófono. Que tú lo que sueñas es el locutor de radio, como el yerno de Blanca Garrido.

[00:48:20]

Lapuente está empleado en una gestoría, pero sueña en secreto con transmitir algún día partidos de fútbol en una cadena nacional de radio. Se estrena transmitiéndonos en casa con un micrófono y un altavoz Bluetooth cuando juega la selección marcada.

[00:48:34]

Al contrario, avanza por el centro del campo. Madre mía, le han dejado solo. Le hace una pedorreta al portero, golpea el balón y. Sus hijos le grabaron un día cantando un gol de Anzu Fathi y lo subieron a Instagram sin que él lo supiera. Motivo por el que les ha prohibido utilizar el móvil hasta que alcancen la mayoría de edad reforzada 27 años.

[00:48:59]

La ya tiene 12 e Iván va a cumplir 6. La idea de subir el video de su padre a Instagram fue mi hermano. Fue del pequeño, que es muy de andar exhibiendo en público las vergüenzas familiares como si ya fuera un adulto.

[00:49:11]

Cállese de una vez, señor. El video lo hemos visto todos paulinos, no hace falta que deje muebles. Tengo la casa llena de pequeños traidores, así no haré carrera nunca. El segundo día que Blanca pasó en la casa, su nieta Alaya la sorprendió en su cuarto conversando por el móvil con Alberto Núñez Lobo. Fue la niña quien inició a la abuela. Es la modernidad tecnológica.

[00:49:33]

Si además de escucharle quieres verle, puedes hacer una videollamada. Para qué? Si es sólo para hablar un rato y saber cómo están todos.

[00:49:42]

Pues porque así podría verte y comprobar que estás guapísima. Tú me ves guapa? Claro que sí. Tienes los ojos más bonitos de toda la ciudad.

[00:49:51]

Ay, no seas tonta. Sobre todo cuando hablas con él. Pues es verdad. Puede enseñarte a hacer una videollamada, abuela. Es súper fácil. Mi móvil no tiene de eso, hija. Y el de Alberto menos. USA el portátil de mi padre y lo deja siempre enchufado abajo en la cocina. Y tiene Feinstein. Cómo le voy a coger yo el ordenador a tu padre, hija, que es Feinstein?

[00:50:13]

Es una aplicación para llamar a otra persona y que te vea. También está Skype o Zoom. Qué móvil tiene ese señor? Alberto se llama Alberto. Yo tengo uno antiguo. Si se hace un lío llamando, no hay tablet en la residencia. Digo tabletas, tabletas? No, hija. Hay pastillas para todos los achaques que se te ocurran, pero tabletas de esas muestras no? Déjame que piense. Ah, quizá podría preguntarle Alexis. N vende tabletas de segunda mano de la empresa de su madre.

[00:50:45]

Puedo intentar que no salga un buen precio. Quiénes siguen? Una niña del colegio sabe mucho de relaciones comerciales. Cuántos años tiene? 9. Vende tabletas con 9 años. Vende de todo. Su referente empresarial es Jeff Bezos. Me estoy llenando en plan mañana le pregunto cuánto nos costaría una tableta. Tú tienes dinero, mujer? Si no es mucho. Y luego se la enviamos a Alberto para que pueda conectarse por mensajero, que es más seguro. En la residencia tienen wifi?

[00:51:15]

Pues supongo que tendrán.

[00:51:16]

Está incluido en el precio gracias al talento natural del Ayah Pereira Márquez para la planificación y el abastecimiento. Su abuela Blanca inauguró las videollamadas Alberto Núñez Lobo aquella misma semana.

[00:51:28]

Vamos, abuela. Qué te estará esperando? Un momento, la haya. Un momento. Te estás pintando los labios?

[00:51:35]

Sólo un poquito. Cómo estoy? Muy guapa.

[00:51:39]

Cada tarde, al terminar la novela de Antena 3, Blanca se pintaba los labios de color rojo los morros. Blanca se pintaba los morros de color rojo y asistida por su nieta, establecía conexión con la habitación de Alberto.

[00:51:53]

Hola! Qué plantas? Alberto nunca tuvo la menor idea de cómo hacer funcionar una tableta. Yo tengo esto aquí enchufado y Alexis me ha dicho que no tengo que hacer nada bueno tocar aquí para aceptar la llamada. Oye, Blanca. Estás muy guapa. Tú estás muy. No, es que me pasé mucho tiempo asomado a la ventana para que te dé el sol. Tienes alma de planta? Tengo el alma un poco mustia desde que te has marchado. Tú lo que tienes es mucha labia.

[00:52:26]

Una noche, blanca soñó que la señora Jenara escondía en un tabique falso de su tienda de la calle Pontejos un hilo invisible que servía para coser personas en el sueño. Jenara aprovechaba que Alberto y Blanca dormían para cubrirlas de pespuntes.

[00:52:44]

Cuando despertó del sueño, se tocó el muslo y encontró allí prendida una hebra. Las dos primeras semanas, Blanca y Alberto se contaron qué hacían cada hora del día. Las dos siguientes volvieron a contarse sus vidas. Para cuando llegó la primavera ya era la inquietud por el virus lo que había inundado sus conversaciones. Anoche murió Saturnino, el que era impedido de una pierna. Te acuerdas? Fue visto y no visto. Me ha dicho Alexis que no sufrió tontería.

[00:53:18]

Cómo no va a sufrir? Quién muere de asfixia? Ya no vemos la televisión y casi mejor. La sala común está cerrada. No salimos ninguno de nuestra habitación? Nos preguntamos a voces los unos a los otros qué es lo que sabemos? Van a venir los militares a desinfectar? Eso nos han dicho. No lo quiero pensar mucho, pero veo que nos vamos muriendo. No supo si lo que le dolía era el corazón o la distancia con cada pulsación.

[00:53:51]

Notaba el esfuerzo de sus arterias por agrandarse. Se sintió viejo de repente y con unos deseos de llorar tan urgentes que no pudo hablar más. La tercera semana del verano, cuando lo peor de la epidemia había pasado. Blanca preguntó a la hija cuándo podría volver a la residencia?

[00:54:10]

Aún no, mamá aún no le preguntó también si no podrían llevarla al menos a hacer una visita.

[00:54:16]

No permiten visitas. No insistas. Ten en cuenta que sigue siendo peligroso. Es lógico, no te parece?

[00:54:22]

Un domingo, el yerno descubrió que Blanca estaba usando a escondidas su ordenador porque Alberto se conectó por error.

[00:54:30]

Hay un señor mayor en mi ordenador que pregunta por la chica de los morros rojos. Papá, no seas indiscreto.

[00:54:35]

Ay, perdóname, Paulino. Debería haberte consultado antes de usar tu portátil. Fue idea de Iván. Papá siempre está toqueteando las cosas. Yo soy inocente y menor de edad.

[00:54:45]

Vaya par de levantás la abuela y la nieta. Carezco de ideas propias. Date prisa, que el padre mundana te está esperando.

[00:54:51]

Gracias, Paulino. Un momento. Espera los labios que no te los has pintado.

[00:54:56]

Papá sabe más de lo que aparenta. Ya te traigo el espejo, abuela.

[00:55:01]

Al empezar septiembre, Blanca percibió que Alberto estaba cansado y confuso.

[00:55:07]

Tienes la cabeza en otro sitio? No me respondes. Perdona. Qué estabas diciendo? La rana te contaba cómo acabé de empapada el día que aprendí a cazar ranas.

[00:55:17]

Por qué tenemos que hablar con este aparato? Por qué no vienes? Por qué me lo tienen prohibido? No te deja tu madre? No, mi madre, no mi hija.

[00:55:28]

Dile que sólo vamos a ir al río y yo te enseño a pescar. Sí, claro. A pescar que han puesto en el patio un estanque. Puedo enseñarte a pescar truchas. No es lo mismo una trucha que un barbo. Blanca sintió que un alfiler le tocaba el corazón. Pero qué estás diciendo, Alberto? No lo sé.

[00:55:49]

Qué estoy diciendo? Ella empezó a notar que a él se le desordenada el pensamiento.

[00:55:56]

No te parezco más gordo? Es el jersey. El jersey que me lo he puesto por dentro. Notó que su cabeza saltaba entre tiempos he de ahorrar para poder comprarle la moto al hijo. Su madre no quiere.

[00:56:11]

Dice que ha soñado que se estrella y notó que su memoria acababa recalando siempre en el río de un pueblo pequeño en la vida.

[00:56:21]

Aquí sube la nieve hasta metro y medio. Si quieres podemos intentar hacer un trineo. Me gusta la nieve, pero soy muy patosa. Como has dicho que te llamas Blanca.

[00:56:33]

Por qué no te lo apuntas para no olvidarlo?

[00:56:37]

Blanca es fácil de recordar. Hay otros nombres más difíciles. Mi madre se llama Basilisa Majestic 7.

[00:56:46]

Parece más inglesa.

[00:56:49]

Un segundo alfiler se le clavó en el corazón a Blanca. No se te ocurra llamarla Basie. No, no, no se me ocurre.

[00:56:58]

El corazón de Blanca se aceleraba. El nombre más raro que he escuchado es Marilyn. Qué? Qué significa Marilyn? Es un nombre de artista inalcanzable, misteriosa e más bonita.

[00:57:14]

Blanca. Blanca. Es un color. Niña. Mi nombre no me gustaba que la pantalla brotó una brisa con olor a leña de encina que envolvió a Blanca Garrido y la llevó volando hasta el pueblo de su abuela. No alcanzó a distinguir si lo que oía era la voz de Alberto o el susurro del viento.

[00:57:35]

Tú sabes descifrar el sonido del aire? No, nunca he sabido.

[00:57:40]

Se preguntó cómo había podido no darse cuenta. Sabes lo que está diciendo hoy el aire? Sí que me marcho, que te marchas y que quizá no vuelvas.

[00:57:54]

La niña, que fue blanca, nunca le preguntó su nombre al niño que fue Alberto. Para ella siempre fue el burro.

[00:58:02]

El burro le llamaban así porque de noche se quedaba despierto mirando las estrellas.

[00:58:08]

Me inventé que me llamaban Marilyn. Marilyn con una latina y una y griega. Eres la primera Marilyn que conozco buscando. Tu madre? Ya voy. Tengo que marcharme mañana, si quieres te enseño a cazar ranas. Vale. Hasta mañana. Marilin, hasta mañana. Buah!

[00:58:27]

El día que el búho enseñó a Marilyn todos los trucos que él sabía para atrapar lo mismo ranas que renacuajos y barbos que truchas. El cielo había amanecido encapotado y amenazando tormenta. El búho eligió un recodo poco profundo y Marilin y el Descalzos se metieron juntos en el río. A ella se le acercaron los peces como imantados y él la contempló asombrado. Yo la contemplé extasiado. Se acercaron despacio hacia un saliente en el que se estiraba una rana que me caía.

[00:58:57]

Marilin resbaló sobre un canto y se cayó de culo en el agua. Él le tendió su mano conteniendo la risa y ella se incorporó entre carcajadas.

[00:59:08]

TCT se tomó la mano de él y sintió que una corriente eléctrica le atravesaba, abriéndose paso por los pulmones y hacia el estómago.

[00:59:19]

El le dijo Respira hondo, respira hondo y ella inspiro el aire húmedo con tanta fuerza que se hinchó por dentro como un globo. Notó que empezaba a elevarse porque sus pies dejaron de tocar el suelo. Eh? A dónde vas? No, si ya sobrepasaba casi la cabeza del búho cuando él la agarró de un pie para frenarla. Ay, ay! Te tengo! Entonces empezó a elevarse con ella el búho, agarrado a Marilyn y empujados ambos por el viento cada vez más alto.

[00:59:51]

De no haber sido por la chimenea del tejado, se habrían perdido los dos para siempre entre nubes. El búho se agarró a un ladrillo y tiró de marilin hacia abajo. Ella expulsó todo el aire de sus pulmones y sintió que los pies se apoyaban suavemente sobre las tejas. Sin pensarlo, le dio al búho un beso en la mejilla. Le salió así el rojo como un cangrejo. Se quedó paralizado y fue incapaz de devolvérselo. Gracias. El búho.

[01:00:25]

Lo de besar sólo lo había visto en las películas. Él con quien tenía trato era con el oveja y el muelas, que eran más de andar a empujones y a cogo tazos que de su Cleandro.

[01:00:36]

Se te ha quedado cara de bobo. Pues la que tengo. Bajaron del tejado al suelo, pegando un salto. Cuando él sintió que el aire me anticipaba su desgracia. El aire me está diciendo que te marches, boba. Es un poeta muy pobre, bobo.

[01:01:01]

Cómo iba yo a saber que tu nombre era Alberto? Marilyn dejó el pueblo. Al día siguiente vinieron a buscarla a sus abuelos paternos. Nunca volvió a cazar ranas. Nunca pescó de nuevo una trucha. Nunca más se cayó de culo al río y nunca vio al búho de nuevo.

[01:01:19]

Hasta ahora que si no le veo, muelo.

[01:01:22]

Cuando llegó el otoño, Blanca le rogó a la hija que la llevara de vuelta a la residencia.

[01:01:27]

Hay una segunda ola del virus y no voy a llevarte a ningún sitio. Tengo 84 años, Laura, tú no puedes entender que el tiempo se me escapa entre las manos cada día que pasa. Es una vida entera que pierdo. Siguen prohibidas las visitas, mamá. Lo siento, no soy una Villeta. Soy residente. Ya no mamá. Hemos anulado la plaza.

[01:02:06]

Tiene usted que venir. Se le ve cada día más. No sé, más más desvalido. Es como un niño perdido y asustado. Hace una semana que no hablamos, ya no responde a las video llamadas, pero lo hemos intentado, Blanka, créame, pero él ya no sabe lo que es una pantalla. Dígale que es como un televisor. Pero si, si ya no sabe lo que es un televisor, sólo sabe de peces y de plantas. Tiene usted que venir.

[01:02:32]

Dígame como me deja. Me llene confinada en casa. Podrá usted salir a estirar las piernas? Digo yo. Aproveche ese momento y se sube a un autobús. Me está diciendo que me fugué? Eso sí. Evasión o victoria? Amiga Blanca, por favor, salga usted ahora mismo por la puerta. Si me dice dónde vive, le digo que línea de autobús tiene usted más cerca. No es tan fácil. Ésta es una urbanización cerrada y con servicio de vigilancia.

[01:03:01]

Hay una garita de acceso con una mujer como un armario que viste de uniforme y que tiene mucho carácter. Madre mía, vive usted en Alcatraz? Se intentó salir a la calle. Esa mujer tiene órdenes de avisar a mi hija y obligarme a esperarla en la garita. Eso. Eso es detención ilegal. Quiere que avise a don Héctor? Él puede asesorarlos. No, no, no, no, no. Yo lo que quiero es volver a ver a Alberto antes de que se nos escape el tiempo del todo.

[01:03:28]

Blanka a nuestra edad. Hay que echarle narices a la vida. Usted lo que necesita es un plan de fuga con cómplices. Voy a hablar con mi marido, que seguro que algo se le ocurre hoy. Siempre le han gustado las películas de presos. No quisiera meter a nadie en líos. Señora Jenara. Benditos sean los líos. No hay nada que envejezca más que la rutina. Una cosa se le ocurre a usted. Algún topo? Algún topo?

[01:03:57]

A qué se refiere? Alguien que pueda ayudarnos desde dentro. Un infiltrado? Ah, pues no sé, la verdad. Tendría que ser alguien de la familia, alguien que no rehuye al riesgo. Puede ser infiltrada y pequeñita. Pequeñita es un nombre en clave. No, no, no estoy pensando en mi nieta. Es muy despierta. Se maneja sola con la tecnología. Tiene contactos en el mercado negro. Esa niña es perfecta. Vamos a hacer una cosa, doña Blanca.

[01:04:31]

Yo hablo con mi marido y le pongo en antecedentes. Y usted le dice a la nieta que esta tarde a las seis nos conectamos por videoconferencia. Le parece? Me parece muy bien, siempre que no cometamos ningún delito. A nuestra edad ya no se entra en prisión. Alguna ventaja teníamos que tener. Sincronicemos nuestros relojes. Qué hora tiene usted? Menos diez. Perfecto.

[01:04:56]

A las seis, Cumbre Telemática Blanca Garrido informó a su nieta Lalla Pereira, de la reunión a la que estaba convocada cuando vieron las seis. Ambas estaban dispuestas delante de la pantalla.

[01:05:10]

Al otro lado, Jenara Álvarez y Emilio Pooch, conjurados los cuatro para que nadie más supiera una palabra.

[01:05:18]

El principal obstáculo es la valla que rodea la urbanización. Imagino que saltarlas no es factible mientras metros.

[01:05:25]

Lo he comprobado, pero tú me ves a mí saltando de mí y está electrificada.

[01:05:29]

Descartado. Entonces podríamos plantearnos excavar un túnel desde la habitación de Blanca hasta la calle.

[01:05:36]

En este tipo de fugas lo más difícil es ir deshaciéndose de la tierra sin que nadie los note. Déjate de planes peliculeros, Emilio. Por Dios!

[01:05:44]

Son casi 1000 metros entre la habitación y la calle. Lo he medido, pero tú me ves a mí excavando, Emilio. Y habría que tirar. No es muy operativo.

[01:05:53]

En ese caso sólo nos queda el plan C, distraer a la vigilante de seguridad y abrirle la puerta para que Blanca pueda salir a la calle tranquilamente.

[01:06:02]

Te admiro cuando te estrujan la cabeza. Cielo, no me llames cielo, que estemos divorciados.

[01:06:07]

La puerta se abre desde el interior de la garita. Vale. Hay que pulsar un botón que desbloquea la cerradura eléctrica y la única forma de entrar sería aprovechar el cambio de vigilante. Me estáis entendiendo? Sí, sí, sí. Eso es a las dos de la mañana.

[01:06:21]

Pero a esa hora mi abuela está frita, seguro.

[01:06:24]

Y si consiguiéramos distraer a la vigilante de alguna manera, hacerla salir para atender una emergencia? No estarás pensando en quemar contenedores? Emilio, que nos conocemos. Qué estás diciendo, loca?

[01:06:37]

Me refiero a crear un alboroto, algo que distraiga su atención y la haga salir un momento.

[01:06:42]

Es una gran idea, don Emilio. Tutéame, hija.

[01:06:45]

Tú y yo somos almas gemelas.

[01:06:47]

Déjeme que piense que podría hacerla salir deprisa. Ya sé, alguien quien necesitara auxilio en medio de la calle. Por ejemplo, un atraco, alguien que estuviera siendo víctima de un atraco y pidiera ayuda.

[01:07:03]

Eres un portento, Olaya. Tienes una mente criminal prodigiosa y fingíamos que se está produciendo un atraco.

[01:07:09]

La vigilante saldría a ver qué sucede y mientras tanto yo me cuelo en la garita y le doy al botón. Se abre la puerta y la abuela se escapa.

[01:07:18]

Qué maravilla, qué maravilla! Ahora sólo nos falta elegir a los protagonistas del engaño. Necesitamos una mujer que parezca. Y Vimi poca cosa, ya que un hombretón intente robar el bolso. Y por qué me miras a mí?

[01:07:32]

Ah, no, yo soy la mujer enclenque y tú el hombretón.

[01:07:35]

Tú sueñas, chato, hoyel allá en caso de que tuviéramos que emplear la fuerza.

[01:07:41]

Tú crees que yo podría duplicar con facilidad a la vigilante?

[01:07:45]

Ni de broma. Te tumbaría de un meneo, Emilio. Has visto Juego de Tronos? O sea, como Briana de tarde? La Giganta Barba. Bueno, no importa.

[01:07:55]

Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Tú siempre has sido las dos cosas. Yo también tengo una pregunta. Cómo vais a llegar Jenara y tú hasta aquí? Allí también nos vigilan. O no? El plan de fuga quedó fijado para las cinco de la mañana del 25 de diciembre.

[01:08:14]

Tres días antes, Emilio Pouch compartió con Jenara Álvarez las últimas instrucciones.

[01:08:19]

Tú estás loco, Emilio. Cómo vamos a hacer eso? Saliendo por la ventana del comedor, que es muy baja. Héctor nos ayudará.

[01:08:26]

Quién le ha dado a don Héctor Vela en este entierro? A lo mejor es que soy necesario. Bien. No hay más de un metro entre el alfeizar y el suelo. Yo salto primero y os echo una mano desde abajo. Si no te ha roto antes las piernas. Cómo vamos a ponernos a saltar ventanas? Y estamos los tres para el arrastre, señor. Habla por ti. Eso habla por ti. Yo ya estoy entrenando. Yo he sido toda mi vida muy elástico.

[01:08:49]

En cuanto estemos en la calle, buscamos un coche para ir hasta la urbanización de Blanka.

[01:08:53]

Qué significa eso? Buscamos un coche que lo buscamos, que lo robamos. No, no, no, no, no, yo no voy a robar un coche.

[01:09:01]

Claro que no lo va a robar Emilio, que es quien sabe hacer un puente.

[01:09:06]

Oye, tú sabes hacer un puente? Yo sé hacer cosas que tú ni te imaginas. Jenara, cielo. Uy! Ahora no te me pongas verduzco, que si tuve que divorciarme fue porque ya sólo estabas un poquito lo tuyo, guapo, discapacitado. A ti lo que te pasa es que te excita robar un auto. Bueno, bueno, vamos a lo nuestro. Bien, nos subimos al coche y nos vamos a por Blanca. Vosotros dos interpretáis el numerito del atraco mientras yo me quedo al volante con el motor en marcha.

[01:09:41]

Pero quién ha dicho que este hombre forme parte del plan de fuga?

[01:09:44]

Necesitamos refuerzos, Jenara. Acuérdate de Oceans, el evento que Ocean's Eleven eran once más. Más que una. Iduo. Lo sé.

[01:09:54]

No se te ocurra meter a nadie más en este lío, por favor, Jenara, yo valgo por 10 y además me doy un cierto aire a Cluny.

[01:10:05]

La mañana de Navidad, Blanca Garrido amaneció temprano, se Ãseo en silencio, se vistió sin hacer el menor ruido, salió de su habitación y cruzó el salón camino de la cocina.

[01:10:17]

Vas a algún sitio, abuela? Ay, Iván Pereira, 6 años. Estaba sentado con la espalda muy rígida en una silla del salón y con los ojos como platos.

[01:10:26]

Hijo, qué haces aquí tan temprano? Esperando a Papá Noel. Tengo que peligró una cosa Papá Noel está la repartiendo juguetes en otras casas.

[01:10:35]

Ya ven que cuando le toque pues la espero porque necesito hablar con él. Puedes dejarle una nota, ya sabes, escribir no sólo en el iPad o dime a mí lo que quieres y os lo digo cuando le vea. Qué tengo que pedir? Una cosa. Qué cosa, Iván? Que tú ibas a estar contenta y que te pintes otra vez los labios de rojo. No me gusta que estés triste, abuela, pero si yo no estoy triste! Eso es lo que necesito ver a una persona, a Papá Noel.

[01:11:05]

Sí, sí, a un Papá Noel que cultiva flores de Pascua de este tamaño. Qué haces despierto? Como venga Papá Noel y te pille despierto, nos quedamos sin regalos. Todos nos saludamos. Tú también estás despierta o que no me conteste respondón, que soy mayor.

[01:11:21]

Venga a la cama. Estos niños se creen con derecho a hacer lo que quieran a la misma hora.

[01:11:28]

En la residencia de mayores Jenara Alvarez, Emilio Puch y Héctor Sarmiento, se descolgaba por la ventana del comedor hasta el suelo.

[01:11:39]

La madre que me parió!

[01:11:41]

Los costaleros que me he pegado.

[01:11:45]

Ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay! Me reventado! Por lo menos. Cuidado que voy. Espera, espera que nos aparten. Cuidado, cuidado, cuidado. Trabajo! A ver si aprendéis a hacer descenso.

[01:12:04]

Aplastó la vejiga. Anímala, esta rolliza Jenara reikista. Daos prisa, que vamos retrasados. Si cinismos.

[01:12:13]

Ejercicio en lugar de quejaros tanto habló Jane Fonda. Le tengo echado el ojo a un Audi Q7 tuneado. Está aparcado ahí. Hoy sufrimos que parecéis pregonera. El coche tiene alarma, seguro. Mejor buscamos otro más sencillo. Si robamos un coche que sea bueno. Tú te encargas de hacer el puente y yo me encargo de abrir la puerta. Pero dónde vas? No seas bruto. Ah, joder! Vamos, Emilio, vamos. Ya voy. El Toro.

[01:12:44]

Vamos, vamos, vamos. Ahora te toca a ti arrancarlo. A ver, que no es tan fácil. En estos coches de ahora llevan los cables muy escondidos y usan la llave.

[01:12:52]

Logréis a electrónica.

[01:12:53]

Bueno, sabes o no sabes que si el coche no lo detecta, la alarma va a despertar a todo el barrio? No hay manera de ponerlo en marcha. O sea que no sabes, están encendiendo las luces de las casas. Antes todo era más sencillo. Qué van a detenerlos? Arráncalo, Emilio, arráncalo! Porfió. numentO, mi María! Qué grande es mi marido! Indemnice bien. Como se decía aquí, según la segunda, no se mete Emilio, es automático.

[01:13:26]

Has conducido alguna vez a un automático? Mi marido no ha conducido nunca. Hijo, quise sacarme el carnet, pero entre unas cosas y otras. Déjame a mí que si autobusero hambre. Cómo vamos a comernos ahora si no sé ni cómo se frena? Emilio La farola tiene. Vaya hacia la derecha. Ernesto Es que tiene la dirección muy suave. Mide. Casi lo esquivas, compañero. Cómo que casi? Una baja involuntaria. No te castigues.

[01:13:59]

Emilio Terreno. Ya le ha cogido el truco, como lo hace un reloj de. No pienso apagar la alarma. Qué más da. Los jóvenes llevan siempre música tecno a todo trapo hecho, hagámoslos pagar por jóvenes, abrir las ventanas del techo. Emilio, te voy a sacar la cabeza.

[01:14:24]

Esto no llega entero a la urbanización de la nevera. Emilio acelera. Dónde tienes este coche? El freno. Viva la calle! Viva el desmelene! A las cinco y media de la mañana, Blanca Garrido y su nieta Alaya llegaban a la puerta de acceso a la urbanización con el fin de reforzar el plan de fuga. La niña había vestido a Blanca con un chubasquero infantil con capucha y una bufanda de Peppa Pig.

[01:14:56]

Es mejor que la Giganta no sepa que eres tu abuela. Así pareces una niña cualquiera.

[01:15:01]

Sorprendida al ver a dos niñas fuera de casa tan temprano, la vigilante de seguridad les preguntó muy seria a dónde iba.

[01:15:08]

Vamos a tirar la basura. Mi amiga y yo nos lo han mandado nuestros padres a esta hora. Me extraña. No les gusta aquí, pero castiguemos. Quién es tu amiga? Se llama Irene. Es muy friolera.

[01:15:20]

Por eso va tapada hasta los ojos en plan como que ha dicho en plan living con el.

[01:15:26]

Es que es británica, está aquí de intercambio. No me lee, es guapa. Oye, me lo dices a mí?

[01:15:32]

No, no había sola. Es costumbre inglesa.

[01:15:35]

Justo en aquel momento, Emilio Bibliobús acertaba con el freno del coche y lo detenía a veinte metros de la garita. No pares el motor, me quedo yo esperando al ralentí. Seguro que no quieres hacer tú de atracador, pero tú me ves a mi cara de atracador, Emilio. Pero quién se iba a creer que un caballero como yo pudiera robarle el bolso a una señora?

[01:15:57]

Venga, venga, que vamos mal de hora. Jenara Álvarez se apeó del vehículo y se colocó en la acera, cerca de la garita. Emilio Putts se puso a su lado y fingió agarrarle a la fuerza el bolso.

[01:16:08]

Señora, déme el bolso o se lo robo.

[01:16:11]

Emilio, no seas bobo. Ningún ladrón dice deme el bolso o se lo robo.

[01:16:15]

Si no me vas a tomar en serio. Jenara, lo dejamos.

[01:16:18]

Tienes que sonar amenazante. Méteme miedo. Sé por una vez un bandido.

[01:16:23]

Señora, no se resista, que le arranco el brazo.

[01:16:27]

Ay! Ay! Socorro! Socorro! Grita tanto que vas a despertar a todo el barrio. Socorro!

[01:16:36]

La vigilante de seguridad escuchó el grito procedente de la calle.

[01:16:40]

Madre mía! Es que ni en Navidad es capaz la gente de hablar bajo.

[01:16:44]

Parece una mujer pidiendo auxilio. Quizá usted podría ayudarla. Estará borracha. O a lo mejor le están robando el bolso.

[01:16:51]

Dudo mucho que los ladrones madrugue en tanto que me están robando el bolso. Por Dios! Socorro! Que me roban el bolso! Dios va a hacer lo que tú decías. Si se hace algo, mujer, no se quede impagada.

[01:17:05]

Qué ha dicho tu amiga? Yo no he oído nada.

[01:17:09]

Naciòn of Nasim Bueno, voy a salir un momento a ver qué pasa. Vosotras ni se os ocurra moveros de aquí.

[01:17:15]

La vigilante salió a la calle y se dirigió hacia donde se estaba produciendo el altercado.

[01:17:20]

Qué está pasando ahí? Necesita ayuda, señora? Que si necesito ayuda? Llevo 10 minutos gritando Marion Jones.

[01:17:29]

La niña entró entonces en la garita y accionó la apertura eléctrica. Deprisa, abuela!

[01:17:34]

Ya voy, hija, ya voy. Adiós, abuela. Adiós, mi vida. Adiós. Dile a mamá que luego la llamo y le explico todo.

[01:17:40]

Ya se lo explico yo.

[01:17:42]

Tú disfruta mucho con tu Alberto Blanca Garrido cruzó la calle y se metió de prisa en el coche donde estaba esperando Héctor Sarmiento.

[01:17:49]

Ay, don Héctor! Menudo león que les he metido a todos.

[01:17:52]

Pues yo me lo estoy pasando en grande. Usted y yo ya estamos a salvo. Ay, mi Dios! Seguramente lo detengan. Les digo que esta mujer se lo inventa. Yo no he intentado robarle el bolso a nadie. Claro que lo has hecho, bribón. Señora, no me dé usted con el bolso, olvidais. Dígale usted que deje de readme. Besazos mangante chorizo.

[01:18:12]

Ha intentado atracar este hombre o no, señora? Pues claro que sí.

[01:18:17]

No ve usted la cara de atracador que tiene? Está claro que es un delincuente peligroso. Un señor Jenara, que te está pasando? Mire usted, en la lista de criminales más buscados no tiene un cartel de esos que salen fotos? Vamos a ver si usted quiere, señora. Llamo a la policía, Jenara. Por Dios! Ya está usted tardando. Bueno, pues espere aquí un momento que tengo el móvil en la garita.

[01:18:37]

Pero es posible usted o algo?

[01:18:40]

Víctor tocó el claxon para que terminaran con la simulación y regresarán corriendo al coche deprisa. Emilio el Cuco ya está en el nido. El cuco te lo voy a dar yo a ti. Mira, mira cómo me has puesto la cara. Quieres ir más deprisa? Señor? Qué hombre más parado! Cuando estuvieron los dos dentro.

[01:18:56]

Don Héctor pisó el acelerador a fondo y salieron de allí pitando. Se sale el corazón por la boca. No me divertía tanto desde que era chaval. A mi costa te ha divertido, embaucadora? No, neither no va usted muy deprisa en absoluto. Además, a estas horas no hay tráfico, pero hay semáforos hechos. Cuidado la farola! Soy un conductor con reflejos. Héctor tendría el dinero. Por los pelos el Thor, el Papá Noel, el cree, el Papá Noel, Dios, el Papá Noel.

[01:19:47]

Perdone Santa Claus jugadore no le vi venir. Está usted bien? Pues hombre, estaba mejor cuando no me habías atropellado, chicos, lo siento, lo siento muchísimo.

[01:19:59]

Es que verá, no controló bien el coche.

[01:20:01]

Cómo he robado ya, hijo. Ya verá.

[01:20:05]

Es que la verdad es que estoy ayudando a fugarse a una amiga que la pobre la tenía su familia confinada. Que sí, hombre, que sí, porque ella lo que quiere es ver al novio, que por cierto, el hombre anda con la cabeza. Pájaros. Lo que tú quieras. Pero vaya meneo que me has metido. Si quiere le puedo llevar a un hospital. No, no, con la cantidad de trabajo que aún me queda. Soy más duro de lo que parezco.

[01:20:29]

Anda, circula, Héctor, circula.

[01:20:31]

Lo que usted diga, Santa Claus, lo que usted diga. De verdad que lo siento. Lo siento muchísimo. Ve con más cuidado, hombre, que los jóvenes os creéis todos inmortales.

[01:20:42]

Oh!

[01:20:44]

Dos horas después, y tras perderse varias veces por culpa del navegador y la vuelta, cuando juega la Blanca Garrido, Emilio Puch, la señora Jenara y don Héctor Sarmiento llegaron por fin a la puerta de la residencia.

[01:20:58]

Y ahora cómo entramos? No tendremos que escalar hasta la ventana? Qué poco deportista ha sido siempre! Voy a despertar a María Piedad para que nos abra. Tiene usted su móvil? No, pero tengo estas piedrecitas para lanzarlas contra su ventana. Ya verá usted como así se asoma.

[01:21:17]

Buena puntería, Jenara, pero no parece que lo haya oído.

[01:21:21]

A ver, ahora no se ha puesto los tapones en los oídos. Puede ser. Ahora se despierta, seguro. Pero qué bruta eres, Jenara! Míralo. Ha encendido la luz.

[01:21:36]

María Piedad se puso la bata, bajó al recibidor con una linterna y les abrió la puerta sin hacer ruido. Blanca Garrido le explicó lo que pasaba.

[01:21:45]

Han tenido que venir a rescatarme porque mi hija me tenía encerrada. Estamos ocupada con lo que está pasando y por eso no me dejaba volver a la residencia de reclusión total y sin derecho a decidir. Tiene cojones la cosa. Yo a mi hija la quiero mucho, pero ya soy mayorcita para decidir qué quiero hacer. Ha dicho usted algo que tiene cojones la cosa.

[01:22:09]

María Piedad, has hablado? Es un milagro.

[01:22:12]

Ah, sí? Rompió a hablar hace dos meses. Un día, viendo el telediario, de repente no puedo permanecer muda ante tanta injusticia y tanto abandono.

[01:22:21]

Somos mayores, no carne de cañón y merecemos un respeto que nos hemos pasado toda la vida trabajando demasiado callados. Estamos demasiado. Amanecía cuando Blanca Garrido llamó a la puerta de la habitación de Alberto Núñez Lobo. Alberto, estás despierto? Puedo entrar? Le preocupó no escuchar ruido al otro lado. Alberto, estás bien? Soy blanca. Voy a entrar. De acuerdo. La primera luz del día entraba aún tenue por el balcón. Blanca se acercó a la cama y observó el cuerpo de él inmóvil.

[01:23:04]

Descansaba hecho un ovillo y a ella le pareció estar viendo dormir a un niño. Se acercó una silla y permaneció allí quieta. Más de una hora lo estuvo contemplando. Cuando él abrió los ojos.

[01:23:19]

Alberto, soy blanca. No conozco a ninguna blanca. Sí me conoces, pero no te acuerdas.

[01:23:26]

Ella decidió que en adelante no recordaría tampoco nada.

[01:23:32]

Tú has vivido siempre aquí. Claro. Mi casa es la que está al frente de la iglesia. Mi madre se llama Basilisa. Padre no tengo. La mataron en la guerra. Tú sabes pescar? No, pero me gustaría saber. Yo creo que te conozco. Tú te llamas Marilyn? Marilyn. Sí. Y a ti te llaman bobo. Cómo lo sabes? Me lo habrán contado?

[01:23:58]

Él la miró con los ojos más luminosos y agradecidos que ella le había visto nunca.

[01:24:04]

A ti te dejan tomar café, no sólo leche. Pero una vez la probé a escondidas. Y a que sabe? A rayos? Estás quejoso?

[01:24:14]

La mañana en que se reencontraron Marilyn y el Búho decidieron que pasarían cada minuto del resto de su vida juntos.

[01:24:22]

Ella le tomó de la mano para ayudarle a incorporarse y al sentir sus huesos viejos, imaginó una mano pequeña y firme.

[01:24:33]

Si no sabes usar el tirachinas, puedo enseñarte. Al lado del pozo hay un avellano que es la mejor munición. La avellana. Pero cuando está verde. Oye, tú sabes lo que es una cometa? El obeja dice que es como un avión de papel, pero atado a un cordel para poder guiarlo. Si quieres hacemos uno y probamos a volarlo. Yo. Yo con la cometa no he tenido nunca y tampoco he navegado. Si el río fuera más hondo, podríamos hacer un barco de esos que llevan una rueda para moverse como un molino de agua.

[01:25:14]

Estás bien, Bo? Sí. No debí de enfriarme ayer en la poza. En los días que siguieron navegaban muy despacio por un río sin orillas, yendo y viniendo de la habitación al patio y del patio al cuarto. En cada viaje observaban peces distintos y árboles nuevos. Yo quiero ser mayor, pero no mucho. Como el maestro que tiene 24. Tu abuelo debe tener por lo menos el doble.

[01:25:53]

Por lo menos no por ahí. Si dice que es lo que le ha envejecido es la guerra.

[01:25:59]

Yo creía que a la guerra no iban los viejos.

[01:26:02]

Lo que pasa que en la guerra se cumplen los 6 más deprisa. Por eso tu abuelo tiene la cara toda arrugada. Bueno, y tu abuela el Obejas dice que la cara se arruga por tener sucio el intestino, que por eso la vejez sale del vientre y que los viejos se cansan tan pronto que no tienen fuerza ni para mantener la piel en su sitio.

[01:26:23]

Voy a tener que hablar yo con el Obejas. Tú quieres ser mayor, Marilin mayor? No, yo quiero ser como ahora.

[01:26:31]

Yo también me gustaría que ahora mismo se detuviera el tiempo. Pues no se me ocurre cómo. Ni a mí. Pero seguro que hay una manera así. Le voy a preguntar al maestro.

[01:26:45]

Una tarde de enero, al llegar a Puerto, el búho se armó por fin de valor. Tomó a Marilin de la cintura y le dio un beso. Él quería dárselo en la mejilla, pero ella giró la cabeza y lo recibió en los labios, queriéndolo. Duró apenas un segundo, incluso menos. Pero ella notó enseguida que los pies se le despegaban del suelo. El dúo que la seguía abrazando empezó también a subir. Ella miró hacia abajo. Comprendió que los dos volaban.

[01:28:05]

Alberto Núñez Lobo, 89 años, murió el último día de enero con demencia senil y enfermo de neumonía. Blanca Garrido Lapuente retomó su carrera literaria para escribir su historia. Ondacero emitió la mañana de Navidad de 2023 la adaptación radiofónica de su novela. El contrato para la cesión de derechos incluía la incorporación de Paulino Pereira guiarlas de Blanca como narrador de transmisiones futbolísticas. Paulino Pereira Todo tuyo, Paulino, fero por cero en el Wanda Metropolitano, oyentes de Onda Cero, oyentes del Radio Estadio, el Barza de Koman insiste pero.

[01:29:07]

Les hemos ofrecido la hoja de Pascua, una historia de Carlos Alsina salpicada de frases de Miguel Delibes. Gabriel García Márquez y Josefina Aldecoa. Interpretada por Concha Velasco, José Sacristán, Charo López, María Galiana, Miguel Rollan y Emilio Gutiérrez Caba, con la colaboración especial de José Ángel Juanes, Rafael Alonso Roldán Eirá de la Cruz, Borja Fernández Sedano y Gustavo Ernesto Solís, los niños Laia Luque, Turu Celia de la Torre Hernández, Martín Pizarro, Víctor Quiroga, David López, Diego Abad y Esaba y Amaya Gómez y las voces de María Jesús Moreno, Elena Buin, María Pastor, Andrés Moralidades, Ángel Gonzalo, Sara Iturbide, Nuria Sánchez, Paloma de Prada, Sergio del Molino y Rosa Belmonte.

[01:30:09]

Grabación y realización Danny Solís, Pepe Mercero, Javier Martínez Dorado, Fran Montes y David Fernández Marcos. Dirección de Actores Carlos Duper Norma Producción Marisol Parada y María Jesús Moreno. Montaje de sonido Carlos Alsina, con la música de Fernando Velázquez y la nana de las dos lunas de Sergio de la Puente. Pistolero más de una manera pistolero.